La crisis generada por el coronavirus ha conllevado que las solicitudes de ayuda por parte de Cáritas Diocesana se hayan cuadruplicado. En los casi tres meses de emergencia desde que se decretó el Estado de Alarma Cáritas ha ayudado a más de 9.060 familias en la diócesis, lo que supone haber ayudado a más de 32.300 personas. Agrava la situación que el 70 por ciento de las familias ayudadas son familias con hijos menores. Víctor Mellado, director de Cáritas, pide una mayor coordinación de las administraciones para conseguir mayor efectividad en las ayudas.
Cáritas ha tenido que llevar a cabo la mayor movilización de su historia...
RSin duda, han sido meses muy intensos en los que ha aumentado el número de gente necesitada que acuden en busca de ayuda. Para muchos de ellos ha sido la primera vez que se han visto obligados a pedir para poder comer.
¿Cuál es el perfil ahora mismo de los más necesitados?
La emergencia ha conllevado que recurran a Cáritas perfiles que difícilmente acudían a pedir ayuda ya que en muchos casos nunca lo habían solicitado, en la mayoría de los casos familias con niños. Han solicitado ayuda numerosas familias afectadas por los ERTE de las empresas y cuyo cobro se ha ido retrasando con el tiempo, también muchas familias que vivían del trabajo en mercadillos o de la recogida de chatarra o cartón, siendo familias que vivían al día, pero no tenían necesidad de pedir ayuda Cáritas.
Para la gente que nunca antes se había visto obligada a pedir ha debido ser duro...
Mucho, son personas que ya estaban viviendo al límite y con el covid se les ha complicado la situación. En muchos casos sus familias están igual, con lo que no les pueden ayudar. Se han multiplicado prácticamente por cuatro las peticiones de ayuda. Hasta mayo teníamos el mismo número que en todo 2019.
¿Han notado una mayor solidaridad?
Ha crecido el número de empresas y asociaciones que han estado dispuestas a ayudar. También hemos tenido mucho más voluntarios, ya que los que tenemos son de elevada edad y por tanto son gente de riesgo. Pero hemos tenido un importante colectivo de jóvenes que han apoyado repartiendo alimentos y dando atención.
La zona norte de Alicante se ha visto especialmente afectada por la crisis...
Todas las crisis acaban afectando más a los que menos tienen. Hay mucha gente desamparada que no tiene ni donde ir, personas que viven en infraviviendas.
El apoyo psicológico será importante en estos momentos...
Es fundamental. La atención personal es clave ahora. Mucha gente busca desahogarse por teléfono y lo que intentamos es darles tranquilidad. Para reforzar la red de atención, hemos puesto en marcha la línea gratuita 900921936 atendida por un equipo de 25 voluntarios y 8 trabajadores sociales que atienden más de 300 llamadas diarias.
¿Cuál cree que va a ser el mayor problema?
El desempleo. Va a ser el problema social más importante. Hemos creado un programa de empleo para intentar ayudar a las personas con menos recursos. El primer problema ha sido sanitario y ahora viene el social. Va a costar mucho. La situación de incertidumbre por los rebrotes o por la posible ola de octubre hace que las empresas no se muevan. Existe una capa de exclusión cronificada que no hay forma de arreglar. La sociedad va a mejor cada vez pero al mismo tiempo cada vez hay más personas en la calle. También aumenta el número de personas que viven solas y con familias más cortas.El Ayuntamiento ha sabido responder bien en estos tres meses con albergues y alternativas, pero ahora se desmontan. Se ha demostrado que yendo todos a una se pueden conseguir cosas.
¿Qué pueden hacer las administraciones para hacer frente a la crisis social?
Pueden hacer mucho y tienen los instrumentos para hacerlo. A los políticos les falta llevar las cosas a la práctica y no pensar tanto en la foto. Lo primero que tienen que hacer es tener agilidad y visión, ya que muchos no se mueven. Hay que pasar a la acción. Cuando se quiere hacer se puede, pero hay que coordinarnos mejor.
¿Qué le parece el Ingreso Mínimo Vital?
La idea es muy buena y ayuda a gente que tiene mucha necesidad. Se van a vivir situaciones muy duras y es importante, pero sigue existiendo mucha incertidumbre y mucha gente excluida.
¿Le ha sorprendido Alicante Gastronómica Solidaria?
Mucho. Están haciendo un trabajo enorme. Han conseguido movilizar a mucha gente. Lo fundamental es la coordinación entre todos para obtener mejores resultados. Los ayuntamientos tienen mucho trabajo que hacer. Existe de manera general una comunicación y coordinación constante con los servicios sociales de los diferentes ayuntamientos, así como con otras organizaciones sociales que están dando respuesta a las necesidades de los colectivos vulnerables ante la actual crisis. Cáritas está atendiendo en muchas poblaciones a familias derivadas por los servicios sociales municipales. Continuamos con la actividad en el ámbito de la inserción laboral.
