Quince entidades vecinales de la ciudad se han unido para mostrar su rechazo al plan liderado por el alcalde, Luis Barcala, para dejar en manos de Suma el cobro de los impuestos municipales.

Las asociaciones de Benalúa "El Templete", Virgen del Remedio, Garbinet-Bulevar, Colonia Requena, Gran Vía Sur, Juan XXIII Segundo Sector, Divina Pastora, La Voz de la Florida, San Antón, Alipark, Laderas del Benacantil, Movimiento por Benalúa, Villafranqueza, Doctor Rico y Barrio José Antonio "Sol d'Alacant" han firmado un documento que prevén registrar en el Ayuntamiento de Alicante en el que manifiestan el "total rechazo a esta medida por entender que perjudica gravemente los intereses de la ciudad de Alicante".

"No entendemos por qué Barcala quiere regalar cuatro millones al señor Mazón cuando la gestión municipal funciona de una manera eficaz y no tiene ningún problema de funcionamiento. Si el señor Barcala quiere regalar cuatro millones del erario público, que los regale de su bolsillo, pero no del bolsillo de todos los alicantinos", señalan en el escrito, en el que exigen al regidor popular que destine esa cantidad "que quiere regalar a Suma, a las Juntas de Distrito para que ellas decidan cómo gestionar ese dinero atendiendo a las necesidades de los barrios que tienen muchas deficiencias por la escasa preocupación del señor alcalde".

Sin embargo, el plan de Barcala de externalizar el cobro de los impuestos no solo ha sumado el rechazo de quince entidades vecinales, sino que también ha generado algo más que dudas en la oposición municipal, en la izquierda y en Vox. Así se ha comprobado en la reunión informativa convocada este viernes por el bipartito con los representantes de los grupos municipales, a la que también han asistido el director de Suma, José Antonio Belso, y la diputada provincia de Hacienda, María Gómez, además de técnicos municipales.

Se prevé que la propuesta del gobierno municipal para cambiar el modelo de cobro pase por Comisión de Hacienda la próxima semana, como paso previo a su votación en el Pleno, que se espera para este mes, que se celebrará el 29 de septiembre.

Al término del encuentro, tanto desde la izquierda como desde Vox han cuestionado la intención de Barcala, asegurando que no existen informes concluyentes sobre los beneficios para los alicantinos del modelo de gestión. Todos los grupos comparten dudas a la hora de cambiar un modelo, el actual, que aseguran que funciona. Y también critican en bloque la falta de transparencia del ejecutivo local, que hasta este viernes no ha informado a la oposición sobre el proyecto, que desveló este diario a principios de mes.