El idilio de Vizen G. Hernández con el cine comenzó con películas de terror, de acción y de aventuras. «Lo mío era muy friki, yo quería hacer cosas como Star Treck o Star Wars -explica el realizador alicantino- pero cuando me puse a narrar una historia, al escribir primero y ponerme después detrás de una cámara, sólo me salían películas de temática social». Tanto es así que Hernández cree que si rodara ahora una película de zombis «sería reivindicando sus derechos», bromea el también responsable de la Muestra de Cine Social Luminiscence, con siete ediciones.
Hace una década que Vizen G. Hernández dejó su anterior profesión como decorador textil y confeccionista industrial para volcarse en el cine. El fruto de su vocación en estos diez años se traduce en siete cortometrajes realizados en compañía su pareja, Mª José Fenoll, con quien comparte las tareas de producción, arte y creación de historias. Ahora, los Odeón Multicines de Alicante (en el centro comercial Outlet Stores de San Vicente del Raspeig) ofrecen una retrospectiva de su trabajo bajo el título de Diez años de cine en corto y mañana proyecta todos sus trabajos a las 20.15 horas, tres de ellos inéditos y realizados durante los últimos tres meses.
Con una entrada de 3 euros, el público disfrutará de 1 hora y 24 minutos de proyección con los siete cortometrajes encadenados. La venta anticipada ha completado ya una sala para unas 65 personas -dadas las actuales restricciones de aforo al 50 por ciento en los cines- por lo que el exhibidor habilitará otra sala más para atender la demanda.
Para Vizen G. Hernández es una alegría poder contemplar todos sus trabajos en la pantalla grande de un cine profesional, algo a lo que no está acostumbrado. «Normalmente vemos los cortos en salas pequeñas, y hay mucha diferencia. Cenizas se incluyó en la sección Alicante Cinema del último Festival de Cine de Alicante y al verlo en pantalla disfrutas mucho más del trabajo de los actores, del sonido, y de un ambiente impresionante. La apuesta de los cines por cortometrajes independientes que lo tienen difícil es muy de agradecer».
¿Y está preparado para ver en pantalla grande sus primeros trabajos? «Me ha costado mucho verlos de nuevo porque soy muy crítico con lo que hago, pero la gente va a poder ver una evolución. En Senderos -su primer corto- era mejor la cámara, pero ahora el cámara ha mejorado con todo lo aprendido estos años», destaca.
El compromiso social es la argamasa que une la obra de Hernández y Fenoll, desde la comedia al drama y con temáticas diversas que transitan por las migraciones internas tras catástrofes naturales o conflictos armados, los efectos del terrorismo, el consumismo, el desencanto político o las relaciones familiares. En 2013, Hernández comienza a trabajar en proyectos documentales y talleres audiovisuales para personas con riesgo de exclusión socia a la vez que organiza la primera muestra de cine social.
Historias reconocibles y cercanas
«Lo que nos importa tras la cámara es que la historia llegue, que sirva de algo o sea útil. Trabajar con chavales en exclusión fue muy beneficioso y creo que te hace ser mejor persona y la cámara la utilizo para algo que me importe. Si la historia está bien contada y la calidad es respetable, la gente se queda con eso», considera el realizador, que no pretende dar lecciones a nadie con su cine sino contar «historias reconocibles y cercanas, que la gente se quede con algo, se haga preguntas y salga con ganas de una conversación» después de ver sus cortometrajes.
Los tres últimos cortometrajes -La visita, El candidato y Días grises- fueron rodados entre los meses de agosto y octubre, una vez finalizó el encierro. «Durante la cuarentena no pude escribir nada, pero cuando terminó el confinamiento un día me desperté con una historia en la cabeza y escribí La visita. Eso lo desbloqueó todo y rodamos los tres cortos seguidos, con un equipo pequeño de tres personajes en cada corto para llevar bien la distancia de seguridad y todos los protocolos. Todos ellos están inspirados durante la época del confinamiento», destaca.
La próxima muestra
En el horizonte queda pendiente la octava edición de la Muestra de Cine Social, que se celebrará en marzo de 2021, tras ampliar el plazo de recepción de trabajos hasta el próximo mes de diciembre.
De momento ya se han presentado más de 400 cortometrajes desde el mes de abril de distintos países del mundo.