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Analizan trombos con Janssen mientras las dudas sobre AstraZeneca disparan el rechazo

Los «posibles vínculos» entre trombos y el remedio anglo-sueco afirmados por la EMA eleva la desconfianza

Trabajadores sanitarios preparan dosis de la vacuna COVID-19 de Pfizer-BioNTech en un centro de vacunación contra el coronavirus en Nápoles. Reuters

La Agencia Europea del Medicamento (EMA) investiga el riesgo de desarrollar tromboembolismos con el preparado de Janssen. La EMA respaldó el 11 de marzo el uso del fármaco, de la filial de la estadounidense Johnson & Johnson, una vacuna que todavía no se está utilizando en la Unión Europea debido a los retrasos en la entrega de dosis por parte del laboratorio. En este escenario, el regulador confirmó ayer que también está investigando esta vacuna tras cuatro casos graves de coagulación sanguínea posteriores a la vacunación con este preparado.

La EMA analiza datos sobre esos cuatro casos de coagulación sanguínea inusual con bajas plaquetas en pacientes que habían recibido previamente esta vacuna, uno de ellos durante el ensayo clínico y tres durante el uso de Janssen en Estados Unidos, de los cuales, uno resultó en la muerte de la persona vacunada.

Analizan trombos con Janssen mientras las dudas sobre AstraZeneca disparan el rechazo

Estos informes apuntan a una señal de seguridad, pero actualmente no está claro si existe una asociación causal entre la vacunación con la vacuna de Janssen y estas afecciones. Se espera que las primeras inyecciones de esta vacuna monodosis lleguen a los países europeos a partir del 19 de abril, según anunció la propia farmacéutica. De momento, solo se está utilizando en Estados Unidos.

AstraZeneca sigue en el foco

Mientras, la resolución de la EMA sobre los «posibles vínculos» entre la vacunación con AstraZeneca y los casos de coágulos sanguíneo ha incrementado la desconfianza hacia esta vacuna, informa Patricia Martin. A esta situación también contribuye el hecho de que la UE no haya adoptado un criterio único de administración de este fármaco y que España haya cambiado el plan de vacunación en varias ocasiones: primero se destinó a los trabajadores esenciales de menos de 55 años, luego se amplió a toda la población de 60 a 65 y ahora se ha decidido acotar su uso a personas de entre 60 y 69 años.

Aumenta el porcentaje de rechazo a la vacuna de AstraZeneca

Aumenta el porcentaje de rechazo a la vacuna de AstraZeneca Agencia ATLAS | EFE

Aunque no hay datos nacionales sobre si la desconfianza se ha traducido en anulaciones de cita, el viceconsejero madrileño de Salud Pública y Plan Covid-19, Antonio Zapatero, abrió la caja de pandora al anunciar ayer que «en torno al 60% o 70%» de las personas convocadas para ser vacunadas por AstraZeneca en la Comunidad de Madrid habían anulado en los dos últimos días su cita, después de que el miércoles por la noche Consejo Interterritorial de Salud prohibiese –con la oposición de Madrid solo– su administración en menores de 60 años debido a que los trombos se han dado mayoritariamente en personas más jóvenes. Antes de esa fecha, las cancelaciones oscilaban entre «el 2 % o 3 %» en la Comunidad de Madrid, según Zapatero. Tras los datos ofrecidos por Madrid, el consejero andaluz de Salud, Jesús Aguirre, señaló que en Andalucía el rechazo fue el jueves del 20% e hizo un llamamiento a la tranquilidad.

La desconfianza

En cualquier caso, las cifras indican que se está produciendo un aumento de las cancelaciones que puede deberse al temor que muchos ciudadanos sienten ante la posibilidad, aunque es muy pequeña, de sufrir una trombosis tras ser vacunado. De hecho, una reciente encuesta de la firma internacional de investigación de mercados y análisis de datos YouGov refleja que ha aumentado en un mes del 25% al 52% el número de personas que piensan que esta vacuna es insegura.

La desconfianza hacia AstraZeneca no se habría traducido, no obstante, en un rechazo generalizado a las vacunas para el covid. La misma consultora británica recoge, en otros estudios, que son muchos los ciudadanos europeos (los estudios se han hecho en el Reino Unido, Alemania, Francia, Italia y España), que mantienen su confianza en las fórmulas de Pfizer-BioNTech y de Moderna, que en España se siguen administrando a las personas mayores de 70 años.

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