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Las obras del parque del PAU 2 arrancan después de estar incluidas en el presupuesto desde 2019

Esta nueva zona verde, con más de 20.000 metros cuadrados, tendrá equipamiento deportivo y juegos infantiles - La redacción del diseño se impulsó en la etapa del tripartito y la actuación debe finalizar en un año

La empresa empezó este lunes a acopiar material. | PILAR CORTÉS

Cuando se empezó a trabajar en el proyecto de las obras del nuevo parque, Alicante estaba gobernada por el tripartito de izquierdas, Miguel Ángel Pavón se encontraba al frente de la Concejalía de Urbanismo y el nombre oficial del barrio seguía siendo «PAU 2». Casi cuatro años después, la concesionaria de la actuación -Ecisa Compañía General de Construcciones y Construcciones Urrutia, abreviadamente, UTE Isla Corfú- inició este lunes los trabajos previos, con el acopio de material como las vallas, a la espera de que en una semana empiece a entrar la maquina pesada para construir el parque, según explicaron desde la Concejalía de Urbanismo, ahora en manos de Adrián Santos Pérez (Ciudadanos). Este lunes, sin hacerse más esperar, llegaron las primeras quejas de padres y profesores del IES San Blas, que hasta ahora aparcaban en el terreno sobre el que se construirá ahora el nuevo parque.

Las obras del parque del PAU 2 arrancan después de estar incluidas en el presupuesto desde 2019

La redacción del proyecto se incluyó en la mejora en el pliego de la licitación de las obras de prolongación y reurbanización de la avenida Isla de Corfú y, tras la fase de exposición pública que se abrió en febrero de 2019 y que no sirvió para incluir ninguna modificación al rechazarse las propuestas presentadas tanto por Pavón como por la asociación de vecinos del barrio, se aprobó por Junta de Gobierno en julio de ese año. En los Presupuestos municipales de 2019, aprobados ya con Barcala al frente del gobierno de Alicante, se incluía una partida inicial de medio millón de euros, suficiente para arrancar las obras ese mismo ejercicio, aunque no para finalizarlas. La licitación de las obras no se impulsó hasta el verano del pasado 2021.

El presupuesto definitivo del proyecto es de 1,84 millones de euros (IVA incluido), de los que 1,7 millones están en las cuentas de 2022, y el plazo de ejecución de la obra es de un año, por lo que debe estar terminada en la previa de las elecciones municipales de mayo de 2023, salvo que se produzca algún retraso considerable, como ha sucedido recientemente en otras actuaciones, como en la reurbanización de la Explanada o en la avenida Padre Esplá.

Este nuevo parque en un barrio con más de dos décadas de vida y escasas zonas comunes contará con más de 20.000 metros cuadrados y se plantea como un espacio vegetal que «favorece por su ubicación y diseño la habitabilidad y amabilidad urbanística para los ciudadanos de la zona y visitantes», según el edil. El nuevo espacio contará con equipamientos deportivos y zona de juegos infantiles (incluidos musicales y sensoriales y de integración), así como mobiliario urbano. Habrá casi medio centenar de  puntos de luz LED.

Toboganes en el desnivel

Una ancha senda de hormigón vertebrará el parque, cruzándolo de lado a lado. En su camino, se convertirá en una pasarela vegetalizada sobre la zona de juegos central y volverá a tomar tierra para ascender por el monte que forma una barrera natural con la Vía Parque. Desde ahí, según figura en el proyecto, conectará el parque con dos miradores elevados y con el futuro jardín de la Vía Parque. Conforme salve el desnivel de la parcela, que da a las avenidas Isla de Corfú e Deportista Isabel Fernández, justo enfrente del IES San Blas, la senda irá dando acceso a bancales a diferente altura con usos variados y recogidos por la vegetación. Estos bancales previstos se conectarán entre sí y con todo el perímetro del parque mediante toboganes, escaleras, rampas y taludes, dando forma a un itinerario que se espera que sea accesible y «lleno de espacios disfrutables».

Con respecto a las zonas ajardinadas, el proyecto contempla potenciar la heterogeneidad de los espacios basándose en los criterios de cromatismo, temporalidad y compatibilidad. Se establecerán, por tanto, diferentes zonas de plantación según el color mayoritario de su floración, y de esta manera, el jardín dispondrá de un recorrido cromático cambiante. En todas las zonas, según Urbanismo, se utilizará como base las variedades de vegetación de colores verde, gris, amarillo, marrón o crema y blanco. Se diferenciarán, además, las superficies según el uso mayoritario de especies de colores y, como puntos de contraste, se incluirán dentro de cada parte del terreno, algunas plantas de colores de otras zonas, según figura en el proyecto.

La oferta presentada por la UTE adjudicataria incluye, sin coste económico para el Ayuntamiento, la mejora ambiental, que en la práctica supone un incremento de las especies vegetales y de los materiales que favorecen su crecimiento y un incremento en las condiciones de funcionalidad y accesibilidad que supone el suministro e instalaciones de material con mayor calidad y prestaciones. Por otra parte, se contempla también una ampliación del plazo de garantía en un año extra.

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