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INFLUENCIA EN LA ACTUALIDAD

La huella contemporánea

El pintor aragonés está en la memoria de los artistas actuales, pudiendo encontrar en disciplinas como el cómic o la moda su inspiración e inquietudes creativas

Un panel del último cómic de José Antonio Ávila, Gigantomaquia, inspirado en la vida de Goya.

Si más de 200 años después de su nacimiento lo seguimos celebrando, cabe pensar que su obra física no sea lo único que de Goya haya trascendido. La manera revolucionaria que tuvo de entender la pintura, como herramienta de denuncia, de sátira y de concienciación con la época que vivía, Goya sigue vivo en esas inquietudes de arte contemporáneo.

Chus Tudelilla, historiadora de arte, galerista de La casa amarilla, gerente cultural y colaboradora de este diario, reconoce la dificultad de elaborar un listado con artistas influenciados por el pintor aragonés: «Goya, si algo tiene, es su temperamento. Está presente en todos y cada uno de los artistas que rompen con la convención. La radicalidad del planteamiento vital y estético se puede aplicar a unos artistas, lo cual no significa que sigan su línea. Eso es lo que me puede interesar a la hora de vincular a un artista con Goya. No que la pincelada sea parecida, porque es imposible», concluye la historiadora. 

Plancha matriz utilizada por Ricardo Calero en el grabado Memoria, junto a casquillos de bala.

Plancha matriz utilizada por Ricardo Calero en el grabado Memoria, junto a casquillos de bala.

 Ricardo Calero, escultor jienense afincado en Zaragoza, tiene a Goya siempre presente, con dos ejemplos muy claros, una serie de encargos del Museo de Grabados de Goya en el 2004, dos disparates. «Me vinieron dos claves, Goya habló de la violencia innata al ser humano y de la violencia por la posesión del terreno», comenta el escultor, en referencia a Memoria, uno de los encargos, que realizó disparando a un lienzo con una pistola de nueve milímetros Parabellum. «En este país durante mucho tiempo sabemos lo que ha significado un tiro en la nuca. De una banda supuestamente liberadora al final de una dictadura que acaba convirtiéndose, como un pez que se muerde la cola, en una banda fascista que mata a defensores de la democracia. Es la síntesis de esa violencia y el sin sentido que Goya nos transmitía. Es una inspiración goyesca plasmando la incisión de la violencia en el grabado», explica Calero.

Hasta el cómic ha llegado el pintor de Fuendetodos. José Antonio Ávila se encuentra trabajando en Gigantomaquia (GP Ediciones). «Se trata de una ficción histórica, basándome en su pintura e imaginario. Goya, acompañado por una serie de personajes, realiza un viaje a través de las Pinturas negras y Los desastres de la guerra», dice el ilustrador.

Aitana Fernández y Nuria Lleyda, con los trajes diseñados por Paula Tobías, fotografiadas por A. C Naif.

Y del lienzo al textil, Paula Tobías, estudiante de diseño de moda, realizó una colección inspirada en las brujas de Goya, con la que ganó el concurso anual Aguja Goyesca en el 2020.«Me centré en la brujería, el tema esotérico y misterioso. Me di cuenta de que se repetía a lo largo de su obra y que evoluciona con él», comenta Tobías. Tomando como referencia Aquelarre y Dos viejos comiendo sopa, la diseñadora presentó un proyecto de cuatro trajes, para representar el triunfo del mal sobre el bien «cubren el cuerpo entero, dando un aspecto fantasmagórico, y con pelo sintético haciendo alusión a los animales, como la cabra». Por su parte, Jorge Sáiz, con el sobrenombre de A.C Naïf, realizó un proyecto fotográfico basado en los diseños, donde los planos contrapicados fueron clave. «Con las modelos mirando al frente y con la contraluz se creaba un figura abrupta, el espectador siempre quedaba por debajo de ellas», explica el fotógrafo. Sáiz contó con Aitana Fernández, Jimena Colás, Irati Ferandez y Nuria Lleyda como modelos. 

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