La desaparición del toque de queda nocturno por el covid ha puesto en alerta a las Fuerzas de Seguridad ante la reactivación de la delincuencia y en la segunda noche sin restricciones de movilidad ya se ha registrado un grave incidente con un ciudadano ruso herido al ser apaleado de madrugada presuntamente para robarle dos teléfonos móviles en Alicante. La Policía Nacional detuvo en pocos minutos a siete personas de entre 18 y 34 años y trata de descartar si la agresión, en la que usaron palos para atacar a la víctima, no estuvo motivada únicamente por el robo. Por el momento, los detenidos han sido acusados de sendos delitos de robos con violencia y lesiones graves.
La agresión se produjo sobre las dos de la madrugada en la calle Pino Santo de Alicante, en una zona de esta vía donde suelen dormir personas sin hogar. La sala del 091 recibió una llamada de unos ciudadanos que presenciaron cómo un grupo de siete jóvenes perseguía y golpeaba brutalmente a una persona antes de darse a la fuga en dos vehículos. En la llamada se alertaba de una paliza «a un indigente» y se facilitaron las características de los implicados y los vehículos usados para huir del lugar.
La víctima fue auxiliada por unos agentes hasta la llegada de los servicios sanitarios, que le realizaron una primera asistencia antes de su traslado al Hospital General de Alicante, donde ingresó con fracturas en las costillas y contusiones por diferentes partes del cuerpo.
Las motos y coches radiopatrullas de la Policía Nacional que estaban de servicio se desplegaron para cerrar las salidas de la zona e incluso de la ciudad con el fin de localizar los vehículos sospechosos.
Unos minutos más tarde eran localizados en el barrio Juan XXIII Segundo Sector los dos vehículos y junto a ellos habían varias personas cuyas características y número coincidían con las facilitadas por los testigos.
Los agentes solicitaron refuerzos para identificar a estas personas y tras cotejar los datos y preguntarles por los vehículos y el incidente procedieron a su detención. Asimismo, la Policía recuperó objetos contundentes usados presuntamente en la paliza.
Los siete arrestados fueron trasladados a dependencias policiales, donde ayer se tramitaban las diligencias.
Los testigos relataron a la Policía que la víctima fue perseguida y golpeada inicialmente con un palo. Uno de los agresores le dio un puñetazo en la cara, lo que hizo que la víctima cayera indefensa al suelo. Los testigos escucharon «un fuerte y seco golpe de la cabeza de la víctima contra el suelo», momento en que los siete agresores continuaron la brutal paliza con patadas y más golpes con los «palos» que llevaba alguno de ellos, según informó ayer la Comisaría Provincial.
Una vez realizadas las primeras pesquisas la Policía parece descartar que se trate de un delito de odio y se baraja el robo de dos teléfono móviles que portaba la víctima como origen de la paliza.
La víctima quedó ingresada en el Hospital General de Alicante, donde la Policía Nacional acudió para recabar datos sobre lo ocurrido con la ayuda de un intérprete.
La Comisaría Provincial de Alicante destacó ayer la importancia de la colaboración ciudadana con llamadas al 091 para comunicar hechos delictivos. En el caso de ayer, como ha ocurrido en muchas ocasiones, la llamada facilitó la asistencia a la víctima y el rápido arresto de los presuntos agresores.
