La propuesta de Sanidad de hacer test a los empleados para garantizar que son negativos en coronavirus por ahora sólo es una medida sobre la mesa y aún genera dudas sobre su implantación. Sin embargo, los empresarios de la provincia se muestran a favor de que los trabajadores de los sectores productivos puedan contar con esa prueba; aunque, por ahora, ven la cuestión inviable, sobre todo, por la escasez de esos test rápidos.
La consellera de Sanidad, Ana Barceló, planteaba esta cuestión al anunciar la llegada a todas las comunidades de test rápidos para disgnosticar casos asintomáticos; unas pruebas que se aplicarán a los trabajadores a los que se les permita ir regresando a sus empresas y así cuenten con un certificado de que han dado negativos y evitar contagios. Pero la responsable de Sanidad también apuntó que aún desconocía cómo se aplicará exactamente e indicó que de momento no hay test suficientes.
Y eso es en lo que hacen hincapié los empresarios: ¿cómo se va a obligar a esta cuestión si no hay material necesario? Aunque, ante todo, afirman que apoyan esta medida y que sería muy positiva para los sectores económicos aunque también para la población en general. El presidente de la Confederación Empresarial de la Comunitat Valenciana (CEV) en Alicante, Perfecto Palacio, indicó a este diario que «lo primero es la salud» y que las empresas «tienen que retomar el trabajo con las máximas medidas de seguridad para todos». Pero el máximo representante de la entidad afirmó que «ojalá fuera así» y los test se hicieran «masivamente» porque «sería la manera de aportar la máxima seguridad a todos los trabajadores» y «de volver a la normalidad con las máximas garantías».
La patronal hotelera Hosbec se pronunció en el mismo sentido. Su secretaria general Nuria Montes indicó que la medida es «fenomenal» y que «todo el mercado debería inundarse de test masivos». Así apuntó que sería «una de las medidas más efectivas» que se podrían poner en marcha pero también añadió que «sabemos por informaciones que no es fácil fabricarlos y lograrlos». Y apuntó a que si «se obliga a hacer test, que se determine cómo».
Juan Bautista Riera, presidente de la Cámara de Comercio de Alicante, también comparte argumentos: «es una buena medida pero ahoramismo es complicado hacer esos controles» precisamente porque «no sé si hay test para todos». El responsable de esta entidad apuntó que también está por definir cómo hacerlo y los lugares en los que se harían. con todo alegó que «lo que me preocupa fundamentalmente es la fórmula en la que conseguiremos normalizar la situación» generada por el coronavirus.
El presidente de la Asociación de Promotores Inmobiliarios de la Provincia de Alicante (Provia), Antonio Fernández, se movió en la misma línea: «es una medida muy razonable que se deberá aplicar cuando sea posible; ahora mismo sería imposible porque no hay» test suficientes. Con todo afirmó que primero se debería hacer estas pruebas a la personas de riesgo o a los sanitarios, entre otros y que finalmente debería llegar a todos.
Test de forma masiva
Por su parte, los expertos en Salud Pública y Medicina Preventiva aplauden la realización de test de manera masiva a la población. Para el especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública y profesor de la Universidad de Alicante, José Tuells, esta estrategia es útil para saber qué porcentaje de la población ha pasado la enfermedad «y ante una segunda oleada de la misma, saber cuál puede ser su impacto y qué medidas tomar».
Tuells recuerda que un elevado número de personas habrán pasado la dolencia sin haberse dado cuenta, sobre todo en el caso de los jóvenes. Cuanta mayor población haya pasado el Covid-19, mejor de cara a una posible segunda oleada, ya que estarán protegidos frente al virus y harán un efecto escudo para quienes no hayan pasado la enfermedad. Si de nuevo vuelven a aparecer nuevos casos pero ya se sabe cuánta población tiene inmunidad frente al virus, añade Tuells, «a lo mejor ya no es necesario decretar un estado de alarma», pudiéndose optar por medias menos estrictas
Los test masivos también pueden revelar, a juicio de este experto, «cómo de prolongada es la inmunidad que desarrolla el organismo frente al virus». Y ante la llegada de una vacuna, prevista para dentro de un año, «se pueden priorizar grupos de población a proteger en base a su inmunidad y vulnerabilidad», señala Tuells.
Hacer test de manera masiva a la población también puede ser útil para ir levantando las medidas de la cuarentena, como es el caso de los trabajadores que se vayan incorporando a sus puestos laborales, añade este experto.
Durante el día de ayer se supo que el Gobierno quiere hacer pruebas de coronavirus a 30.000 familias españolas con un seguimiento a los 21 días, una «apuesta importante» a juicio del catedrático de Salud Pública de la Universidad Miguel Hernández, Ildefonso Hernández. «Esto nos va a dar un kilometraje, un tablero de gobierno que va a permitir controlar si las infecciones crecen y tomar decisiones con rapidez».
Por su parte, el presidente de la Sociedad Española de Medicina Preventiva, Rafael Ortí, defiende también la realización masiva de test, aunque con cautela. «Puede ser una buena herramienta para la toma de decisiones, pero puede ser peligroso desde el punto de vista del control de la población por parte del Estado». En este sentido, Ortí hace referencia a los carnés de inmunidad que plantean dar algunas comunidades autónomas a los ya curados. «Eso puede ser muy peligroso y generar muchos problemas al etiquetar de esta manera a la población».
