El gobierno municipal del PP, liderado por Luis Barcala, pretende peatonalizar dos de las cuatro calles (lateral de Correos y la de la sede del Colegio de Arquitectos) que dan forma a la plaza de Gabriel Miró con la intención de trasladar junto a las fachadas los veladores que ahora se sitúan bajo los ficus centenarios.

Esta es la principal solución que maneja el Ayuntamiento de Alicante tras rechazar recientemente las alegaciones presentadas por los hosteleros de la zona tras el decreto firmado el pasado mes de junio por el concejal de Ocupación de la Vía Pública, José Ramón González, que amparándose en un informe del área municipal de Medio Ambiente ordenaba «revocar la autorización concedida para el uso común de los terrenos de dominio público» a los locales.

El escrito de Zonas Verdes subrayaba que los árboles «presentan a día de hoy una buena salud, teniendo una vitalidad alta», aunque hablaba de «riesgo elevado de accidente» . Este informe, según el gobierno local, obliga a retirar las mesas y sillas de la proyección de las ramas.

La revocación de los permisos de ocupación para las terrazas, que se prevé certificar en los próximos días a través de un nuevo decreto definitivo desde Ocupación de Vía Pública, aboca a que Ayuntamiento de Alicante y los hosteleros de la céntrica Gabriel Miró negocien un nuevo emplazamiento para las terrazas, ya que una vez firmado el escrito no podrán estar bajo la proyección de las ramas de los centenarios árboles, tal y como indican los informes firmados en el área de Zonas Verdes. En el último texto remitido a los locales, se anuncia el inicio del «trámite al expediente de revocación de la autorización concedida»

Desde el gobierno municipal, siguiendo el plan iniciado por el anterior ejecutivo, se propone la peatonalización de dos de las calles de la plaza para situar ahí, junto a las fachadas, las terrazas que ahora están ubicadas bajo las ramas de los árboles.

De concretarse esta solución, la mayoría de terrazas de la plaza seguirían abiertas. A día de hoy, una de las calles (donde se sitúa el Colegio de Arquitectos) está abierta al público, mientras que la otra calle (sede de Correos) a priori está limitada, aunque resulta habitual que los vehículos transiten por ella.

El principal problema surge con los dos locales situados en la prolongación de la calle Médico Manero Mollá, ya que las alternativas para las terrazas que hoy están sobre la zona noble de la plaza son dos: moverlas junto al resto, a uno de los laterales que se quieren peatonalizar, o retirar la actual zona de carga y descarga para ubicar ahí los veladores de esos bares.

Los locales afectados se muestran abiertos a negociar con el Ayuntamiento, aunque no ocultan su enfado por la decisión de retirar las terrazas de las proyecciones de las ramas. «Nuestra voluntad es llegar a un acuerdo. Las calles ya se tenían que haber peatonalizado», señalaron ayer desde la asociación que agrupa a los locales de la plaza Gabriel Miró.

Los hosteleros temen que se firme el decreto de revocación de las licencias antes de llegar a un acuerdo, lo que obligaría a retirar las terrazas.

En la misma línea, la socialista Eva Montesinos, anterior responsable de Vía Pública, reclama al gobierno local que «siga adelante de forma inmediata» con el proyecto que se inició en la etapa del PSOE en el ejecutivo. «Peatonalizar las dos calles es la solución para dar espacio a los veladores de manera provisional, mientras se realiza el plan de ordenación de la plaza. Retirar los veladores sería degradar la plaza», apunta la edil.