La pandemia también ha tenido impacto sobre los viajes de corta distancia, ya sean cotidianos, por motivos de trabajo o de ocio. La Memoria de Aforos 2020 de la Conselleria de Política Territorial, Obras Públicas y Movilidad señala que el año pasado se redujo un 17% el tráfico en las carreteras de la provincia de Alicante pertenecientes a la red viaria de la Generalitat, por la que se realizan buena parte de estos desplazamientos. A lo largo del año pasado circularon por estas vías un total de 1.377 millones de vehículos, frente a 1.661 que lo hicieron en 2019, según esta base de datos.
Este descenso del tráfico en las carreteras locales, que se ha producido también, y con más intensidad aún, en las provincias de Valencia y Castellón, es el más intenso que se ha registrado desde que hay datos disponibles, en 1996. La única explicación posible es la pandemia de coronavirus y sus consecuencias sobre la movilidad; a modo de comparación, en el periodo de crisis económica entre 2008 y 2013 la máxima reducción anual de la circulación apenas fue del 9%. Así pues, se muestran de manera muy evidente las consecuencias de que entre marzo y mayo de 2020 apenas hubiera desplazamientos que no fueran los estrictamente esenciales, y de que posteriormente no se haya llegado a recuperar del todo el nivel de movimientos previo.
Eso ha favorecido que los tramos de la red viaria de titularidad autonómica en la provincia que habitualmente tienen una circulación más densa no alcancen el mismo grado de congestión de otros años, pero no quita que se hayan producido problemas puntuales. Las cifras de tráfico en algunos puntos han seguido siendo altas, aunque bajen en relación a 2019. Ejemplos de ello son cuatro de las vías locales más concurridas: los accesos a Dénia y Torrevieja por la CV-725 y la CV-905, respectivamente, además de la ronda metropolitana de San Vicente del Raspeig a Sant Joan d’Alacant, la CV-821, y el tramo de la CV-70 de La Nucía a Benidorm.
El acceso a la capital de la Marina Alta registró 28.178 vehículos diarios el año pasado, frente a los 32.401 de 2019; ahora bien, su tramo inicial soportó 27.950 vehículos en julio, más que los 25.845 del mismo mes del año anterior. Por su parte, la intensidad media anual en la entrada a Torrevieja tuvo un desplome importante, de 29.612 a 22.006, y uno de sus tramos bajó en agosto de 23.039 a 19.692, cifra pese a todo nada desdeñable. En la CV-821, el descenso fue de 23.829 a 19.410, y en la CV-70, de 26.740 a 23.135; en diciembre pasado, estas vías superaron ampliamente sus respectivas medias anuales, con 22.287 y 24.446 vehículos, lo que refleja una cierta congestión en su día a día.
