La propagación del coronavirus en las últimas semanas ha llevado a que las localidades más aisladas de la provincia se hayan convertido en las únicas a las que la pandemia no ha llegado, al menos por ahora. En estos momentos, con datos actualizados al pasado viernes, son 35 los municipios alicantinos donde no se ha registrado ningún caso de covid-19. Todos comparten la característica de tener menos de 1.000 habitantes y, además, la práctica totalidad se encuentran en el entorno montañoso donde confluyen El Comtat, l'Alcoià, la Marina Alta y la Marina Baixa, la zona con la densidad de población más baja de la demarcación y la peor accesibilidad.

De hecho, estas 35 localidades forman prácticamente un continuo geográfico, con la sola excepción significativa de El Camp de Mirra, en el Alto Vinalopó. Este municipio de 415 habitantes es el único que no se encuentra en el citado espacio montañoso central de las comarcas septentrionales de la provincia, pero comparte con los 34 restantes los factores de tener poca población y una movilidad limitada con los grandes núcleos urbanos del entorno, lo que ha favorecido que hasta la fecha no se haya producido ningún positivo.

Municipios del interior de la provincia sin casos de coronavirus a 11-9-2020.

Tal y como publicó este periódico la semana pasada, desde mediados de julio los contagios han ido extendiéndose por el territorio, a menudo siguiendo el recorrido de vías de comunicación. En otras zonas de la Comunidad los flujos vacacionales han contribuido a que se produzcan contagios en pueblos pequeños de interior, pero en la provincia de Alicante por el momento no ha sido así. El área de montaña de El Comtat, l'Alcoià, la Marina Alta y la Marina Baixa es el lugar de vacaciones para muchas personas que residen en la costa, en Alicante o en Alcoy y otras localidades grandes del interior, y más aún lo ha sido este verano debido a las circunstancias, pero el coronavirus no ha llegado a esos municipios. Junto con la escasa movilidad de los vecinos, es probable que su responsabilidad y la de los que han ido allí haya sido clave.

Y es que uno de los principales temores de ayuntamientos y vecinos de estas localidades, que han expresado en este periódico en diversas ocasiones desde el inicio de la pandemia, es la mayor vulnerabilidad ante el virus de una población envejecida y el riesgo de que un brote en un pueblo de estas características pudiera extenderse rápidamente. Un miedo más que razonable, si bien conviene destacar que en las localidades de menos de 1.000 habitantes donde se ha producido algún contagio la cifra de casos ha sido exigua. En Alfafara, Benimantell, Benimarfull, Sella, la Vall d'Alcalà o la Torre de les Maçanes, por ejemplo, ha habido uno solo, y en esa última localidad además fue al inicio de la pandemia, sin que se hayan producido más después.

Con todo, la evolución de la situación anima no invita a bajar la guardia, más bien al contrario. El riesgo de que el virus llegue a los municipios más pequeños existe, tal y como pone de manifiesto lo ocurrido en Sanet i Negrals, donde la semana pasada se registró el primer positivo de covid-19. A poca distancia de esta localidad se encuentra Ondara, donde el virus ha tenido cierta incidencia.