El Ayuntamiento de Alicante, a través de un decreto de la Concejalía de Movilidad y Tráfico, ha regulado la puesta en funcionamiento del sistema de videocámaras de control y ordenación del tráfico en vías urbanas del municipio de Alicante, incluidas dentro del proyecto "Alicante se mueve". Se trata de 156 cámaras blancas, con tecnología StarLight de dos megapíxeles, iluminación infrarroja, protección perimetral inteligente, posicionador horizontal de 360° continuos, zoom óptico y un peso de 3,6 kilos, que se instalaron el pasado verano en semáforos de las principales vías para "la captura de datos con la finalidad de la digitalización de la ordenación y gestión del tráfico". Además de esos nuevos dispositivos, hay 67 cámaras de vídeo para el control del tráfico, previamente existentes en la ciudad, que "serán objeto, en un futuro próximo, a través de medios municipales y dentro del marco del contrato del servicio de gestión del tráfico, de un proceso de adaptación a las características técnicas de los equipos integrados en el sistema centralizado de gestión del tráfico del proyecto 'Alicante Se Mueve'".
Según el documento está permitida "la vigilancia, regulación y ordenación del tráfico, sin que su utilización pueda tener carácter sancionador". También se valida el "control de acceso a zonas restringidas, donde únicamente pueden acceder vehículos previamente autorizados", junto al "tratamiento estadístico y realización de estudios de movilidad para la gestión inteligente de la movilidad, pudiendo realizarse una sinergia de esos datos con otros agentes incluso externos". Además, se incide en que el "tratamiento" de los datos debe ser "anónimo".
Los datos, según el decreto, "serán suprimidos en el plazo máximo de un mes (treinta días) desde su captación, salvo cuando hubieran de ser conservados para acreditar la comisión de actos que atenten contra la integridad de personas, bienes o instalaciones".
Dentro de las medidas de seguridad para "garantizar la preservación de la disponibilidad, confidencialidad e integridad de las grabaciones obtenidas por las cámaras de vídeo", la red de cámaras "se encuentra protegida por un cortafuegos dedicado, sólo tiene acceso a las imágenes captadas el personal autorizado del centro de control de tráfico a través de un nombre de usuario y contraseña diferentes para cada uno de los operadores, que deben validarse contra el directorio activo del Ayuntamiento". Las matrículas leídas en formato alfanumérico, por otra parte, "serán anonimizadas para su tratamiento por aplicaciones informáticas distintas del sistema de videocámaras de control, ordenación y del tráfico, siendo imposible revertir dicha anonimización".
Con el decreto de la concejalía publicado este lunes en el Ayuntamiento de Alicante se "autoriza y regula la instalación, puesta en funcionamiento y el uso de dispositivos fijos de captación y reproducción de imágenes para el control y vigilancia del tráfico rodado, mediante el visionado y grabación de imágenes de los vehículos y la lectura de códigos de placa de matrícula, en las calles e intersecciones de las vías urbanas del municipio de Alicante". Además, se ordena la "instalación de carteles informativos en los accesos a la ciudad sobre la existencia de videocámaras, avisando a la ciudadanía y al vecindario que la zona está sujeta a video vigilancia, en cumplimiento del derecho a la información". Y, por otro lado, se "encomienda a la Sala de Control de Tráfico, del Servicio de Tráfico, Transportes, Movilidad y Accesibilidad del Ayuntamiento de Alicante, la custodia de las grabaciones efectuadas con videocámaras y de resolver las solicitudes sobre los derechos de acceso, rectificación, cancelación, oposición o cualesquiera otros que pudieran corresponderles".
Proyecto cofinanciado por Europa
El proyecto «Alicante Se Mueve: Being Smart», que se impulsó durante el gobierno del tripartito, consiguió la mejor puntuación del ministerio entre las ciudades aspirantes. El cambio de gobierno no supuso ninguna traba a una iniciativa que cuenta con un presupuesto de casi tres millones de euros, financiados en un 60% por Red.es (entidad dependiente del Ministerio de Ciencia y Tecnología) y en un 40% por el Ayuntamiento de Alicante, con la cofinanciación del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder).
Esas cámaras inteligentes buscan ofrecer la información necesaria para poder dar prioridad a una calle en momentos determinantes para el tráfico, como cuando se produzca una emergencia y deban circular policías o bomberos, o cuando por unas obras o una actuación puntual (por ejemplo, en zonas verdes) se tenga que cortar un carril. Además, el Ayuntamiento tiene previsto utilizar las cámaras inteligentes para dar prioridad también al transporte público. La malla, en un futuro próximo aún sin fecha, permitirá a su vez que los conductores, a través de una APP, conozcan el trayecto más recomendable para ir de un punto a otro de la ciudad en tiempo real, es decir, teniendo en cuenta incidencias como obras, accidentes o una manifestación.
