El temor a padecer el covid-19 y las dificultades en la accesibilidad directa al médico de familia en el centro de salud, cuyas consultas siguen siendo mayoritariamente telefónicas, está empezando a saturar los servicios hospitalarios de urgencias con pacientes que presentan síntomas leves de dificultad respiratoria.
Cada vez más personas con síntomas respiratorios leves se dirigen directamente a Urgencias por el miedo a contraer el coronavirus, y ante los mínimos síntomas. Buscan un diagnóstico más ágil que en los centros de salud porque previamente no han conseguido contactar para lograr un cita presencial con su médico de cabecera. Sus síntomas suelen ser leves, en algunos casos fruto incluso de la ansiedad que les genera el miedo a un posible positivo, pero demandan una atención que les tranquilice ante las dudas de haber contraído la enfermedad.
El aumento de este tipo de casos va in crescendo paulatinamente en los servicios de urgencias hospitalarias, como corroboran los médicos consultados en Alicante, Torrevieja y Elche. Sostienen que la espera para que este tipo de pacientes lleguen a ser atendidos, siempre después de los casos considerados realmente urgentes, oscila de entre cuatro a seis horas de media, lo que en ocasiones satura los servicios.
Hospitales
El miedo les puede y prefieren esperar porque saben que finalmente serán atendidos en Urgencias. «Empieza a venir mucha gente con síntomas respiratorios leves, que normalmente no se presentarían, pero que ahora lo hacen por miedo a tener el covid-19», concreta el doctor Dick Pasker, desde el Hospital Quirónsalud de Torrevieja.
«Es cierto que a medida que pasan los días está viniendo más gente con síntomas leves y preocupados por el covid», confirma a su vez el doctor Félix Gutiérrez desde el Hospital General de Elche. Este especialista opina que incluso tenderá a aumentar la afluencia de este tipo de pacientes a Urgencias como una situación novedosa que no se había dado hasta el momento y que los especialistas relacionan directamente con el miedo a una enfermedad sobre la que todavía se mantienen numerosos interrogantes.
La presidenta y portavoz de los médicos de familia, María Ángeles Medina, incide en que los pacientes optan directamente por los servicios de urgencias porque además existe un «problema actual de accesibilidad en el sistema sanitario a los centros de salud».
A pesar de que se produzcan colas de espera tanto en los hospitales como en los puntos de atención continuada que atienden las urgencias por las tardes, al cierre de los centros de salud, «los pacientes saben que cuando les toque el turno les van a ver».
Descontento
Medina añade que la combinación entre el miedo a estar contagiado de coronavirus y los problemas de accesibilidad al médico de familia crean «la tormenta perfecta» para el descontento de todos mientras siguen desbordados tanto los servicios de urgencias como los médicos de familia.
«En los centros de salud siempre hemos visto a los pacientes, con o sin cita previa, pero con el embudo actual acabamos siendo las víctimas del descontento del paciente y, en cualquier caso, el servicio de Urgencias no está para síntomas respiratorios leves», lamenta esta profesional.
Al cóctel del miedo al covid y del irregular funcionamiento de la cita telefónica, Medina suma en algunos casos también una baja preparación de la población, que hace mal uso de los servicios sanitarios y acaba saturando un servicio que no ha sido concebido para atender estos casos. Para paliar en parte esta situación han propuesto a la conselleria mejoras como una «call center» o central de llamadas autonómica, con una treintena de teleoperadores que atiendan a cuantos precisen de una cita no urgente.
Por su parte, técnicos de ambulancias para la atención médica de urgencias, SAMU, añaden numerosos servicios por neumonías pese a la estación veraniega, extremo que los especialistas no consideran «inusual» porque el verano contribuye con el calor y la deshidratación a ese tipo de cuadros clínicos. «Hay cierta idea errónea con identificarlas solo con el invierno», explica Eusebi Chiner, jefe de Neumología del General de Alicante.
