La elevada demanda de tratamientos de fisioterapia ha provocado que los tiempos de espera en la sanidad pública se hayan disparado y en estos momentos oscilen entre los seis y los diez meses, según datos del sindicato de enfermería Satse, así como la información recabada por este diario en distintos departamentos de salud de la provincia.
Los casos urgentes, sobre todo los pacientes que han sido operados, están al día y no sufren esta demora. Por contra, son los casos preferentes y no urgentes los que acumulan mayor espera, con consecuencias negativas para los pacientes. “Lesiones que en un principio son leves y se resuelven con pocas sesiones y con educación al paciente llegan a agravarse y a necesitar de más sesiones de fisioterapia para poder sacarlas”, explica un profesional consultado.
Pese al aumento de plantillas que ha habido a raíz de la pandemia, son necesarios más profesionales. Así, el Satse pone de relieve que las ratios de fisioterapeutas por población a nivel de la provincia “están muy lejos de la recomendación OMS de un fisioterapeuta por cada mil habitantes, puesto que se sitúan en 0,11 fisioterapeutas por mil habitantes de media”, explica Emilia Guevara, secretaria de Acción Sindical del Satse. A tenor de estos datos, añade Guevara, “en la Comunidad Valenciana se necesita aumentar 3.316 fisioterapeutas en los departamentos de gestión pública para alcanzar la ratio OMS”. Del mismo modo, “la provincia de Alicante necesita aumentar 1.202 profesionales, a lo que habría que añadir los déficits de plantilla fisioterapeuta de las concesiones administrativas y consorcios hospitalarios no gestionados directamente por la Conselleria de Sanidad”.
Desde el Colegio de Fisioterapeutas de la Comunidad Valenciana, su decano Josep Benítez, lamenta “la poca presencia del fisioterapeuta en la sanidad pública”. Además de un aumento de plantillas, el colegio ha solicitado a Sanidad otras medidas, como la creación de la figura del coordinador jefe en cada departamento para homogeneizar la asistencia. “No es justo que una persona que vive en Orihuela tenga un trato distinto a otra que residen en Vinaroz”, señala Benítez. En muchas ocasiones estas demoras vienen derivadas de la falta de médicos rehabilitadores, “que se solventarían si especialistas como los traumatólogos o neurólogos pudieran derivar directamente determinadas lesiones sin pasar por el médico rehabilitador”.
El Satse pide también más plantilla de fisioterapeutas para otros servicios, al margen de hospitales y centros de salud. “Sólo hay un fisioterapeuta adscrito a una Unidad de Hospitalización a Domicilio, en concreto a la del Hospital General de Alicante”, lamenta Emilia Guevara. Todo a pesar de que “según la propia Conselleria de Sanidad ha tenido un resultado muy satisfactorio en los departamentos dónde se ha implantado esta figura profesional”.
Considera también el Satse que debería haber un fisioterapeuta en cada UCI de la Comunidad Valenciana a fin de reducir la estancia media de estos pacientes y favorecer la rehabilitación. A nivel de Atención Primaria, “cada centro de salud de la provincia de Alicante debería de tener como mínimo al menos un fisioterapeuta, de tal modo que se evitarían desplazamientos innecesarios por parte de los pacientes a los hospitales y otros centros de salud más masificados, al tener que atender pacientes de otras zonas básicas de salud”.
