La Policía Nacional ha detenido en Alicante a los padres de un menor de 16 años que acudió a la Comisaría Provincial para denunciar que estaba siendo obligado por sus progenitores a traficar con drogas, sustancias que entregaba a diferentes personas en la puerta de su instituto y de su domicilio. Los compradores le entregaban dinero y este se lo daba luego a su padre. El menor niega haber entregado droga a alumnos del instituto donde estudia y asegura que también era objeto de malos tratos y amenazas si se negaba a repartir las sustancias estupefacientes. La Policía intervino droga a los detenidos y dos armas de fuego, así como 147 cartuchos munición, dos defensas eléctricas y otros efectos.

Los arrestados, de 34 y 36 años, pasaron a disposición judicial el pasado fin de semana en Alicante y el juzgado de guardia decretó el ingreso en prisión del padre y acordó una orden de alejamiento del menor, además de retirar a ambos la patria potestad de forma temporal tanto del menor que les denunció como de otro de hijo de la pareja, de 6 años. Los dos menores han quedado a cargo de una familiar.

Los hechos fueron puestos en conocimiento por el propio menor de edad, quien se personó la semana pasada en las dependencias de la Comisaría Provincial de la Policía Nacional en Alicante. Allí manifestó que sus padres le estaban obligando desde hace varios años a traficar con droga, principalmente hachís. Según su testimonio, le daban paquetes con droga que entregaba a diferentes personas en la puerta del instituto donde estudia y en el portal de su edificio, así como en algunas viviendas donde le enviaban para repartir las sustancias estupefacientes.

Para que le creyeran, la Policía afirma que el menor mostró a los agentes 19 gramos de hachís, «droga que ese día le habían dado para hacer una entrega, además de otra cantidad de sustancia de días previos que decidió guardarse para mostrarla como prueba».

Efectos incautados tras la detención de los padres en Alicante. INFORMACIÓN

El caso fue asumido por agentes especialistas del Grupo de Menores de la Unidad de Familia y Mujer (UFAM), que activaron el protocolo de protección del menor y realizaron un registro en el domicilio familiar, ya que tenían la sospecha de que en su interior podían encontrarse sustancias estupefacientes para su venta. Esa misma mañana, los agentes localizaron en el domicilio familiar a ambos progenitores, siendo inmediatamente detenidos por estos hechos.

En el registro realizado incautaron 1,5 kilos de marihuana en cogollos, 113 gramos de hachís, varias cajas de pastillas y sustancias anabolizantes, útiles para el tráfico de droga y varios teléfonos móviles y dos billetes de 500 euros falsificados. Además se incautaron de gran cantidad de munición para arma corta, del calibre 22 mm y 9 mm, y dos táser preparados para funcionar.

Horas más tarde, en el interior de una bombona de butano modificada los investigadores encontraron armas escondidas, en concreto una pistola del calibre 9 mm, con el número de serie borrado con dos cargadores y otra pistola del calibre 22 mm, además de 40 cartuchos del calibre 9 mm y pasamontañas. Dicha bombona estaba en casa de la familiar de los padres que acompañó a Comisaría al menor, el cual dijo que en su interior había algo escondido.

A más de 240 kilómetros por hora

Por otro lado, el menor de edad también aportó pruebas sobre episodios de conducción temeraria vividos, al haber conducido su padre un vehículo recién adquirido a más de 240 kilómetros por hora yendo a bordo del mismo el menor.

La Policía afirma que dado el temor del menor a las represalias de sus progenitores se solicitó una orden de alejamiento que se extendió a su hermano.