Las medidas para afrontar la crisis por parte de los municipios industriales de la provincia de Alicante ha suscitado una interesante charla en una de las mesas redonda de la tercera edición del Foro Municipalismo organizado por el Club INFORMACIÓN. Los alcaldes de San Vicente del Raspeig y Crevillent, Jesús Villar y José Manuel Penalva, y la teniente alcalde de Pinoso, Silvia Verdú, han coincidido en tres factores determinantes para superar las dificultades económicas actuales: desarrollar suelo industrial acorde a las necesidades del sector empresarial, avanzar en la diversificación industrial, seguir apoyando al sector servicios -comercio y restauración fundamentalmente- y reclamar a las Administraciones superiores un mayor grado de autonomía municipal a través de más financiación, menos burocracia y mayor facilidad para contratar funcionarios.

José Manuel Penalva, alcalde de Crevillent. Alex Dominguez

En Crevillent, la ciudad de la alfombra, el 30% del peso económico se sustenta en la industria mientras el 70% restante se divide en servicios, comercio, transporte, restauración, construcción y agricultura. Para su alcalde José Manuel Penalva la crisis del covid-19 no fue comparable en su carga negativa a la que la industria sufrió en el año 2008.

Aunque en materia de empleo los datos son mejores que los registrados en la anterior recesión, el primer edil se muestra preocupado ante la nueva crisis económica que afecta, fundamentalmente, a las materia primas y el elevado coste energético. Y lanza una reflexión: "la Administración local, la más próxima al ciudadano, debe estar suficientemente financiada porque los alcaldes ya rendimos cuentas a nuestros ciudadanos". Aboga, por tanto, por un cambio en el modelo de gestión de los ayuntamientos para ganar en rapidez y eficacia. "Somos hormiguitas y podemos llegar antes a la gente pero hemos pasado de una etapa en la que el alcalde podía hacer todo lo que quisiera, a la actual etapa en la que todo son trabas y obstáculos en la toma de decisiones", subraya instando a los alcaldes de la provincia a "tomarse en serio este problema e ir todos a una para solucionarlo".

Un momento del debate en los estudios de INFORMACIÓN TV. Alex Dominguez

Pinoso, la cuna del mármol, arrastra en la última década una creciente crisis en la extracción de piedra natural el monte Coto. De las 16 empresas que trabajaban en la mayor cantera de mármol Crema Marfil a cielo abierto de Europa se ha pasado a 6. En 2007 se extrajeron 500.000 metros cúbicos de mármol y esa cifra se ha reducido en la actualidad a 90.000 metros cúbicos. Este sector tradicional que tanta riqueza ha generado en Pinoso en particular, y en el Medio Vinalopó en general, atraviesa una gran crisis que el Ayuntamiento trata de combatir abriendo nuevos mercados y potenciando el sector calzado, que también ha tenido dificultades por el incremento del precio de la electricidad y la ralentización de las ventas durante la pandemia del covid.

Silvia Verdú, teniente alcalde de Pinoso. Alex Dominguez

En cualquier caso la localidad cuenta con la agricultura como sector emergente. De hecho, es el municipio con mayor producción de vino ecológico de la provincia de Alicante. Todas las bodegas de Pinoso están multiplicando sus exportaciones y su prestigio crece año tras año con nuevos galardones. La restauración se ha convertido en otra fuente de ingresos para los pinoseros. Su variada y rica gastronomía atrae a muchos visitantes, sobre todo los fines de semana y días festivos, lo que también está contribuyendo a incrementar las ventas en los comercios y las empresas de servicios.

En este contexto Silvia Verdú, teniente alcalde de Pinoso, ha destacado el esfuerzo del Ayuntamiento por seguir ampliando suelo industrial y mejorando los servicios que ya presta el polígono del mármol, donde en fechas próximas se ubicará una almazara. "Lograr un municipio eficientemente energético es otro de los objetivos que nos hemos marcado", ha indicado la edil coincidiendo con el alcalde de Crevillent en que la carga burocrática que soportan los ayuntamientos es cada día mayor. "Está bien que se nos fiscalice pero el exceso de control al que nos enfrentamos satura a los funcionarios, dificulta llegar a todas las ayudas y provoca que las obras se queden desiertas", ha advertido incidiendo en la importancia de la autonomía municipal "pero también la coordinación de la Administración local con la autonómica".

Jesús Villar, alcalde de Sant Vicent del Raspeig. Alex Dominguez

En San Vicente del Raspeig, la ciudad universitaria, el 30% del motor económica es el sector industrial y el resto los servicios. Pero, a diferencia de lo que ocurría tiempo atrás, la fabricación de cemento no es tan relevante. El municipio cuenta ahora con cuatro polígonos industriales con una extraordinaria ubicación terrestre, aérea y marítima y la mayoría de sus empresas están diversificadas y no superan el centena de trabajadores.

Para su alcalde Jesús Villar la apuesta por las energías renovables para abaratar el precio de la luz debe ser una emergencia para todos los municipios. Entre los retos a los que se enfrenta el municipio figura aumentar las Zonas de Bajas Emisiones, ampliar los polígonos para adaptarlos a naves industriales de gran tamaño y avanzar hacia la peatonalización de la ciudad buscando conseguir una "ciudad más amable y accesible" para sus ciudadanos. "Si de verdad nos consideran la Administración más cercana a los ciudadanos, que lo somos, deberían darnos facilidades para contratar al personal que necesitamos realmente para atender a nuestros vecinos", ha manifestado admitiendo su preocupación con la crisis actual "porque es más grave que la situación que sufrimos con el covid".