El grupo municipal del PSOE en Alicante denuncia que el cementerio de la ciudad se encuentra al límite de su capacidad, no solo porque no haya nichos nuevos, sino porque la falta de previsión, según consideran los socialistas, ha puesto contra las cuerdas a los propios funcionarios que gestionan el camposanto. Ellos, aseguran, son los que sufren directamente las consecuencias de la falta de recursos y se tienen que “enfrentar” con actitudes amenazantes cuando se les comunica que solo hay espacios que ya han sido usados y que está en un cuarto o quinto nivel.

Así lo ha denunciado este sábado el PSOE a través de un comunicado, en el que ha afirmado que la falta de previsión del equipo de gobierno ha provocado que no queden nichos nuevos y que en la actualidad solo puedan utilizarse entre 40 a 50 enterramientos de mondas, utilizados previamente, pero que han caducado su arrendamiento o han sido trasladados los restos a otro cementerio. Esto, afirman los socialistas, deja a la ciudad en una situación límite, máxime en medio de una pandemia que está produciendo una mortalidad notable.

El PSOE alerta de que, pese a las advertencias de los propios funcionarios por los canales reglamentarios, el equipo de gobierno ha hecho oídos sordos. En la primera ola de la pandemia, explican, se pusieron en marcha dos grupos burbuja entre los funcionarios para evitar que en caso de que algún trabajador se contagiara de coronavirus el servicio no se viera afectado; sin embargo, en esta última ola no ha pasado lo mismo. El portavoz de los socialistas, Paco Sanguino, señala al respecto que "durante esta oleada de casos de coronavirus, donde ha habido más fallecimientos que en la primera, no se han hecho estos dos grupos burbuja, por lo que si hay alguien con covid entre el personal, toda la plantilla debería guardar una cuarentena". "Y entonces, ¿quién realizará este servicio esencial?", se pregunta.

Los socialistas piden soluciones de inmediato y que, sobre todo, se valore como corresponde a los funcionarios que trabajan en la actualidad en el cementerio. “Su trabajo es esencial, tienen que ponerse en la piel de los familiares de los fallecidos, realizar un sin número de trámites administrativos, y encima, desde este equipo de gobierno no se les valora porque no se ponen los medios necesarios para hacer frente a un momento tan delicado como el que vivimos”, concluye Sanguino.