Alicante es, junto a Murcia, la provincia con mayor riesgo sísmico donde menos se tiene en cuenta el peligro de que los edificios puedan colapsar y venirse abajo en caso de terremoto. La probabilidad es alta también en Valencia y en las provincias andaluzas de Almería, Granada y Málaga, es decir, en todo el Sureste.
Con diferencias, porque el riesgo de desplome de las construcciones en Alicante en caso de sismo es superior a la de Málaga, es decir, que inmuebles diseñados para el mismo movimiento del suelo podrían tener diferentes valores de probabilidad de colapso. Así se desprende de una investigación realizada por científicos de la Universidad de Alicante que acaba de publicarse en la revista científica «Bulletin of earthquake engineering».
Este trabajo incluye también el primer mapa que mide la resistencia sísmica de los edificios de la península y que alerta del peligro de colapso que sufren las principales ciudades del Levante español, con una media de un movimiento sísmico cada cuatro días. Solo en julio y agosto se han registrado una veintena en las provincias de Alicante y Valencia y trece en Murcia, tres de ellos en el Mediterráneo, frente al Cabo de Palos, según las mediciones realizadas por la Unidad de Registro Sísmico de la Universidad de Alicante. Eso sí, el mayor de ellos de 2.8 grados en la escala de Richter. Fue el 8 de agosto con epicentro en el noreste de Petrer, y no causó daños.
El terremoto de mayor magnitud en la provincia en la historia reciente tuvo lugar en marzo de 2019 y alcanzó los 4 grados. Con epicentro en alta mar frente a la costa de Torrevieja y una duración de cinco segundos, generó la alarma de cientos de alicantinos.
En el Levante español el riesgo de colapso de edificios en caso de terremoto es mayor
Los investigadores del Instituto Multidisciplinar para el Estudio del Medio que han realizado este trabajo cuestionan la seguridad en las zonas del país más expuestas a terremotos e instan a reforzar las estructuras y pilares de los edificios de hormigón armado, material más utilizado en España, en las futuras construcciones de las áreas más susceptibles de sufrir un terremoto.
La pretensión final es que las autoridades den un paso más en la normativa existente, que data de 2002 y es de carácter estatal, para que se publique una nueva al entender que la actual se ha quedado completamente obsoleta, y que obligue a construir con un nivel de diseño sismorresistente mucho mayor en los edificios de nueva planta de Alicante, Valencia o Murcia dado que nada tienen que ver, por ejemplo, con Madrid, donde se pueden llegar a utilizar mejores materiales pese a no ser zona de riesgo sísmico. Así como desarrollar planes de emergencia que determinen las zonas más vulnerables para anticiparse y desplegar los medios de emergencia necesarios, y con ello minimizar los daños en los barrios de construcciones antiguas.
Hay que construir los nuevos edificios con un nivel de diseño sismorresistente mucho mayor
A la hora de hacer el estudio de la probabilidad de colapso de edificios en España, los científicos Alireza Kharazian, Juan J. Galiana, Noelia Agea y Sergio Molina utilizaron un mapa actualizado de la peligrosidad sísmica en España y, seguidamente, analizaron la probabilidad de colapso de las edificaciones en función de su fragilidad.
El resultado lo esbozaron en un mapa de coeficiente de riesgo publicado el 29 de julio como parte del artículo «Risk-targeted hazard maps for Spain», en el marco del proyecto europeo H2020 TURNkey. Los científicos observaron que la probabilidad de colapso de los edificios depende de la curva de peligrosidad sísmica pero también del valor de aceleración del diseño de los edificios que actualmente se indica en la normativa sismorresistente y que entienden que se debería revisar.
Este valor se asocia al movimiento del terreno que se produciría durante el terremoto de mayor magnitud probable con base al cual se diseña una estructura, lo que se determina en base a la historia sísmica y la estructura geológica del sitio.
Según el científico Sergio Molina, «lo relevante con los coeficientes de riesgo que hemos observado es que en el Levante peninsular sería necesario elevar esos valores de aceleración del terreno porque, de lo contrario, la probabilidad de colapso de edificios es mayor que en otras zonas del país menos vulnerables a los terremotos. Antes del verano la Generalitat sacó ayudas para desarrollar planes de emergencia y los municipios en esas zonas deben desarrollarlos para prepararse».
Un terremoto tiene mucho más efecto en una zona de arena que en casas cimentadas en roca
Los investigadores entienden que ese valor de aceleración de diseño debe aumentarse en todas las ciudades con peligrosidad sísmica de España para disminuir la posibilidad de que se vengan abajo los edificios en caso de que la Tierra tiemble con fuerza. El mayor aumento opinan que debería hacerse en Alicante y Murcia, teniendo en cuenta los considerables daños del terremoto de 2011 en Lorca; pero también en Valencia, Granada, Almería o Málaga. El seísmo de Lorca, el más grave en la historia reciente de España, tuvo una magnitud de 5,2 grados. Causó nueve víctimas mortales, cuantiosos daños materiales y se sintió en zonas del sur de Madrid.
Hay que vigilar que se cumpla la ley y que los planes urbanísticos incorporen mapas de riesgo
El catedrático de Análisis Geográfico Regional en la Universidad de Alicante y presidente de la Asociación Española de Geógrafos, Jorge Olcina, señala que en materia de riesgo sísmico, «todo lo que sea garantizar la vida de las personas, cueste lo que cueste, hay que hacerlo». Olcina se refirió al trabajo que se realiza en la Universidad de mapas de «microzonación sísmica», casi a escala de barrio, «porque la respuesta sísmica puede ser distinta en una misma ciudad en función del sustrato, del componente geológico donde se hayan levantado las viviendas. Lo interesante es conocer en detalle ese sustrato para aplicar las normativas sismorresistentes necesarias. No es lo mismo construir sobre piedra en una ciudad que en una zona de arenas, donde un terremoto tiene mucho más efecto que si la casa está cimentada sobre una roca. Hay que ir hacia eso, formar equipos, hacer mediciones y catas, y cuesta mucho dinero pero es lo que persiguen los trabajos de reducción del riesgo sísmico».
Alicante cuenta con un plan municipal de análisis de riesgos frente a los terremotos y Elche está en trámites
Olcina recordó también que el artículo 22 de la Ley del Suelo de 2015 obliga a que todos los planes urbanísticos incorporen un mapa de peligros naturales que nos pueda afectar, incluidos terremotos, y «hay que vigilar que se está cumpliendo». El estudio de la Universidad de Alicante ha recibido financiación y colaboración de los ayuntamientos de Alicante y Elche, pioneros en la elaboración de los obligatorios planes frente a seísmos.
El primer mapa que mide la resistencia sísmica en inmuebles alerta del riesgo en el sur de Valencia y Murcia
El primero aprobó el suyo a primeros de este año y el municipio ilicitano está en fase de redacción del proyecto en base al análisis de riesgos que precisamente ha realizado para ellos la Universidad de Alicante. En 2022, esta institución, junto a la Agencia Valenciana de Seguridad y Emergencias, liderará una prueba en Alicante para demostrar la utilidad de los algoritmos científicos y la plataforma de gestión de emergencias sísmicas que se están desarrollando dentro del proyecto TURNkey.
