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"He comido ya con dos ministros, pero aún no me han recibido ni el alcalde de Alicante ni el presidente de la Diputación"

El nuevo director de Casa Mediterráneo lamenta que el Ayuntamiento haya aplazado hasta en tres ocasiones el encuentro

Andrés Perelló dirige desde diciembre la Casa Mediterráneo David Revenga

El ex diputado socialista Andrés Perelló ha tomado las riendas de Casa Mediterráneo, después de más de un año en el que el cargo ha estado vacante desde que Francisco Javier Hergueta dejara la dirección para ser embajador español en la capital turca, Ankara.

¿Qué retos se marca al frente de esta institución?

La casa ha estado 18 meses sin director general efectivo nombrado y eso se nota. Además, por distintas razones, desde que la casa abrió ha habido una serie de diferencias de conceptos en los distintos gobiernos que han hecho que la institución no estuviera cumpliendo al cien por cien. El mandato que tiene Casa Mediterráneo es el de proyectar el estado español en el Mediterráneo y recibir la imagen de reflejo del Mediterráneo en el estado español y todo llevando a Alicante en la mochila. Hay un artículo en los estatutos que obliga a promocionar Alicante, si Alicante se deja. Estoy dispuesto a promocionar Alicante en lo que Alicante me diga que quiera ser promocionada, aunque no he tenido la ocasión de poderlo saber.

¿Aún no ha podido reunirse con las autoridades locales?

Desde el 1 de diciembre he comido con dos ministros, me he entrevistado con tres secretarios de estado y con cinco directores generales, con un presidente de la Generalitat y con el secretario general de la Unión por el Mediterráneo, que tiene rango de primer ministro, pero no me he podido entrevistar con el alcalde de Alicante ni con el presidente de la Diputación ni con el alcalde de Benidorm, que son tres consorciados. Deben de tener las agendas muy ocupadas y yo estoy a la espera. Con la Diputación podríamos hacer cosas en sus infraestructuras. No quiero que todo se haga en la casa. La casa es la marca y la organización, pero podemos establecer sinergias. Alicante está en una situación privilegiada, con un aeropuerto internacional, un AVE, un clima benigno y un puerto envidiable. Puede aspirar a mucho más. Alicante debería estar con nosotros y no haciendo de esto una casa de cultura. Es lo que quiero plantear. También es verdad que para eso deberíamos ponernos al corriente, porque el Ayuntamiento lleva diez años sin pagar su cuota. Ese es el presupuesto de un año para nosotros y en este momento nos permitiría duplicar las actividades.

Andrés Perelló es el nuevo director de Casa Mediterráneo David Revenga

¿Les han dado una explicación de por qué no están al corriente de los pagos?

Quiero reunirme con el alcalde para eso, pero no he podido porque no me ha recibido. La reunión se ha aplazado tres veces. Con el presidente de la diputación se pidió y no se ha respondido. Todo eso desde diciembre. No quiero ser impertinente. Ellos ya lo saben, ya me dirán. No quiero molestar, pero cierto es que no he podido hablar con las autoridades más cercanas. Con la Junta de Andalucía voy a hablar el día 20. La Región de Murcia quiere participar en cosas. La Diputación de Valencia me recibe ya este viernes y el Ayuntamiento de Barcelona tenemos cita para verlo. Aquí no hay signos políticos. Se trata de sumar sinergias y otras instituciones lo han entendido. No quiero forzar, si lo quieren ver bien y si no caminaremos con València, Sevilla, Barcelona o con Málaga, que tiene una concepción mediterránea que se ajusta mucho a la nuestra y también quiero ir a verles.

Usted quiere dejar a un lado el papel de la institución como casa de cultura. ¿Qué proyectos concretos tiene en marcha?

Hasta ahora ha habido una buena programación cultural, pero nosotros no estamos para hacer una programación cultural. Estamos para hacer diplomacia pública internacional. Ha habido que reconfigurar el gasto y la programación. Hemos ampliado la proyección internacional de la casa. Somos la primera casa del ministerio que suscribe un convenio con la Unesco. Es algo muy importante porque vamos a representar España en una coalición internacional con Croacia, Francia Túnez e Italia, para hacer una prospección arqueológica en septiembre en el banco de Skerki, entre Sicilia, Córcega y Túnez. Allí se han hundido muchos barcos, desde los fenicios hasta la segunda Guerra Mundial. También esta misma semana ha sido la primera vez que un director de la Casa del Mediterráneo se ha entrevistado con el secretario general de la Unión por el Mediterráneo. Vamos a hacer un convenio de actividades y dentro de este semestre queremos hacer un par de seminarios sobre la integración económica euro mediterránea. Vamos a plantear un convenio con el Instituto Tecnológico de Massachusetts para tener un observatorio durante 17 semanas con técnicos, articulistas y especialistas para escanear el estado de la tecnología digital en toda la cuenca del Mediterráneo en menores de 35 años. Eso valdrá para participar en el congreso mundial de despoblación este invierno y un gran seminario que concentrará a industrias agrarias, científicos y ministros de Agricultura para hablar de agricultura de precisión en el Mediterráneo. Por otro lado, el Sahel está explotando y es probable que tengamos pronto una crisis migratoria. Estamos preparando dos mesas para mayo sobre la OTAN en el flanco sur del Mediterráneo. Vamos a firmar un convenio con el Ayuntamiento de València para crear el alto patronato. También entrarán Televisión Española, la Agencia EFE y algunas fundaciones y empresas privadas, que harán aportaciones económicas a la casa y participarán en la programación. El objetivo es que la casa tenga a final de año una internalización en el Mediterráneo consolidada y avanzar el año que viene en los aspectos que hayamos empezado a consolidar: tecnología, agua, agricultura, cambio climático y cultura.

¿Hay presupuesto para llegar a todos estos proyectos? Con la anterior crisis la institución estuvo en riesgo de desaparecer.

La casa tiene un presupuesto exiguo. Cuando me entrevisto con alguien siempre digo que esta es una casa mendicante. El presupuesto a veces es un problema, pero también digo que de qué sirve mucho presupuesto si no tienes ideas. En este momento tenemos una gran despensa de ideas ajustadas al presupuesto. El hecho de hacer alto patronato nos facilita un ingreso recurrente adicional en metálico y un ingreso en especie. Por ejemplo, alguna de las actividades que vamos a hacer se realizarán a medias. Nuestro euro lo multiplicamos por tres con los convenios de colaboración. Estamos ajustados, vamos a hacer todo con el presupuesto de este año sin incurrir en deuda, porque no podemos.

¿Cómo pueden despuntar las empresas de la cuenca mediterránea en un mundo que económicamente mira a China?

Hay que empezar a pensar cómo se va a reconfigurar el mapa geopolítico en el mundo tras la guerra en Ucrania, pero sobre todo en Europa. La cuenca mediterránea tiene mucho que decir en esa reconfiguración y también España, que tiene la oportunidad el año que viene de presidir seis meses la Unión Europea. Hay que empezar a perfilar una gran política mediterránea y no políticas sueltas. Hay que preguntarse si es la hora de la relocalización de las empresas en el Mediterráneo. La pandemia demostró lo lejos que estaban los materiales y componentes, los precios de los transportes multiplicados por tres, más el gasto energético… quizá todo esto demuestra que ha pasado la época de explotar la mano de obra barata. Qué salarios económicos en la cuenca hay y que la distancia es menor.

"La cuenca mediterránea tiene mucho que decir en la reconfiguración del mapa geopolítico tras la guerra en Ucrania y también España

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¿Y tienen la cuenca mediterránea las infraestructuras y capacidad logística para atraer todo este volumen de negocio? ¿Qué nos falta para ser Singapur?

La cuenca mediterránea tiene la posibilidad de cubrir todo lo que hasta ahora se cubría de Asia. Muchas veces se dice que hay diferencias culturales, como si Malasia o China tuvieran una cultura hermana a la nuestra, esa cultura es mucho más diferente que la que tenemos con el resto del Mediterráneo. El ahorro en transportes sería tremendo y lo que generaría una economía empresarial en la cuenca sur en cuanto a mano de obra femenina y la liberación de la mujer como elemento latente es evidente. Ahora se dice que hay que empezar a sembrar trigo. Esto no va a ser algo rápido. La reposición de Ucrania y Rusia como graneros no va a ser rápida, mientras que Egipto y Túnez en su momento fueron conocidos como los graneros de Roma. No hay nada nuevo en la vida, pueden volver a ser graneros de Europa y mucho más cercanos.

Pero en el caso concreto de la provincia, ¿no es un obstáculo que aún no tengamos el Corredor Mediterráneo o que nuestro puerto siempre esté a la sombra del de València?

Uno se levanta por la mañana se mira en el espejo y dice: “Este es mi cuerpo y con él tengo que funcionar”. Porque si yo me levanto por la mañana y digo: “Si fuera George Clooney estaría haciendo anuncios y en los Ángeles” es una pérdida de tiempo. El puerto de Alicante ha de pensar en sí mismo y la ciudad en sí misma. Y no deben estar pensando si les hace sombra València o si les maltrata o si Elche crece más. Tú mira lo que tienes. El puerto de Alicante está en una situación privilegiada y puede despegar. Si hablamos de relocalización de empresas al otro lado de la orilla, ese puerto tiene que crecer por narices. De hecho, le voy a pedir al nuevo presidente del puerto que entre en el alto patronato y hablemos de los puertos del Mediterráneo para la relocalización de empresas. En un mundo global como el que tenemos, en el que estornuda Zelenski o Putin y el trigo deja de venir a España, no podemos estar mirando a la provincia de al lado. València va a su marcha, es un puerto muy importante, pero eso no quita para que Alicante tenga una ubicación excepcional y está en una punta del Mediterráneo privilegiada. Vamos a estrujarnos la cabeza para ver cómo ampliar ese puerto. Y mi consejo a Alicante es que defina un modelo de ciudad para los próximos 50 años, con el mayor consenso posible y deje de mirar a los demás. Verá como descubre que su cuerpo tiene posibilidades de sacar más músculo y ahora no lo saca porque tiene el complejo de que los demás pueden tener mejor cuerpo. Hay público para todos y uno se tiene que poner en el mercado con lo que tiene.

Andrés Perelló, en un momento de la entrevista David Revenga

¿Qué planes hay para el edificio que alberga la sede de Casa Mediterráneo y que se quedó a medias debido a la pasada crisis económica?

Efectivamente, había un proyecto que quedó inconcluso, pero la verdad es que todos los arquitectos de patrimonio que vienen a verlo quedan enamorados. Quiero cerrar vientos y todas las ideas que nos aportan es ampliar espacios en lo que aún hay por rehabilitar, que son dos locales, no reducir las microarquitecturas para no afectar al edificio. La duda es si subir las oficinas a la planta superior, para eso sí tenemos un inmovilizado de 800.000 euros. El espacio del centro no lo tocaremos porque es absolutamente versátil, lo mismo hacemos un concierto como el del sábado con 600 personas que ponemos una jaima u obras de arte. Tenemos el ágora para actos de menos de cien personas y si es invierno y hay que hacer algún acto, tenemos el convenio con la Fundación Mediterráneo, que tienen unas infraestructuras estupendas.

"Hay que preguntarse si es la hora de la relocalización de las empresas en el Mediterráneo. La pandemia demostró lo lejos que estaban los materiales y componentes"

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¿Está resuelto el problema de la licencia de ocupación?

Está encaminada y a punto de concederse, y eso nos libera para hacer las transformaciones que nos quedan.

Al lado de la casa hay terrenos ferroviarios. ¿Qué proyectos hay para esa zona?

Ese espacio es de Adif y en él se prevé instalar el museo del ferrocarril. Este proyecto nos cuadra con el relato, porque nosotros nunca dejaremos de ser una estación de ferrocarriles del sur. Mientras que hacer unas pistas de pádel, como alguien propuso, rompe el relato.

España acaba de entrar en conflicto con otro país socio del Mediterráneo como es Argelia a cuenta del cambio de postura respecto al Sáhara. ¿Qué opina de este problema diplomático?

El Sáhara como tal tiene un procedimiento en la ONU. Los países tienen derecho a opinar, pero si la ONU mantiene una misión para el referéndum del Sáhara es porque el referéndum está pendiente, con independencia de lo que opinemos. A la casa no nos perturba, porque si el Sáhara fuera estado, no sería de nuestra casa, sería atlántico, de casa África. Marruecos y Argelia tienen que resolver sus problemas de vecindad y el tema del referéndum lo tiene que resolver la ONU. El lema de esta casa es cero conflictos de vecindad, cero conflictos en la cuenca.

¿Pero no cree que este conflicto puede dañar los intereses de los empresarios españoles en Argelia?

Nosotros tenemos previsto un foro económico en Orán y seguiremos la relación con Argelia con normalidad. Nuestra relación con Argelia es privilegiada. La casa no entra en conflictos, sino en soluciones. Si esta casa puede ser útil para tener un diálogo entre Argelia y Marruecos o entre Mauritania y el Sáhara, esta casa está abierta para eso. Queremos que los conflictos se metabolicen a través del diálogo en soluciones.  

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