La falta de profesionales turísticos que dominen el idioma ruso se ha convertido en los últimos meses en una nueva rémora para la captación de un mercado emergente como Rusia, que tiene en la Costa Blanca un destino preferente en Europa, con previsiones de multiplicarse los dos próximos años, en los que España desbancará a Grecia y Turquía, según revela un informe de Hostertur, la revista de la patronal turística.
Según este estudio, cuatro de cada diez rusos que visitan la provincia se quejan de las dificultades que encontraron para comunicarse. Algo que se ha paliado, en parte, por la apertura de negocios de asesoramiento de los propios ciudadanos rusos, que han copado, de momento, este nicho de negocio en Alicante. Los rusos sólo se fían, en general, de sus compatriotas, lo que ha favorecido la apertura en la provincia desde despachos de abogados hasta de empresas que se organizan de la limpieza y el mantenimiento de las viviendas que estos turistas de alto poder adquisitivo utilizan como segunda residencia.
Pese a que ha mejorado la situación, las trabas burocráticas a los visados siguen lastrando la llegada de visitantes.
Por otro lado, la concentración de compradores rusos se produce, sobre todo, los fines de semana y, aunque no de manera organizada, muchos rusos se preparan, incluso, viajes a Alicante coincidiendo con las rebajas. «Moscú es una ciudad carísima y nos sale mucho mejor venir a Alicante, con veinte grados más y, encima, los precios tres veces más baratos. Una camisa o blusa que en una tienda de moda de Moscú puede costar 350 euros, en la misma franquicia de Alicante la encuentras por 100 euros», destaca Hana, una joven ucraniana residente en Moscú que viaja a menudo a la provincia por motivos de trabajo y conoce en directo cómo se mueven los rusos.
El número de rusos que visita España está cifrado en un millón de viajeros al año y su motivo principal es el ociovacacional, con un segmento muy identificado de familias y con un alojamiento preferiblemente extrahotelero en el 70% de los casos. Al margen de los rusos que llegan a la provincia por el aeropuerto de El Altet, muchos ciudadanos de la Federación Rusa entran en España por los aeropuertos de El Prat y Barajas, desplazándose después por carretera.
