En el año en que se cumple el 25 aniversario fundacional desde que la Cofradía de San Pedro Apóstol procesionara por primera vez en la Semana Santa de Alicante, los hermanos cofrades, con sede en la Basílica de Santa María, viven este domingo la celebración de una jornada histórica.

Tras la petición formulada por la cofradía, y avalada por el rector del templo parroquial, el obispado de Orihuela-Alicante ha concedido a la corporación religiosa el permiso diocesano para que los cofrades puedan ofrecer culto y veneración pública a la antigua imagen del Santísimo Cristo crucificado, tallada en 1735 por el escultor alicantino Bautista Vera Morelló.

Accediendo a los deseos de los hermanos cofrades, que lo son también por hermanamiento perpetuo de la Real y Muy Ilustre Cofradía de Nuestra Señora de la Soledad de Santa María, el obispo José Ignacio Munilla Aguirre ha autorizado –mediante decreto expedido el pasado 16 de junio– a la Cofradía de San Pedro Apóstol para que pueda encargarse del cuidado y protección de la imagen devocional y de la capilla titular, emplazada a los pies del templo parroquial, junto a la capilla del baptisterio.

La denominación de Santísimo Cristo de las Almas, aprobada por el Obispado, ha sido otorgada por la propia entidad tras la propuesta de la cofrade y hermana mayor presidenta, Carmen Iborra Torregrosa. “El nombre de la advocación obedece a un compromiso religioso de honrar la memoria de los cofrades difuntos y, además, coincide en el tiempo con el final de los dos años de pandemia del ovid-19, que tantas víctimas ha dejado a su paso. De este modo, entroncamos esta advocación con la archicofradía de las Almas del Purgatorio que tanto predicamento tuvo en la Parroquial de Santa María durante el siglo XVIII”, ha declarado la hermana mayor presidenta.

Con la referida autorización diocesana, la cofradía constituida en 1997 por la hermana fundadora, Balbina Oncina Alemañ, incorpora bajo su amparo a la antigua imagen del Santísimo Cristo de las Almas.

“Asumiendo los compromisos de nuestro ideario religioso, los cofrades atendemos el cuidado y adecentamiento de la imagen y capilla titular, y además nos encargaremos de la organización de los cultos internos, celebraciones religiosas y demás actividades benéfico-sociales”, informa la hermana mayor, Carmen Iborra.

La imagen representa a Cristo crucificado, de tamaño natural, y sujeto con tres clavos, en el momento en que acaba de expirar

La primera noticia documentada sobre esta imagen devocional la proporciona el “Libro de Cuentas de Fábrica de la Parroquial de Santa María”, conservado desde el siglo XVIII en el Archivo Municipal de Alicante.

Este documento, de suma importancia para conocer su autoría y datación, revela que el artista Bautista Vera otorgó carta de pago a favor del fabriquero de la iglesia Pedro Maltés por el importe de “treinta y una libras y quinze sueldos moneda de este reyno” en concepto de “las hechuras de una imagen del Santo Christo” que se ha puesto en el Coro de dicha iglesia para su Desensia y Culto”. La anotación manuscrita está fechada el 18 de julio de 1735.

“Esta escultura en madera policromada, de tamaño considerable y de gran belleza artística, es una excelente talla de marcado naturalismo barroco”, informa el profesor José Iborra Torregrosa, doctor en Antropología Social de la Universidad de Murcia y miembro agregado de la Real Academia de Cultura Valenciana.

El encargo de la imagen coincide en el tiempo con la remodelación que sufrió el templo a mediados del siglo XVIII convirtiendo la fábrica gótica en una obra barroca. La talla del Crucificado se situaba en el interior del coro. “Allí quedó instalada hasta mediados del siglo XX esta imagen religiosa, de las de mayor antigüedad y belleza artística conservada en la ciudad de Alicante”, manifiesta el doctor José Iborra, presidente de la Asociación Española de Patrimonio, Cultura y Sociedad.

Un Cristo de gran excepcionalidad artística

Desde el punto de vista iconográfico, la imagen representa a Cristo crucificado, de tamaño natural, y sujeto con tres clavos, en el momento en que acaba de expirar. Esta relevante talla ofrece un estudio anatómico espléndido directamente inspirado en los modelos de la imaginería clásica española.

Un detalle del Cristo INFORMACIÓN

La imagen devocional del Cristo de las Almas permaneció en el recinto para el que fue concebido hasta finales de los años 50 del siglo XX. A partir de entonces, el cura párroco Gonzalo Romeu la trasladó junto a la entrada principal de la iglesia, en capilla propia y exenta de cualquier otra imagen religiosa, lugar en el que permanece en la actualidad.

Aunque en un principio, el Cristo crucificado no fue encargado para ninguna hermandad, su destino con el transcurso del tiempo sería el de formar parte de la Cofradía de San Pedro Apóstol, erigida en la Basílica de Santa María y hermanada desde 1999 con la Real y Muy Ilustre Cofradía de Nuestra Señora de la Soledad.

Este domingo el obispo José Ignacio Munilla oficia a las 19.30 horas, junto al rector y consiliario Manuel Martínez, la misa de entronización del Santísimo Cristo de las Almas en la Basílica de Santa María, recientemente acondicionada por la cofradía para tal especial celebración. Participará en la ceremonia el Coro de Santa María, dirigido por María Dolores Martínez. Al acto están invitadas numerosas autoridades, cofrades y fieles de Santa María.

La sagrada imagen, que estará dispuesta en el altar mayor hasta el próximo 2 de noviembre, coincidiendo con la festividad de las Almas, estrenará tres cantoneras y una cartela con la inscripción latina INRI, todas ellas labradas en plata, de estilo neobarroco, que han sido realizadas en unos prestigiosos talleres de orfebrería.

Asimismo, la capilla titular lucirá un artístico altar de madera policromada, realizado en pan de oro y mármol, también un pedestal con el anagrama del Cristo y el emblema de la cofradía, y dos pies de hierro de forja que contienen sendos velones para alumbrar a la sagrada imagen en los actos religiosos de carácter extraordinario.

En el transcurso del acto, será expuesta también la reliquia “In Indumenta” del beato alicantino Francisco Castelló Aleu, elevado a los altares en 2001 por el Papa San Juan Pablo II, que ha sido concedida por la Comisión Pro Canonización a las cofradías para su custodia y pública veneración.

El altar será de madera policromada, realizado en pan de oro y mármol, con un pedestal con el anagrama del Cristo y el emblema de la cofradía

La cofrade y camarera mayor María de la Concepción Torregrosa ha encargado y sufragado motu proprio un artístico relicario, labrado en plata con incrustación de piedras preciosas en el resplandor o zona central, en cuya base aparece el escudo de las corporaciones religiosas sostenido por una pareja de ángeles custodios.

Al término de la ceremonia religiosa, la cofradía entregará el nombramiento de “Mayorazgo de Honor” al obispo José Ignacio Munilla y el de “Hermano de Honor” de las cofradías al rector y párroco Manuel Martínez. La cofrade María de los Ángeles Toledano Antón recibirá, –al igual que su madre fallecida, Ángeles Antón Giménez, a título póstumo–, la correspondiente credencial con el reconocimiento honorífico de Madrinas de Honor del Santísimo Cristo de las Almas.