Los edificios de la torre de Cabo San Antonio. DAVID REVENGA

Si el faro es el uno de los lugares más exclusivos de su ciudad, ¿prefiere disfrutarlo como cliente de un restaurante o como visitante de un museo público? Desde que Puertos del Estado mostró su interés en entregar estos singularísimos edificios a la gestión de terceros mediante el programa Faros de España en 2011, muchos municipios viven encarnizados debates sobre qué hacer con estas atalayas solitarias.

Los inversores defienden que se entregue a la iniciativa privada siguiendo el ejemplo de países noreuropeos, donde es más habitual encontrar hoteles o restaurantes en faros que ya no son vivienda del torrero. Los ayuntamientos y los colectivos sociales, por contra, suelen abogar por reabrirlos como centros culturales para que cualquier vecino disfrute de un edificio irrepetible por razones históricas, técnicas y legales. Tras la concesión del faro del Cabo de las Huertas al grupo restaurador Forty SL para convertirlo en un restaurante, y ante la disponibilidad inmediata del de Tabarca y, en un futuro, los del Cabo de la Nao y Santa Pola, examinamos el funcionamiento de las dos linternas de la provincia que han pasado de manos del Estado a las de sus ayuntamientos.

El Albir

El Faro de El Albir, en l’Alfàs del Pi, es la única de las seis torres de señales de la provincia cuya concesión se ha completado y, por tanto, la única visitable. Pese a que la gran mayoría de los faros de España siguen sin uso alternativo nueve años después, en gran medida por las grandes inversiones y calvarios administrativos por los que deben pasar los proyectos, el de El Albir fue rápidamente recuperado y puesto en funcionamiento como centro de interpretación de la Serra Gelada por el ayuntamiento alfasino. «Ha ido creciendo el interés de la gente por el faro y ahora, tras la playa de El Albir, es el segundo atractivo turístico más importante del municipio», explica Carolina Frías, arqueóloga municipal.

Tras una ruta senderista de 2,5 kilómetros por la sierra, se llega a un pequeño edificio de dos espacios por el que se entra a la linterna. En Faros de España se dejó muy claro que en cualquier tipo de proyectos el concesionario no tendrá acceso al sistema de señal marítima, sino sólo a las antiguas viviendas y almacenes. Estos habitáculos se han panelizado para explicar el paisaje natural y humano del Parc Natural de la Serra Gelada, incluida la forma de vida los fareros y otros vigías que la Historia ha colocado en Punta Albir. Las puertas están abiertas de par en para el visitante.

«El auge de las actividades de naturaleza por la pandemia se ha notado mucho. Hemos pasado de 900 visitantes en el puente de octubre de 2019 a unos 5.000 en el de este año. Cuando abrimos, recibimos 50.000 visitantes al año y ahora rozamos los 200.000», explica la arqueóloga.

La concesión de la Autoridad Portuaria de Alicante al consistorio se produjo tras una evaluación del proyecto municipal y mediante un canon por diez años de uso. El ayuntamiento pagó 60.000 euros por el convenio y abona una tasa anual de 4.000 euros por la ocupación del faro.

El proyecto «a nivel de turismo cultural ha sido un éxito», aunque, según Frías, el tránsito tiene también impactos negativos: se ha tenido que reforzar la vigilancia y la limpieza por el mayor vandalismo y abandono de basura en este entorno protegido.

Xàbia

Tras movilizar a parte de la población contra la propuesta de un empresario, hacer un hotel-restaurante en la atalaya del Cabo San Antonio, el ayuntamiento xabienc es el concesionario final de este privilegiado conjunto. Su plan es convertir el faro «en el centro de visitantes del Parque Natural del Montgó y centro de interpretación de la reserva marina», según el alcalde. José Chulvi, socialista, como el gobierno de l’Alfàs. Con un millón de euros de presupuesto, el plan es «ampliar su uso con un aula TIC medioambiental conveniada con Distrito Digital» que se ubicaría en un almacén anexo, propiedad de Correos. Tienen las llaves desde julio y todo el trabajo de momento se hace en un plano.

¿Deben los faros ser públicos o privados? Frías prefiere no entrar en «cuestiones políticas». Chulvi, sí lo hace: «Creo que se debería apostar por inversiones públicas para tematizarlos y ponerlos en valor desde el punto de vista patrimonial». La opinión de los inversores privados es difícil de conocer. Este diario ha intentado conocer el punto de vista de los concesionarios del Faro del Cabo Huertas, sin éxito. La Autoridad Portuaria no tiene preferencias, sólo tres faros más disponibles en Alicante para cualquier persona física o jurídica que tenga algo interesante que hacer en ellos. Y fondos.