Trasladar su trabajo a la sociedad es el propósito de todo investigador, y con estas miras el catedrático de la Universidad de Alicante y presidente de la Unión Internacional de Química Pura y Aplicada, IUPAC, Javier García, con el asesoramiento de cerca de una quincena de expertos del más alto nivel en distintos ámbitos de la ciencia y la tecnología, entre los que se encuentran cuatro alicantinos, ha presentado las diez tecnologías que, según todos los datos de presente y futuro, pueden impulsar económicamente a España.
García expone que es una forma de contribuir a que la oportunidad que ofrecen los fondos europeos aterrice en el sector económico de la mano de los mejores expertos “para que España pueda tener un plan, se eviten competencias entre territorios” y el beneficio sea conjunto.
En el marco de la cátedra Rafael de Pino que dirige García, y que la Oficina de Prospectiva y Estrategia del Gobierno ha incluido ya entre los asesores del proyecto España 2050, los expertos entre los que figuran la científica de Neurociencias en la UMH, Ángela Nieto, la ingeniera Nuria Oliver, el economista y ex rector de la UA, Andrés Pedreño y la directora del centro de investigación Cnio contra el cáncer, María Blasco, valoran las tecnologías emergentes que están cambiando el mundo y cuya investigación avanzada pueden hacer destacar al país.
El reto es que la selección de estas tecnologías emergentes nos ayude a dar sentido al enorme cambio que estamos viviendo
Javier García, especialista a su vez en “reunir talento”, en palabras de Pedreño, las desglosó este miércoles en un acto en Madrid, a partir de un diálogo con Eugenio Malloll, escritor y analista de la citada cátedra.
Ecología
El análisis sobre el informe Intec 2022, fruto de la puesta en común de los expertos, revela que en las próximas tres décadas el crecimiento económico estará condicionado “por las transiciones ecológica y digital”, así como en la batalla por la descarbonización, la electrificación basada en fuentes de energía limpia, la consolidación de la economía circular, y en la automatización inteligente en los ámbitos del software y el hardware para cualquier ecosistema, desde la medicina al transporte.
“El reto que tenemos por delante es que las medidas que se adopten no agraven la disparidad regional y que la selección de estas tecnologías emergentes nos ayude a dar sentido al enorme cambio que estamos viviendo”, concreta el investigador.
Lo expertos valoran que la transición energética en la que estamos inmersos exige infraestructuras radicalmente distintas para el almacenamiento y los procesos químicos a gran escala, que dividen el agua y activan el CO2. Y que hay que impulsar las tecnologías que transforman ese dióxido de carbono en combustibles de mayor valor añadido como plásticos o combustibles de material de construcción.
Materiales
En el campo de los nuevos materiales, la sustitución de materias primas escasas por elementos más abundantes lo califican como “uno de los grandes desafíos científico-tecnológicos de la actualidad”. Calculan que en 40 de las tecnologías ambientales “38 materiales escasos podrían desempeñar un papel clave en un escenario de economía verde hasta 2050”. La investigación en este ámbito se centra en el reciclado de componentes que contienen las materias primas de mayor interés, ya que “menos del 40% de los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos se reciclan”.
Por otra parte, el reto de la alimentación mundial obliga a centrar esfuerzos en la innovación de fertilizantes, a partir de la nueva generación de nutrientes que mediante la tecnología libere la cantidad exacta para cada cultivo evitando acumular residuos. Los expertos parten de que estos fertilizantes inteligentes ya han demostrado su rentabilidad en cultivos de alto valor añadido en China y EE UU.
Salud
En el campo de la salud y frente al abuso de los antibióticos y la merma de su efectividad, apuntan a tecnologías tendentes a detectar bacterias resistentes.
Ponen el acento en los diez años de margen necesarios para desarrollar un antibiótico y el coste que implican los nuevos tratamientos: coste, desfase sobre la detección de marcadores emergentes en este tiempo y la exigencia de nuevas investigaciones que mejoren las pruebas. Y que todo ello conduce a la conveniencia de impulsar tecnologías que determinen la resistencia real en el momento en que el paciente reciba el tratamiento.
Si nuestras empresas y administraciones tomaran posiciones en turismo y fertilizantes estoy convencido de que nuestra economía pegaría un gran salto
De la misma manera, el hándicap de las farmacéuticas apunta a la expiración de las patentes y las complicaciones de cumplir normativas generalistas, por lo que señalan como imprescindible que se regule de forma armonizada para agilizar el acceso a nuevas soluciones terapeúticas.
Robótica
El desafío, a su vez, de la robótica lo contemplan a partir de sistemas de bajo coste, que en ámbitos como los de la salud, la industria o los servicios en general, permitan manipular objetos deformables.
Y para el éxito de esta empresa recuerdan la urgencia de regularlo adecuadamente y promover interfaces que amplíen el abanico de usuarios en su relación con las máquinas.
También subrayan en el campo de la salud el impulso de las terapias teragnósticas, que combinan el diagnóstico y detección de enfermedades con el tratamiento, en casos por ejemplo de gravedad como el cáncer.
Movilidad
Sobre el impacto de la movilidad inteligente, el desarrollo de toda una industria de servicios va “más allá del vehículo plenamente eléctrico y autónomo”. En este sentido apuntan a tecnologías digitales que favorezcan el acceso financiero y a servicios básicos en todos los entornos, así como a la fabricación cada vez más próxima y personalizable, en lo que valoran que empresas y administraciones pueden posicionarse y no perder el tren.
La implicación de las matemáticas a partir de la digitalización también la sitúan para asegurar datos fiables mediante la tecnología.
El espectro es tan amplio que apuntan a retos como el de monitorizar el planeta en tiempo real, así como algoritmos de última generación “para tomar las decisiones más precisas” tanto en el ámbito empresarial como en el de la política, y siempre “relacionadas con la sostenibilidad”.
Citan el impacto en hasta un 30% de las exposiciones bancarias en toda Europa si no se logran predecir los efectos del cambio climático y las consiguientes inundaciones los próximos 20 años.
Javier García concluye que el trabajo, propiciado por los expertos que asesoran en la cátedra que dirige, aspira a contribuir como “hoja de ruta y motor de cambio sobre las tecnologías por las que merece la pena apostar”, y que no se queden en un mero ejercicio académico.
Turismo y metaverso
Los expertos concluyen con una llamada de atención sobre la falta de una puesta en común en el ámbito del turismo inteligente, pese a ser una de las áreas más coordinadas tecnológicamente. El desafío de la industria hotelera 4.0 y del “turismo de las cosas que aplica la inteligencia” artificial y automatización, hacia experiencias también personalizadas exigen un sistema interconectado para compartir datos pero que al tiempo evite generar un brecha tecnológica con la parte más tradicional del sector puntero en España.
En el mismo ámbito digital apuntan al desafío del metaverso sobre el intercambio de datos y la exigible privacidad.
Al respecto los expertos alertan sobre investigaciones de la Universidad de Harvard que demuestran que con apenas 5 minutos de juego en un dispositivo de realidad virtual “se puede identificar perfectamente a la persona por la sutileza de sus movimientos” y subrayan la necesidad de diseños adecuados al respecto.
El catedrático Andrés Pedreño subraya la importancia de que el Gobierno se haga eco de este trabajo, a la hora de ejecutar los fondos europeos específicos para estos fines, y destaca la oportunidad de España de posicionarse si se apuesta “por el metaverso y todas las tecnologías de contiene”.
Valora la importancia de que un informe de este calibre “se haga en nuestro país” para que tanto “empresas como sector público saquen partido”, como ya se hace en otras latitudes, tras conocer las “ventajas competitivas que se derivan de tecnologías con un alto potencial de impacto en la economía”.
Entre los sectores con más impacto, tanto en la Comunidad como Alicante, destaca los fertilizantes y el turismo inteligentes. “Si nuestras empresas y administraciones tomaran posiciones en ambos sectores estoy convencido de que nuestra economía pegaría un gran salto”, asevera.
La científica del CSIC, María Blasco, abunda por su parte que “la ciencia y la tecnología son el camino más fácil para avanzar, para tener un valor añadido como país, para competir y para contribuir alas soluciones futuras”.
