El Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas acaban de avalar la tercera dosis de la vacuna frente al coronavirus para los mayores de 50 años, mientras la sexta ola de la pandemia avanza sin descanso a las puertas de Navidad.
Sin embargo, este objetivo de administrar terceras dosis al mayor ritmo posible choca con la lentitud con la que están siendo llamadas a vacunar las personas de entre 60 y 69 años en la Comunidad Valenciana. Apenas un 25,8% de este grupo de población ha recibido ya la dosis de recuerdo, frente al 45,7% de la media nacional, según la actualización de datos del Ministerio de Sanidad correspondiente a este miércoles. La valenciana es la autonomía que menos porcentaje de población ha vacunado en esta franja de edad. Se da la circunstancia de que en los datos del martes, apenas figuraba como vacunado un 11,2% de población en esta franja de edad, aunque en la actualización de ayer, esta cifra se había elevado al 25,8%, lo que Sanidad achacó a «un error informático».
El argumento que esgrime la Conselleria de Sanidad es que todos los esfuerzos se están centrando en inmunizar a las personas mayores de 70 años, grupo en el que ya han recibido la tercera dosis un 82%. Bien es cierto que en este colectivo la Comunidad Valenciana está levemente por encima de la media nacional, que se sitúa en el 80%. Desde Sanidad también se argumenta que en el grupo de 60 a 69 años el ritmo de vacunación es más lento, porque la valenciana es una de las comunidades con más peso poblacional en esa franja de edad.
Frente a los argumento de la conselleria, desde los centros de salud consultados por este periódico sostienen que es imposible acelerar el ritmo de vacunación con los recursos humanos actuales. En algunos de estos puntos de la ciudad de Alicante no hay citas disponibles para vacunarse hasta la primera semana de enero. Además de las dosis de refuerzo frente al covid, los enfermeros de los centros de salud están encargándose de la vacunación de la gripe y ahora de la inmunización de los niños frente a esta enfermedad. La vacunación se suma a tareas habituales de los enfermeros, como son la extracción de sangre, las curas y las visitas domiciliarias.
Otro de los motivos por lo que la Comunidad está a la cola en terceras dosis de personas entre 60 y 69 años es porque se empezó a citar más tarde que en otras zonas de España. Mientras que en algunas comunidades se empezó a llamar a finales del mes de noviembre, aquí no ha sido hasta la semana pasada cuando se comenzó a vacunar.
Quienes sí han recibido la tercera dosis frente al covid son los trabajadores sanitarios de hospitales y centros de salud. El objetivo es reducir la creciente incidencia del coronavirus en este colectivo al que se vacunó hace casi un año y que por tanto habían ido perdiendo inmunidad. De hecho, en casi un mes se ha duplicado el número de sanitarios que en la provincia de Alicante están de baja por covid o en cuarentena. En estos momentos hay 165 profesionales con la enfermedad y 74 en sus domicilios confinados por haber sido contacto estrecho de un positivo.
Así las cosas, las direcciones y servicios de Medicina Preventiva de varios hospitales de la provincia han emitido circulares recomendando a sus trabajadores que no celebren estas semanas cenas o comidas multitudinarias. Es el caso del Hospital General de Elche, el Hospital de Alcoy o el Hospital de Sant Joan. En este último caso, se explica en la circular que los estudios de evaluación de la efectividad vacunal que se realizan en el personal sanitario del departamento indican que transcurridos más de ocho meses desde la administración de la pauta completa de la vacuna, la efectividad vacunal es de un 46,3%. Cae de un 91,8% en los primeros cuatro meses, a un 65,7% entre cuatro y los ocho meses y a un 46,3% cuando han transcurrido más de ocho meses. Desde el Sindicato Médico, su presidente en la Comunidad Valenciana, Víctor Pedrera, señala que las recomendaciones que en algunos departamentos se está haciendo a sus trabajadores, «ponen de manifiesto que la situación comienza a ser crítica». Una vez más, añade, «se nos pide prudencia en nuestro ámbito privado, social y familiar, y se está dejando claro la carencia crónica de personal que en situaciones de tensión como la que se prevé en las próximas semanas va a hacer imposible mantener una asistencia adecuada con los recursos disponibles». Por tanto, concluye, «exigimos que la conselleria también sea prudente y reconsiderara su decisión de suspender contratos covid, especialmente de médicos».
