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El Gobierno anula definitivamente el envío de los 20 hm3 del Tajo de septiembre, a enviar este octubre, amparándose en el cierre del trasvase

Las reservas de agua en Entrepeñas y Buendía permitían el caudal y así lo aconsejaban los técnicos, pero se han perdido. La medida rompe una norma no escrita de aprobar la cantidad y almacenarla en cabecera hasta que se pudiera trasvasar

Infraestructura del trasvase Tajo-Segura, cerrada desde el pasado mes de septiembre por la fugas en el embalse de Bujeda.

Nuevo tajo al trasvase del Tajo. El Ministerio de Transición Ecológica ha anulado de forma unilateral el trasvase del Tajo de los 20 hm3 correspondientes al mes de septiembre que tenían llegar este octubre -en base a las reservas de septiembre- escudándose esta vez en que, técnicamente, es imposible al estar cerrado el embalse de la Bujeda, tal como recoge negro sobre blanco el Boletín Oficial del Estado. El Ministerio ha ignorado las propias recomendaciones de sus técnicos, que habían planteado el envío de 20 hm3, tras comprobar que en los embalses de cabecera de Entrepeñas y Buendía había almacenados 594 hm3 el 1 de septiembre- De esta forma, se rompe por primera vez una práctica habitual, que era que aunque no se pudiera enviar, se aprobaba el trasvase y el agua se quedaba en cabecera para enviarla más adelante.

Los regantes han reaccionado entre indignados y resignados porque, ahora mismo, hay agua en las balsas, pero consideran el movimiento ministerial una ilegalidad, según denuncia Ángel Urbina, presidente de la Sociedad de Transformación Agraria San Enrique y portavoz de la mesa técnica de Agua de la Diputación. «El Ministerio vuelve romper la baraja del agua y siempre los perjudicados somos los ciudadanos de Alicante. Siempre igual».

Alicante se juega más de mil millones de euros al año que factura la producción hortofrutícola que depende del trasvase. El agua del Tajo es irrenunciable y, por lo tanto, no se puede sustituir por la desalada, seis veces más cara, algo que tiene con la mosca tras la oreja a un sector importante de los regantes alicantinos. Ángel Urbina, presidente de la SAT San Enrique y portavoz de la comisión técnica del agua de la Diputación denunció que «la hoja de ruta está clara. Siguen el guión de la ministra Narbona: agua desalada por la del trasvase. Ni tiene la calidad de la del Tajo ni la podemos pagar».

La provincia exporta todos los meses a Europa, norte de África toneladas de frutas y verduras, cereales, azúcar, café, cacao, carne, lácteos, huevos, carne, semillas y frutos oleaginosos, piensos y hasta tabaco, imposibles de producir sin el agua del Tajo. La facturación mensual de la exportaciones oscila entre los 85 y los 90 millones de euros.

Desalación

Por otro lado, el Ministerio para la Transición Ecológica ultima la licitación del proyecto para interconectar las desaladoras de Torrevieja, Valdelentisco y Águilas entre ellas y con el canal del postrasvase Tajo-Segura en Ojós en el horizonte del año 2021 y garantizar, según el Gobierno, el riego agrícola los 365 días del año. Regadío que será más caro al mezclar agua desalada a 0,60 euros/m3 con la del trasvase (0,12 euros/m3).

Una actuación que se anuncia como la gran obra del Gobierno en materia hídrica en esta legislatura en la que se invertirán 150 millones de euros para lograr, así, una mayor equidad en el reparto del agua desalada, que no tendrá que se utilizada exclusivamente por los regantes del trasvase. Eso sí, el agua desalada se mezclará con la de los ríos Tajo y Segura, lo que no afectará a la calidad global del recurso pero sí al precio, según alerta Antonio Rico, director del Instituto Interuniversitario de Geografía de la UA.

En este sentido, Murcia ha exigido al Ministerio para la Transición Ecológica un precio armonizado del agua, que no perjudique a los regantes en función del municipio en el que tienen sus cultivos. Actualmente en España hay agricultores de primera y agricultores de segunda . Mientras que en Murcia y Alicante el precio del metro cúbico de agua para regadío puede superar los 60 céntimos para algunas comunidades de regantes, la media nacional apenas alcanza un céntimo y medio. Esto supone un importante agravio comparativo y genera un aumento de los costes.

Un libro analiza la tortuosa historia del Júcar-Vinalopó

Los catedráticos Antonio Gil Olcina y Antonio Rico terminan el volumen que debe editar la Diputación

Los catedráticos de la Universidad de Alicante, Antonio Gil Olcina y Antonio Rico han terminado el libro «Conducción Júcar-Vinalopó, 1420-2020», que editará la Diputación y recoge los 600 años pasados desde que se comenzó a gestar un proyecto que se culminó pero sigue bloqueado. Este año se han cumplido seiscientos de la primera petición documentada de agua del Júcar por la Villa de Elche y con motivo de tal efeméride Antonio Gil Olcina y Antonio M. Rico Amorós han desarrollado una amplia investigación sobre esta singular epopeya alicantina, relativa a las comarcas del Vinalopó, l’Alacantí y Marina Baixa. La obra incluye una decena de capítulos, concernientes a la necesidad de riego en las tierras alicantinas pertenecientes a la seca Región climática del Sureste Ibérico, ríos-rambla (Vinalopó, Monnegre) y regadíos deficitarios, según recuerda Gil Olcina. El libro recoge con abundantes y muy documentadas referencias la labor de la Junta Central de Usuarios y la situación actual. Una aportación de extraordinaria riqueza, donde se pueden encontrar datos climáticos, hidrológicos, hidráulicos, jurídicos e históricos. «Por ejemplo, las precisas y desconocidas referencias al protagonismo en el intento de 1841 de la recién creada Diputación Provincial de Alicante y la postura favorable al mismo de Lucio del Valle, que, en su doble condición de ingeniero y arquitecto», recuerda Antonio Gil Olcina. 

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