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La ciudadanía se relaja con las medidas frente al coronavirus: más abrazos y menos mascarillas

La encuesta de la Generalitat Valenciana sobre el covid, liderada por la ingeniera alicantina Nuria Oliver, advierte de una caída generalizada en el uso de herramientas para hacer frente a los contagios en el último año

Dos personas se abrazan en el aeropuerto de Alicante, en una imagen reciente. | PILAR CORTÉS

Hace justo un año, el 91% de los ciudadanos aseguraba usar mascarilla para frenar los contagios de covid, el 88% apostaba por la desinfección de las manos, el 84% evitaba multitudes, el 78% rechazaba dar besos y abrazos, el 77% limitaba su número de contactos, el 74% intentaba mantener el distanciamiento social y el 52% se esforzaba en tener una buena ventilación interna. Ahora, doce meses después de aquellos días previos a la celebración de la Navidad de 2020, la situación ha cambiado significativamente, según revela la última actualización de la encuesta realizada por el grupo de trabajo Data Science for Covid-19 de la Generalitat Valenciana, encabezado por la ingeniera alicantina Nuria Oliver.

El último estudio hecho público advierte de una caída en el uso de las medidas frente al covid. Un descenso generalizado y nada menor. Actualmente, el uso de la mascarilla ha bajado hasta el 76% (desde el 91% de hace un año). También se ha reducido al 68% las personas que aseguran intentar evitar las multitudes (frente al 84% de diciembre de 2020) y al 67% los ciudadanos que siguen desinfectándose las manos con geles hidroalcohólicos con tal de reducir los contagios (veinte puntos menos que hace un año).

En el ecuador, esa delgada línea que viene a dividir a la población entre los que sí que asumen una medida y los que ya la han abandonado, se encuentran los que reducen los contactos para limitar posibles contagios (un 52%) y los que apuestan por el distanciamiento personal (un 51%). Por debajo de esa línea se sitúan ya los que aseguran que siguen sin dar besos ni abrazos para frenar la propagación del virus, que ya son un 48% de los encuestados, según la última actualización del estudio impulsado por la Generalitat que se puso en marcha poco después de irrumpir la pandemia. También ha caído la cifra de personas que se preocupan por mantener ventiladas las estancias interiores, pasando en apenas un año del 52% al actual 39%.

Si algo no ha cambiado en el último año ha sido la cuestión de género respecto a las medidas frente a la pandemia de coronavirus. Siguen siendo las mujeres las más cumplidoras, tal y como subraya la encuesta del Consell. En el uso de la mascarilla y la limitación de contactos, la diferencia entre hombres y mujeres es de 15 puntos (82% de las mujeres y el 67% de los hombres). Aún más distancia hay en la desinfección de las manos (16 puntos). Algo menos de diferencia existe en otras medidas como evitar multitudes y no dar manos ni abrazos para reducir contagios (trece puntos) o mantener una buena ventilación interior (diez puntos). El distanciamiento físico también evidencia diferencias entre hombres y mujeres, pero menor, con apenas seis puntos de margen. En cuanto a la población dispuesta a vacunarse frente al covid, también hay más mujeres (90%), frente a los hombres (82%), según la última actualización del estudio liderado por la ingeniera Nuria Oliver.

Más enfoques

La población de la Comunidad Valenciana se divide entre aquellos que consideran que las actuales medidas obligatorias frente al covid son «suficientes» y aquellos que reclaman un refuerzo ante el aumento de los casos positivos durante las últimas semanas, que han provocado más ingresos hospitalarios y más fallecimientos con motivo de la sexta ola de la pandemia, que está disparando la incidencia sobre todo entre los más pequeños. La encuesta de la Generalitat advierte de que el 36% de los encuestados quiere más medidas y una cifra idéntica considera que las actuales bastan. En torno al 10% se sitúan las otras tres opciones, entre las que destaca aquellos que ven «excesivas» las medidas actuales.

La ingeniera Nuria Oliver también destaca, entre los datos que evidencia la última actualización de la encuesta, el impacto psicológico. En este aspecto, aunque la situación parece mejorar, siguen registrándose valores altos. Todos los registros han bajado en los últimos meses, aunque todavía un 36% de los encuestados destaca un uso abusivo de la tecnología (que se dispara hasta un 62% entre los más jóvenes), un 30% asegura sufrir ansiedad (especialmente entre los de mediana edad), un 27% estrés (con mayor incidencia entre los menores de 29 años) y un 22% tristeza. En cuanto a la soledad, un 13% admite sufrir ese sentimiento.

En cuanto al riesgo por contagios que comporta la práctica de actividades habituales, el deporte individual sigue siendo la que ofrece más seguridad (a un 79% de los encuestados), seguida de acudir al pequeño comercio (64%) o a la peluquería (58%), entre otras.

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