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Sanidad dejará de hacer pruebas de covid a los pacientes que ingresan para una operación

Tampoco serán necesarias de manera previa a la realización de pruebas diagnósticas

Las PCR ya no serán necesarias para someterse a una operación quirúrgica. David Zorrakino - Europa Press

Adiós a las PCR previas a una operación o a una prueba médica. Esta es una de las principales novedades de la nueva estrategia de vigilancia y control frente al covid que comenzará a funcionar a partir del lunes en toda España. Hasta el momento, las personas que debían entrar a quirófano o someterse a determinadas pruebas médicas que generaran riesgo de contagio eran citados previamente por el hospital para someterse a una prueba diagnóstica para descartar que tuvieran covid.

Con la caída de la incidencia y la menor virulencia de las nuevas variantes, Sanidad ha determinado que se puede prescindir de esta medida. No obstante, el nuevo protocolo deja abierta la posibilidad de que se cribe a determinados pacientes. “Los centros hospitalarios podrán considerar el uso de cribados en situaciones específicas y con el objetivo de proteger a los pacientes vulnerables a criterio de los responsables de control de la infección”, señala el documento que acaba de publicar el Ministerio de Sanidad.

Otra de las novedades que recoge el texto es que, a excepción de la población general, las personas que trabajen en entornos vulnerables sí que deberán aislarse cinco días ante la aparición de síntomas de la enfermedad. Pasado este tiempo se les hará una prueba de antígenos. No obstante, el protocolo sólo habla de “trabajadores que prestan apoyo y cuidados a personas vulnerables”, sin especificar más. De ahí que de momento este punto haya generado confusión en los hospitales ante la duda de saber a quién se le aplica.

La Comisión de Salud Pública dio este martes luz verde a la nueva estrategia que normalizará la covid a partir del próximo 28 de marzo, cuando se eliminarán los aislamientos de los casos leves y asintomáticos, las cuarentenas de sus contactos y la realización de pruebas con carácter general.

Los test diagnósticos tan solo se harán a personas (mayores de 60, inmunodeprimidos y embarazadas) y ámbitos vulnerables (sanitarios y sociosanitarios), así como a los casos graves, en los que se focalizará a partir de ahora la vigilancia. Mientras que el diagnóstico de pacientes con sintomatología leve compatible con covid-19, por su parte, se dejará a criterio del profesional, de manera que se realizará según las necesidades de manejo clínico del mismo.

En esta nueva etapa de la pandemia, los casos confirmados leves, y también los asintomáticos, no tendrán que hacer aislamiento ni los contactos estrechos cuarentena -que en ambos casos es de siete días-, pero se les recomendará hacer uso de medidas preventivas como la utilización de mascarilla en todos los ámbitos y evitar contacto con personas vulnerables.

Los centros sanitarios asistenciales o sociosanitarios, por su parte, podrán implementar medidas específicas de aislamiento y control.

La estrategia mantiene un aislamiento en residencias de cinco días, que se levantará si el quinto transcurre sin sintomatología, aunque los trabajadores deberán tener además una prueba de antígenos negativo. Igual que los pacientes hospitalizados, que también tendrán que aislarse cinco días y tener un test negativo.

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