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Las universidades virtuales comienzan a «robar» estudiantes a la UA y UMH

Las universidades virtuales comienzan a «robar» estudiantes a la UA y UMH

La fiebre por las instituciones no presenciales empieza a calar en la provincia frente a la docencia en el aula tradicional. Las matrículas no paran de crecer en los últimos años por parte de un alumnado que trabaja y usa las nuevas tecnologías

Las universidades no presenciales, aquellas que no tienen campus físico pero sí totalmente virtual, han comenzado en la provincia a arañar definitivamente alumnos a las instituciones universitarias tradicionales.

Los tiempos cambian y el prototipo del universitario también. Así como su forma de estudiar, de querer, en estos tiempos tan tecnológicos y de mayores exigencias, formarse. Y es aquí donde las «nuevas» universidades, con nuevos formatos y plataformas, posibilidades y facilidades han empezando a tener una mayor penetración o, al menos, están consiguiendo hacer que el estudiante se pregunte si tal vez sea más cómodo, más fácil, más económico y, en ocasiones, incluso atesorar una mejor formación, el inclinarse por las universidades virtuales de España.

«La principal virtud de UNIR ha sido la de apostar por una formación síncrona, en la cual hay un profesor y un alumno. Entre ambos se produce un encuentro como se producía en la enseñanza tradicional, pero de forma deslocalizada, donde se produce una conversación enriquecida y una experiencia de aprendizaje óptima», dice Rubén González, director de Política y Planificación Académica de la Universidad Internacional de La Rioja.

Aseguran que no entregan «un documento enlatado que se descarga y estudias, sino que hay una interacción entre alumno, profesor y compañeros, se experimentan las sensaciones que podrías tener físicamente en una clase tradicional con las limitaciones, como el espacio, y con las virtudes, como el atender a un conjunto de alumnos grande y de diferentes zonas».

Desde 2015, UNIR ha ido creciendo en alumnos matriculados desde la provincia de Alicante, sobre todo en posgrado. En 2018 se matricularon, según sus datos, 423 estudiantes alicantinos. En 2015 fueron 386. La tendencia es ligeramente al alza. En el caso de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) la tendencia ya no es solo ligeramente in crescendo.

Los estudiantes de titulaciones oficiales residente en la provincia de Alicante han pasado del curso 2013/2014 de 466 a 1.011 en el que ahora acaba, es decir, más del doble. Los grados en Multimedia, y Derecho y el máster en Dificultades de aprendizaje y trastornos del lenguaje, y el de Educación y TIC son desde esta provincia los más demandados en la UOC.

El vicerrector de Calidad e Innovación Educativa de la UA, Francisco J. Torres Alfosea, no comparte la afirmación de que las virtuales estén comiendo el terreno a las presenciales.

«No hemos detectado descenso de matrícula que pueda ser achacable a esa cuestión. Tampoco nos planteamos la docencia desde un punto de vista competitivo. Sin embargo, somos conscientes de que progresivamente la sociedad demanda nuevas formas de enseñanza y estamos siempre replanteando fórmulas e incorporando tecnologías para mantenernos en vanguardia en este campo», declara.

Según el último informe (del curso 2016/2017) de «La Universidad española en cifras», que elabora la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas, la demanda de enseñanzas universitarias se ha mantenido completamente estable en el curso 2016/2017 respecto al curso anterior, y acumula un crecimiento del 4,3% respecto a 2008/2009. La evolución de las enseñanzas universitarias es muy diferente en las de grado y las de máster. Mientras que las primeras han registrado un moderado retroceso del 1,2% respecto al curso anterior y del 5,2% en el periodo 2008 a 2016, las segundas han registrado -en ese mismo periodo- un crecimiento del 8% respecto al curso anterior y acumulan una fuerte expansión del 366,2% durante el periodo analizado.

En este sentido, desde la UA se asegura que se ha realizado una apuesta importante por ofrecer enseñanzas a distancia, en dos sentidos. Por un lado, mediante la incorporacion de la semipresencialidad en varias titulaciones oficiales (el llamado b-learning). Por otro, estimulando la puesta en marcha de cursos on line (e-learning) que sirvan para mejorar determinados aspectos del proceso enseñanza-aprendizaje, y la adquisición de competencias. Dentro de estos últimos están los cursos MOOC (masivos, abiertos y onl ine, por sus siglas en inglés) y NOOC (iguales, pero más cortos).

Por ejemplo, con respecto a la semipresencialidad, la UA ofrece el grado en Criminología con un grupo on line. De igual modo, ofrece el máster en Traducción Institucional en modalidad de enseñanza virtual. Y el resto de los centros de la UA ofrecen en varios de sus títulos oficiales actividades semipresenciales en determinadas asignaturas. Para ello la UA pone a disposicion del profesorado una adaptación de la plataforma Moodle (Moodle-UA), además de las herramientas de la propia intranet, UACloud, donde es posible configurar espacios de debate, entrega de controles, test para realizar en fechas diferentes y otras utilidades. En cuanto a la enseñanza online pura, desde el Vicerrectorado de Calidad e Innovación Educativa se lanza anualmente una convocatoria de ayudas para animar al profesorado a diseñar cursos online que mejoren las competencias del alumnado.

En cualquier caso, parece que algunos entornos educativos no se están adaptando a las nuevas demandas sociales y laborales. No se trata solo de incorporar las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, sino sobre todo de utilizar estos avances tecnológicos para mejorar los resultados de la enseñanza.

Ritmo de vida

«¿Quieres conocer una universidad diferente? ¿Que se adapte a tus necesidades y a tu ritmo de vida con una metodología que garantice una gestión óptima del tiempo?» Así se da a conocer la UOC a través de una potente campaña publicitaria de marketing. Su presencia en la provincia cada vez va a más con sesiones informativas y alquilando espacios de coworking en Alicante y Elche.

«Nos hacemos llamar la Open University of Madrid, nos adaptamos a lo que la sociedad demanda», explica por su parte Eugenio Lanzadera, secretario general de la Universidad a Distancia de Madrid (UDIMA), cuya presencia en la provincia en mucho más tímida que la UOC: 132 alumnos. «Nos hemos dado cuenta de que la sociedad exige una formación más continua y permanente a lo largo de toda la vida laboral. Una persona que hizo Derecho, ADE o Psicología hace 30 años necesita seguir formándose y es ahí es donde la universidad on line tiene algo que decir», agrega.

A su juicio, todas las universidades, presenciales o no, ofrecen formación on line. En su caso, asegura que tienen alumnos que están compatibilizando una carrera presencial con otra no presencial. O a lo mejor están estudiando o trabajando en el extranjero, y continúan formándose gracias a la universidad on line.

«Tenemos alumnos con un nivel increíble, con experiencia y son muy exigentes para aprender», añade Lanzadera, quien detalla: «La calidad es la misma, el título es oficial y los conocimientos y el aprendizaje es lo mismo. Las clases son muy personalizadas, con videoconferencia. Todo se queda por escrito o grabado, de manera que puedes revisar las clases a cualquier hora. Aquí lo que más se valora son las tutorías telefónicas con horario flexible», detalla.

La Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED), la mayor universidad de España, tiene en la provincia los centros de Dénia y Elche (incluyen también las extensiones de Benidorm, Xàbia, Alcoy y Elda). En los tres últimos cursos mantiene una matrícula de unos 5.000 alumnos. Esta institución cumplirá 40 años en 2022 y desde el principio apostó por un modelo que se dirige a esas personas que trabajan, que están en un pueblo apartado o que no tienen recursos económicos, puesto que aquí las tasas son más bajas. El vicerrector de Digitalización e Innovación de la UNED, Jesús González Boticario, pone el punto de mira en dos retos, el humano y el tecnológico.

Con respecto al primero, afirma que los índices de asistencia a clase en las presenciales han descendido notablamente. «¿Por qué no puedes organizar tus estudios on line, compartirlos, montarte una red social para organizarte con tus compañeros? Son las universidades tradicionales las que tienen el verdadero reto», dice.

La UNED, con recursos multimedia y grabaciones desde hace 30 años, con un volumen de entre 230.000 y 250.000 alumnos al año y con un centro de producción de audiovisuales y diseño, está apostando ya por la inteligencia artificial. Pero no porque, de nuevo, esté de moda.

«Con la inteligencia artificial podemos hacer un seguimiento intensivo de qué contenidos busca el alumno, tener un modelado del estudiante para saber qué necesita en cada momento, por qué no se presenta a tal examen, por qué no participa en este foro? Un reto para las universidades es la tasa de abandono, pero si conseguimos con un plan de choque con apoyo on line, estar al tanto, llamarle, si conseguimos que llegue al primer examen, posiblemente se enganche», explica el vicerrector.

Desde la UNED se está de acuerdo con que de momento las universidades siguen sin cubrir la demanda de personal laboral que precisan las empresas, y son necesarios, a su juicio, microcursos, microtitulaciones, cursos más modulares, para adecuarse a las necesidades de la sociedad. «Las universidades no enseñan lo que más se demanda hoy en día. Estamos en un momento de cambio profundo de la universidad», reflexiona González Boticario.

La Universidad Miguel Hernández de Elche también lleva en los últimos años realizando un importante esfuerzo e inversión en la formación on line. Su Entorno virtual de Aprendizaje Nanocursos, las grabaciones de las clases, seminarios o congresos, la utilización de las redes sociales para facilitar la formación o los programas para aprender idiomas a distancia son algunas de las herramientas que lleva un tiempo poniendo encima de la mesa para, además de ser una universidad presencial, ofrecer esta educación personalizada, facilitando así la opción de formarse fuera y dentro del entorno de trabajo.

España cuenta con un total de 84 universidades con las siguientes características: 50 universidades públicas (47 presenciales, una no presencial y dos universidades especiales -UIMP y UIA-) y 34 universidades privadas (28 presenciales y seis no presenciales). Según el informe de la CRUE, las universidades públicas no presenciales han pasado de 6.022 alumnos matriculados en enseñanzas oficiales en 2012/13 a 10.641 en 2016/2017. Las privadas no presenciales, en el mismo periodo, han evolucionado de 7.408 a 16.121 estudiantes. Y todo apunta a que esto ya es imparable. Y también en esta provincia.

«Por trabajo hubiera sido imposible estar presencialmente»

Dos estudiantes de Elche relatan las ventajas y algunos inconvenientes tras apuntarse a un grado y a un máster on line

«Decidí cursar el máster en la UOC por las posibilidades que ofrecía de coger el número de asignaturas que quisieras en cada cuatrimestre. Yo he ido haciendo cuatro por año, de forma que el máster que, en principio dura un año, lo he hecho en dos años y medio. Ha sido una ventaja poderlo hacer así, ya que por cuestión de trabajo hubiera sido imposible realizarlo de manera presencial», indica el ilicitano Javier Muñoz, licenciado en Ciencias de la Información por la Universitat Autònoma de Barcelona y ahora Máster en Comunicación Corporativa, Protocolo y Eventos por la Universitat Oberta de Catalunya.

«Hay que ser muy constante y tomárselo muy en serio para estudiar on line, ya que las pruebas de evaluación continua que se plantean en cada asignatura hacen que, si no todos los días, casi todos tengas que leer, buscar información, trabajar... Y puedes hacerlo a cualquier hora del día, cuando mejor te venga. Si tienes dudas, las planteas en el aula virtual, por si algún otro compañero puede ayudarte, o directamente al profesor. Suelen contestar de manera rápida. Tampoco ha sido un impedimento hacer el Trabajo de Fin de Máster con una directora que está a cientos de kilómetros de mi lugar de residencia, ya que las videoconferencias, las llamadas de teléfono o los correos electrónicos están a la orden del día», agrega Muñoz.

Por su parte, otro ilicitano, Antonio Sánchez, tan conocido en Elche como Muñoz, y que gracias a actualizar sus respectivas formaciones académicas han podido catapultar aún más una exitosa empresa, cursa actualmente el grado de Comunicación.

«Estudiar on line me permite compaginarlo con mi trabajo. Otra de las ventajas es que me conecto al aula virtual cuando quiero. Cada asignatura lleva una importante carga lectiva y de trabajo, que viene a ser como una evaluación continua en la que estás aprendiendo durante el curso. Me examino en el campus de Sant Joan de la UMH. No utilizo papel ni libros, todo es a través de archivos en PDF, con enlaces a audios, vídeo u otros documentos. También tengo biblioteca online y la atención de los profesores es inmediata cuando así lo necesitas», explica Sánchez.

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