El Consell afirma que la declaración de BIC para la Peregrina sigue a la espera de informes municipales

A la espera de informes complementarios que tiene que aportar el Ayuntamiento de Alicante. Así está la tramitación del expediente de la declaración de Bien de Interés Cultural Inmaterial (BIC) para la romería de la Santa Faz, según explicaron ayer desde la Dirección General de Cultura y Patrimonio de la Generalitat, administración que editó con motivo del 9 d'Octubre un libro con las fiestas de la Comunidad del que excluyó a la Santa Faz con el argumento de que no está reconocida como BIC. Solo tiene esta protección la torre defensiva del monasterio. Ayer, el concejal de Cultura del Ayuntamiento de Alicante, Antonio Manresa, de Ciudadanos, aseguró que está pendiente el informe del arquitecto municipal sobre el monasterio del siglo XVI solicitado a primeros de marzo al área de Urbanismo en manos de Adrián Santos, también de Ciudadanos.

El expediente de BIC para la Peregrina está igual que se encontraba en 2018, cuando las monjas Clarisas que llevaban más de 500 años custodiando la Reliquia abandonaron el recinto. Por entonces el procedimiento llevaba un año paralizado. Ahora ya son tres puesto que desde la Generalitat indicaron que no se ha dado ningún paso más al faltar documentos. La declaración de BIC para la Peregrina, a la que asisten más de 200.000 personas cada año (excepto el actual, en que fue cancelada por el coronavirus), fue solicitada por acuerdo del Pleno de Alicante en abril de 2016, cuando gobernaba el tripartito de izquierdas. En enero de 2017, la Conselleria de Cultura pidió al Ayuntamiento una ficha de catalogación con todos los datos de identificación de personas y comunidades relacionadas con la Peregrina; una descripción de los orígenes documentados; descripción bibliográfica y audiovisual; información técnica de investigadores y otros informes complementarios. En septiembre de aquel año, el Ayuntamiento envió a la Generalitat el informe que el Consell Valencià de Cultura emitió en 2002 a favor de la declaración de BIC y el acuerdo plenario, entre otros, pero la Generalitat lo consideró incompleto.

Desde el Ayuntamiento, el concejal de Cultura, Antonio Manresa (Cs), explicó este miércoles que faltan los últimos trámites, para lo que han pedido el asesoramiento de un técnico de la Conselleria de Cultura pues afecta a cuatro documentos que están pendientes de aportar.

Asimismo, Manresa está a la espera de un informe arquitectónico sobre el monasterio que se quiere adjuntar al expediente, solicitado por la Concejalía de Cultura a Urbanismo en la semana anterior a que estallara el estado de alarma.

En el escrito que Manresa envió a su compañero Adrián Santos, que lleva el departamento urbanístico, incidía en que el servicio territorial de la Conselleria de Cultura sugirió al Ayuntamiento que incluyera el monasterio como BIC, lo que hacía necesario presentar informes de arquitectos, de ahí la solicitud de colaboración de los técnicos de Urbanismo. Lo que pidió Cultura fue un informe emitido por un arquitecto municipal sobre el monasterio así como la documentación necesaria relativa al inmueble para poder incluirla en el expediente de la declaración de Bien de Interés Cultural.