La Comisión por la Recuperación de la Memoria Histórica de Alicante exige que «se evite explícitamente mistificar o conculcar la historia mediante el reciclaje de los vestigios, evitando las discordancias entre las nuevas e interesadas interpretaciones y sus auténticas finalidades». La entidad subraya que ni Cruz de los Caídos, ubicada frente a Calvo Sotelo, ni el Monumento a los Caídos de la Vega Baja, en Aguamarga, pretendieron «recordar a todos los hombres y mujeres que murieron en defensa de sus ideales», ya que «su finalidad original» fue «exaltar el presunto heroísmo de un grupo de sublevados contra el legítimo gobierno republicano». Así, la opinión de la Comisión Cívica choca con el discurso de los socios de Guanyar en el Ayuntamiento, PSOE y Compromís, que defienden que ambos monumentos han perdido su connotación franquista con las decisiones de anteriores gobiernos del Ayuntamiento.

En un documento registrado en el Ayuntamiento, la entidad social reclama al tripartito que los técnicos municipales «certifiquen individual y motivadamente» que los monumentos de origen franquistas incluidos en el Catálogo de Protecciones pendiente de aprobación «poseen incuestionables valores plásticos y arquitectónicos, protegidos por la ley, que las habilitan» para la protección, «haciéndolas equiparables a los demás elementos que lo integran». Además, añaden que «dada la singularidad de estas obras deben proveerse los recursos necesarios para asegurar su correcta explicación histórica 'in situ' y mediante los instrumentos de difusión que se puedan habilitar en el futuro, en referencia a la finalidad, la autoría, la entidad que la financió y el presupuesto, entre otras.