Activistas de la organización Anima Naturalis han realizado este sábado en Alicante un acto de protesta contra el consumo de carne, en el que se han mostrado desnudos y ensangrentados de forma simulada dentro de bandejas cerradas, como si fueran productos "envasados para consumo" como los que se pueden encontrar en los supermercados. De esta forma han tratado de "visibilizar un problema estructural de ética, salud y sostenibilidad del planeta por los dañinos efectos del consumo de carne", según han explicado fuentes del colectivo.

De esta forma han querido hacer patente que, durante el tiempo en que realizaban la protesta, "van a morir 24 millones de animales, no sin antes sentir miedo y dolor de forma prolongada". Anima Naturalis señala, en este sentido, que "si la especie humana sufriera este holocausto al que sometemos a los animales, nos extinguiríamos en apenas 45 días". La organización recuerda al respecto que la Declaración Universal de los Derechos de los Animales, suscrita por la UNESCO en 1978 y firmada después por las Naciones Unidas (ONU), señala que "todos los animales nacen iguales ante la vida y tienen el mismo derecho a la existencia y a ser respetados”, pero que "se incumple manifiestamente y lo que es peor, en la inmensa mayoría de los casos, por el placer del paladar y sin necesidad".

Además, lamentan que España es el segundo país de Europa en consumo de carne, "lo que nos hace especialmente vulnerables para desarrollar enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2, o ciertos tipos de cáncer". Y defienden que "una dieta basada en productos vegetales es totalmente recomendable y sana en todos los estadios de vida, pero además reduce el riesgo de muchas enfermedades crónicas". Por ello, el coordinador de Anima Naturalis en Alicante, Jou García, ha animado a la población a "considerar una forma alternativa y mucho más ética de relacionarnos con los animales", y ha incidido en que "una alimentación basada en vegetales, evitando al máximo la carne, huevos y lácteos, es una apuesta de futuro por la salud del planeta, la nuestra y la de las generaciones venideras”.

La organización también ha recordado las consecuencias medioambientales del consumo de productos de origen animal, por el mayor volumen de emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera y consumo de agua. Además, denuncian el problema de acaparamiento de tierras que supone la ganadería intensiva en diferentes partes del mundo.