La Conselleria de Sanidad ha dado por cerrada la investigación que han llevado a cabo los servicios de seguridad alimentaria en el comedor del colegio Maristas de Alicante, tras la alarma que produjo la afección de al menos 125 niños con vómitos y diarreas, que coincidieron el mismo día en el comedor escolar.
Mes y medio después de que los padres de alumnos afectados alertaran sobre estos hechos, desde Sanidad dan por concluido el análisis y seguimiento pormenorizado de todos los casos recomendando a la empresa que da el servicio de comedor, que extreme las medidas de seguridad alimentaria.
Pese a concretar desde el propio colegio que no se han detectado malas prácticas alimentarias, se ha asumido la recomendación de las autoridades sanitarias y la concesionaria de la alimentación, Serunion, ha optado por incluir entre el personal de comedor a un profesional Nutricionista en seguridad alimentaria.
Los expertos en salud han investigado el origen de los vómitos, retortijones e incluso fiebre en algunos casos, que sufrieron los pequeños de clases de Infantil y Primaria, la madrugada del martes 15 de febrero al miércoles día 16, hace ahora mes y medio.
Protocolo
La dirección del colegio actuó de inmediato tras conocer lo sucedido por los propios padres y las evidentes ausencias de niños al día siguiente, ya que como relataban las familias "en mitad de la noche mi hijo tuvo sucesivas diarreas y se quejaba mucho de dolor en la tripa, tenía continuos retortijones", mientras otros presentaron sangre en heces y fiebre.
Tanto la dirección del centro como la empresa concesionaria del servicio de comedor "activaron inmediatamente todos los protocolos de actuación y seguridad", tal y como confirmaron a este diario, y han cumplido el compromiso de informar a las familias en cuanto se ha sabido el resultado de la investigación por Sanidad.
Errores
Pese a que destacan que en los menús de toda la semana inspeccionada "no se han observado malas prácticas en la elaboración", admiten por su parte desde la empresa del comedor que durante el pormenorizado proceso de análisis, los expertos sanitarios en salud detectaron errores en el etiquetado de algún alimento, circunstancia que se achaca a los proveedores y que se asegura que no tiene relación con los menús de la citada semana, amén de afirmar que se rechazó la mercancía y que el proveedor admitió el error.
No se han observado malas prácticas en la elaboración de los alimentos
Añaden en la información a las familias que los análisis sobre los alimentos que ingirieron los niños han resultado "correctos", tanto los realizados por Sanidad como los encargados de forma paralela por la propia concesionaria del servicio de comedor.
No obstante sí se señala que tras haberse detectado una "mínima presencia" de una bacteria en unas "pechugas de pollo cocinadas", circunstancia que la hace indetectable por el personal de cocina además de que por su escasa concentración no alcanza una posible "dosis infectiva del microorganismo", por iniciativa propia "y como medida de mayor seguridad para las actividades de cocina", han contratado un técnico Nutricionista con experiencia en seguridad alimentaria.
Control
La empresa de comedor, Serunion, se propone "intensificar los controles en la recepción de mercancía, y vigilar a diario los procedimientos de cocina" tras lo sucedido.
Se van a ajustar los pedidos para que el consumo de los alimentos no se prolongue en el tiempo desde la refrigeración hasta que se preparan, y se extrema el control sobre posibles peligros microbiológicos, que son las recomendaciones de Sanidad a los responsables de la alimentación en el comedor, dando por cerrada la investigación.
