La Protectora reeduca a perros peligrosos para favorecer su adopción

La Protectora de Animales de Alicante, adjudicataria del servicio de recogida de animales municipal, cuenta en estos momentos con doce perros potencialmente peligrosos a los que está reeducando y sociabilizando para que puedan ser adoptados por una familia.

La concejal de Protección Animal, Marisa Gayo, asegura que la mayoría de estos ejemplares son «buenos y cariñosos» pero que se les ha «estigmatizado». Como ejemplo pone a Red, un american stanford que lleva más de tres años en la Protectora sin que nadie se lo quiera llevar a casa.

En estos doce casos, todos ellos pitbull y american stanford, se trata de perros cuyos dueños no tenían la licencia en regla y la Unidad Canina de la Policía Local los ha requisado. Ninguno de ellos ha tenido problemas por atacar a nadie, resalta la edil.

«Es cierto que son perros con mucha fuerza en la mandíbula y en general, pero todo depende de la educación que se les dé», señala Gayo.

Voluntarios de la Protectora los sacan todos los días a pasear, están con ellos y los juntan con otros perros e incluso con gatos para ir observando sus reacciones y su comportamiento, explica desde la entidad Mar Castillo. «La mayoría de los que tenemos aquí son buenos y pueden convivir perfectamente con una familia e incluso con otros perros. De hecho Red y Tuerti, un pitbull tuerto al que abandonaron, están en jaulas con más perros y no presentan ningún problema ni peligro», afirma Castillo.

Alguno es más complicado y sí que están solos en la jaula, admite. De hecho recuerda que «aquí hemos tenido rottweiler y se los han llevado familias que después han venido a visitarnos y nos han confirmado que no han tenido ningún problema. Pero es decir pitbull y es como si oyeran al demonio».

Los perros potencialmente peligrosos deben disponer de una licencia especial que autorice su tenencia y además los dueños deben inscribir a los animales que posea en un registro municipal. La Unidad Canina vigila estas razas y puede solicitar la documentación al propietario en cualquier momento. Si no la tiene hay un plazo para subsanar la situación, pero si no lo hace el perro es requisado.