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Un vertedero urbano junto al patio en el que juegan a diario escolares

Vecinos y ecologistas alertan de los residuos insalubres y restos de poda que se han depositado junto al colegio Pedro Duque

Desperdicios de todo tipo junto a la valla de un colegio de Alicante, ayer. | PILAR CORTÉS

Los ecologistas siguen de cerca la evolución de un vertedero urbano a espaldas del colegio público Pedro Duque de Alicante, que lleva varias semanas y sigue creciendo. Los vecinos explican que empezaron a preocuparse por esta situación en noviembre, y denuncian que, pese a que los servicios de limpieza ya han intervenido en la zona, personas incívicas siguen arrojando desperdicios junto al muro del centro.

«No es precisamente muy bueno para la salud tener un vertedero justo detrás del muro de un colegio donde juegan los niños de preescolar y Primaria. Atrae ratas por el tipo de basura que tiran allí. Todo tipo de desperdicios», explica Carlos Arribas, portavoz de Ecologistas en Acción. Este centro escolar está próximo a la Gran Vía de Alicante, por lo que llaman la atención los montones de basura tirados en la acera colindante al colegio, donde se aprecian todo tipo de desperdicios, desde elementos sobrantes de reformas en viviendas a maderas, cartones y una gran cantidad de broza así como bolsas de basura cerradas pese a la proximidad de varios contenedores.

Entre los residuos hay restos d e broza y bolsas de basura pese a que hay contenedores cercanos. | PILAR CORTÉS

«Al lado hay casas unifamiliares y gran cantidad de desperdicios de poda. Faltaría un contenedor de orgánicos y que lo recojan con frecuencia para triturarlo, compostarlo y hacer abono. De vez en cuando vienen con una excavadora y un camión para dejarlo despejado pero al día siguiente aparece otra vez la basura», señalan desde Ecologistas en Acción, que han tenido conocimiento de esta situación por un colaborador que está preocupado dado que «hay alumnos de Primaria a diario al otro lado de la valla».

El problema de los vertederos ilegales se ha agravado en toda la provincia con la pandemia por la gran cantidad de reformas realizadas en las viviendas. Para combatir estas escombreras, la nueva norma de licencias de obra impulsada por la Concejalía de Urbanismo, en manos de Ciudadanos, obliga al titular de la licencia tanto de obras mayores y demoliciones, como de obras menores y cualquier actividad con declaración responsable que generen residuos, a presentar un estudio de gestión de los restos derivados de la construcción y demolición. Hace dos años el bipartito llegó a hablar incluso del uso de cámaras y drones para intentar detectar a las personas que dejan los escombros en la vía pública, y también de soluciones policiales a estos problemas.

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