El Ayuntamiento ha empezado a retirar de las calles de la ciudad contenedores ilegales de ropa usada, tal y como anunció hace un mes el gobierno municipal y se acordó poco después por unanimidad en el pleno de enero. Por ahora, según fuentes de la Concejalía de Limpieza, se han sacado de espacios públicos media docena de estos recipientes, que restan negocio a los contenedores de Proyecto Lázaro, la única entidad que a día de hoy tiene permiso para la ocupación de suelo público gracias a un convenio con Acción Social que finaliza en mayo. En la ciudad, habrá más de un centenar de contenedores sin licencia. Desde el bipartito recuerdan que sólo podrán retirar los recipientes que estén sobre suelo público.

El futuro del convenio es uno de los asuntos que están sobre la mesa del bipartito. Entre las alternativas que se manejan está intentar dar continuidad a ese acuerdo, aunque el interventor municipal no se muestra nada favorable a estos «contratos» porque van contra la libre concurrencia. También se valora incluir el servicio de recogida y tratamiento de ropa usada en una próxima ampliación del contrato de la limpieza viaria, que se prevé mejorar con la recogida de la materia orgánica (quinto contenedor). Éste fue uno de los asuntos que se abordaron este miércoles en una reunión entre el edil de Limpieza, Manuel Villar, y ediles de Compromís.

El concejal Rafael Mas urge al bipartito a retirar cuanto antes todos los contenedores ilegales que hacen competencia a Lázaro: «Es importante evitar que otras entidades lleven a cabo la misma labor de recogida de ropa y calzado, pero cuyo destino de beneficios desconocemos y no hay control sobre ellas ni están autorizadas». Desde Unidas Podemos, por su parte, exigen al bipartito que amplíe el convenio de recogida de ropa usada con Lázaro. Los socialistas, por último, lamentaban recientemente que siga habiendo contenedores ilegales, algunos nuevos, en espacios públicos.