El Consell está desde ayer en periodo de reflexión sobre endurecer las restricciones de movilidad una vez que la incidencia de la pandemia empeora un día más y el Ministerio de Sanidad ha autorizado a las comunidades en esta situación a ser más estrictas.

El jefe del Ejecutivo, Ximo Puig, se reunió ayer tarde con la titular de Sanidad, Ana Barceló, tras la participación de esta en el Consejo Interterritorial del Sistema de Salud. Y en las próximas horas podría convocar la comisión interdepartamental para cerrar cualquier decisión de cara a la Navidad con los líderes de los socios en la coalición de gobierno. De momento, no hay nada en agenda.

Está todo abierto, aseguraban anoche en el entorno del «president». No obstante, el contexto es favorable a la adopción de restricciones más severas: la mayoría de países europeos están optando por este camino, los datos de contagios y de incidencia acumulada de la enfermedad no son positivos en los últimos días y el propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, aseguró ayer en el Congreso que, «si hay que endurecer el plan de Navidad», no iba a dudar en proponerlo a las autonomías.

El Ejecutivo valenciano ha optado por una posición de «equilibrio», con limitaciones de movilidad, aforo y toque de queda pero sin cierres de algunos sectores económicos, como han decidido otras comunidades. Puig se inclina por insistir en la senda iniciada y evitar cambios de timón. En todo caso, en el Palau sí se contempla como opción muy posible endurecer algunas de las medidas ya en vigor para enviar un mensaje a la ciudadanía de que es importante no relajarse.

La limitación de las reuniones familiares de diez a seis personas durante las fiestas navideñas y la restricción del toque de queda los días 24 y 31 (ahora está anunciado a la 1.30 de la madrugada siguiente) son algunas de las decisiones que se barajan.

El Consell también considera necesario conseguir que las medidas ya decretadas se cumplan. Eso significa más control de aforos y movilidad. En este sentido, el Ejecutivo ha insistido en las últimas horas en la necesidad de que se garantice el cierre perimetral de la Comunidad Valenciana. El ministro Salvador Illa incidió ayer en que en Navidad no está tolerada la movilidad entre comunidades, salvo excepciones.

El líder del PSPV tiene también presión en el seno del Ejecutivo. La vicepresidenta, Mónica Oltra, volvió a manifestarse ayer partidaria de incrementar las restricciones en Navidad. Este fue uno de los motivos del último desencuentro público entre los socios, si bien ayer el tono de la dirigente de Compromís fue diferente al de semanas atrás. Dijo que Puig ya avanzó que si la situación empeoraba se iría a mayores restricciones, «y estoy de acuerdo». «En este momento la vacuna es quedarse en casa. Abogo por más restricciones y por que la gente tenga un comportamiento adecuado a la situación que vivimos», añadió.

Puig alertó por su parte de que «quedan unos meses extraordinariamente complicados» y pidió la «máxima prudencia» en Navidad para «salvar vidas».

La vicepresidenta aboga por más restricciones cuando la Comunidad Valenciana pasa a estar entre las de incidencia más alta

Illa informó ayer de que hay ocho comunidades donde el aumento de la incidencia de contagios es más elevado, por lo que es necesario tomar medidas con «prontitud y agilidad».

La Comunidad Valenciana es una de estas, lo que supone un factor de presión más. La incidencia acumulada en los últimos 14 días sigue aumentando al igual que la tasa de positividad, que continúa siendo la más alta de España, si bien la presión hospitalaria registra un ligero descenso de ingresos.

La incidencia acumulada se sitúa en 239 casos por cada 100.000 habitantes frente a los 227,31 del martes. Está por encima de la media nacio nal (201,16). La Comunidad Valenciana es la cuarta con mayores tasas.