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Casa Mediterráneo registra en Urbanismo el nuevo proyecto para conseguir la licencia tras operar una década en situación irregular

La institución diplomática reduce el aforo oficial de la antigua estación de Benalúa, de 1.200 a 400 personas, y deja para una segunda fase la recuperación de elementos protegidos que se eliminaron durante la rehabilitación y cuya reposición exigen los técnicos municipales

Una imagen de archivo de la fachada principal de Casa Mediterráneo ISABEL RAMON

Casa Mediterráneo ya ha registrado en el Ayuntamiento de Alicante la adecuación del proyecto para conseguir la licencia de actividad de la que carece desde que echó a andar, hace una década. Para intentar conseguir el permiso municipal, que debe conceder la Concejalía de Urbanismo, Casa Mediterráneo se ha visto obligada a reducir el aforo máximo de la instalación, pasando de las 1.200 personas que se recogían en el proyecto inicial a las 500, que han establecido en el documento enviado al Ayuntamiento.

El 1 de abril de 2013, los por entonces ministros de Asuntos Exteriores y Cooperación, José Manuel García-Margallo, y de Fomento, Ana Pastor, presidieron la inauguración oficial de la sede de Casa Mediterráneo en Alicante, ubicada en la antigua estación ferroviaria de Benalúa. La puesta de largo de la institución, prometida por el entonces presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero durante la campaña electoral de 2007, se realizó sin licencia de apertura ni de actividad, tras cuatro años de obras. Hoy, la situación sigue igual, aunque Casa Mediterráneo ya ha dado un paso necesario para regularidad la situación.

Como nunca se llegó a finalizar el proyecto de obra inicial por problemas económicos, la institución ha operado todos esos años sin los permisos municipales necesarios. Desde la inauguración oficial, tres responsables han estado al frente de Casa Mediterráneo: Almudena Muñoz (2012-15), la directora cuando se abrió la sede de la institución diplomática, Miguel Oliveros (2015-17) y Javier Hergueta (2017-2020), quien reactivó el proceso para conseguir la licencia municipal, aunque sin avances significativos. La primera directora de la institución dependiente del Ministerio de Exteriores, Yolanda Parrado, participó en la colocación del cartel anunciador del inicio de las obras de rehabilitación de la estación en un acto el 1 de diciembre de 2020.

Un acto multitudinario celebrado en Casa Mediterráneo, durante su década de actividad Carolina Escalante

«La licencia de apertura se solicitó cuando se inició la actividad, pero la situación de la dependencia no coincidía con la recogida en el proyecto de rehabilitación», explicaban hace unos días desde la dirección de Casa Mediterráneo, donde añadieron que con Hergueta se trabajó en nuevos proyectos para finalizar la sede, pero el estallido de la pandemia volvió a paralizar la regularización de la sede de la institución. Desde que llegó el equipo del nuevo director, Andrés Perelló, se reactivaron los trabajos para conseguir la licencia correspondiente: «La solución pasa por dividir el proyecto original en fases, para conseguir el permiso con la fase actual de las obras».

Para lograr ese objetivo, según ya explicaron las mismas fuentes, no hace falta acometer más actuaciones, por el momento, sino ajustar el proyecto a la situación actual, reduciendo el aforo previsto inicialmente. «Tenemos previsto presentar el proyecto ajustado en unas dos semanas para conseguir la licencia en un máximo de dos meses. Luego, trabajaremos en una segunda fase de obras para finalizar la rehabilitación de la instalación», apuntaron hace un mes desde la institución diplomática.

Desde el área de Urbanismo, por su parte, confirmaron a finales de enero que ya se han realizado al menos tres reuniones entre ambas partes. «Casa Mediterráneo tiene que presentar un proyecto que cumpla con los exigido, en materia de accesos, de baños... Ahora mismo, la instalación es como un hangar. Actualmente, lo que hay es un informe desfavorable de los técnicos, pero existe voluntad para resolver la situación», añadieron desde el Ayuntamiento.

Para una segunda fase se deja, por tanto, la finalización de las obras, para ajustarlas al proyecto inicial. Entonces, según fuentes municipales, Casa Mediterráneo tendrá que recuperar elementos protegidos que se eliminaron durante la rehabilitación de la antigua estación de Benalúa, que se iniciaron en 2010 y terminaron (dejando a medias el proyecto original) en 2013. Esa actuación se llevó por delante elementos protegidos de un edificio con más de un siglo de vida.

Así consta en providencias enviadas por el Servicio de Disciplina Urbanística y Ambiental, dependiente de la Concejalía de Urbanismo, en las que se exige subsanar reparos para cumplir con la normativa vigente relativa al Plan Especial de Edificios Protegidos, como forjados, vigas, materiales de la fachada, además de carpintería exterior, entre otras cuestiones. También se reclama que se repongan las barandillas y pasamanos de una escalera demolida. 

Casa Mediterráneo deberá cumplir con estas exigencias del Ayuntamiento de rehabilitación de los elementos protegidos que se retiraron durante las obras de acondicionamiento de la antigua estación. Sin embargo, ambas administraciones tienen previsto trabajar previamente en la concesión de la licencia de actividad, ya que la sede lleva en funcionamiento casi una década sin contar con los permisos necesarios.

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