Mubag: Contemplar el arte del pasado y el presente

El Retrato de Doña Pilar Saiz de Vicuña y Arbide, deSorolla, es la primera vez que se exhibe en España.

El Retrato de Doña Pilar Saiz de Vicuña y Arbide, deSorolla, es la primera vez que se exhibe en España. / Héctor Fuentes

Dionisio Gázquez Méndez

En esta apacible mañana de domingo, sin las habituales prisas ocupacionales, con tranquilidad de espíritu, uno ha decidido pasear por las calles y rincones del Casco Antiguo del barrio de Santa Cruz y dirigirse a revisitar el Museo de Bellas Artes (MUBAG), sito en el espléndido Monumento Histórico Artístico Palacio del Conde de Lumiares (S.XVIII), en la alicantina calle Gravina. Tras un otoño verdaderamente primaveral, con cierto retraso ha llegado finalmente el frío y la humedad de nuestro mar Mediterráneo, aunque sólo sea durante un escaso tiempo, y así podernos engalanar y endomingarnos con esas prendas de abrigo que tenemos la mayor parte del año guardadas, dada la bondad del clima que disfrutamos en esta luminosa y cálida ciudad.

Un zapato de Sara Navarro junto a obras de Luis Gordillo y cuadros de Sorolla (Fiesta valenciana, una de las estrellas de la muestra) y de un artista contemporáneo (izq.). FOTOS DE HÉCTOR FUENTES Y ÁLEX DOMÍNGUEZ

Cuadros de Sorolla (Fiesta valenciana, una de las estrellas de la muestra) / HÉCTOR FUENTES Y ÁLEX DOMÍNGUEZ

En nuestro recorrido llegamos al MUBAG, en su fachada principal observamos un trasparente escaparate que alberga la nueva propuesta expositiva abierta al exterior, que la actual dirección del museo ha tenido a bien denominar La Ventana del Arte, en donde en pieza fílmica contemplamos la trayectoria figurativa del pintor Javier Lorenzo y de su pintura El espectador de las estaciones en homenaje a Vicente Rodes.

Adentrándonos hacia el interior del museo ascendemos por las escaleras de su luminoso espacio central, flanqueado por dos grandes lienzos de nuestro inolvidable y entrañable artista Gastón Castelló en los que, entre diferentes temas y motivos pintados, se muestran escenas costumbristas del paisaje alicantino, con representación de figuras estilizadas, escenarios y tradiciones, como por ejemplo la del Pa beneït siglo XVII: torta de pan artesanal adornada con flores y finas telas bordadas, que en desfile primaveral portan sobre sus cabezas las elegidas clavariesses o chicas solteras de Torremanzanas, ataviadas en honor a Sant Gregori. Como anécdota, y recuerdo inolvidable, confesaré que el gran lienzo con la aludida representación popular lo vi realizar en 1972 al bueno de Gastón, siendo yo un veinteañero aspirante a creador plástico. Él, como si fuera un artista renacentista, lo pintaba subido a un andamio en el hall-escalera de acceso a la antigua CAPA (Caja de Ahorros Provincial de Alicante), lugar donde estuvo expuesto durante muchos años. Al fijarse, cómo el joven calladamente y con interés le observaba trabajar (al que ya conocía por haber visitado, de la mano de Julio Esplá, su taller de construcción de Fogueres en la calle Benito Pérez Galdós), hizo un receso en su trabajo y tuvo el gesto y la amabilidad de descender de su andamio para saludarme y explicarme con todo detalle lo que estaba representando.

Al acceder y visitar la primera planta del MUBAG es como si nos trasladásemos, en una imaginativa máquina del tiempo, al espíritu artístico del pasado, pues de este modo podemos contemplar y apreciar el sentido de las obras de la colección del museo en los apartados Arte religioso. El esplendor de una época, Neoclasicismo y Romanticismo y El siglo XIX. La colección a la luz.

Contemplar el arte

Un zapato de Sara Navarro junto a obras de Luis Gordillo / HÉCTOR FUENTES Y ÁLEX DOMÍNGUEZ

Salvando la distancia y escala, uno tiene la sensación de estar visitando en Alicante un pequeño Museo del Prado. Un recinto que muestra, entre otras, interesantes obras de pintura religiosa del siglo XVI y XVII, y que ayudan a entender la evolución y transformación del arte, fundamentalmente del género pictórico, concebido y practicado inicialmente en talleres o escuelas, que se transformarán en estudios de artistas individuales, hasta evolucionar y llegar a plasmar pictóricamente temas artísticos y documentales externos al aire libre. Junto a las obras pictóricas, se muestran también esculturas, mobiliario y otras piezas de arte, que subrayan el concepto, evolución, interés y significado de los objetos artísticos a través del tiempo. De manera esencial, comprobamos que el discurso expositivo de una parte valiosa de las obras del MUBAG, como versa en uno de sus paneles explicativos, tiene como eje central la selección de los nombres y movimientos que configuraron el panorama pictórico español del siglo XIX. Una centuria marcada por los cambios políticos, sociales y culturales que definieron la creación artística y literaria. Manifestaciones que caminaron juntas hacia el progreso y el cambio de siglo.

En la ambiciosa planificación y objetivos del MUBAG, observamos que este museo no se conforma únicamente con mostrar su propia colección, sino que junto a sus fondos y proyectos, restaura, expone y divulga obras en colaboración con otras importantes instituciones y museos, como la Real Academia de BBAA de San Fernando, el Museo de Bellas Artes de València, el Museu Nacional d’Art de Catalunya, la Colección Banco Sabadell, del Ayuntamiento de Alicante, así como diversas colecciones y aportaciones particulares. Hay que destacar la significativa y estrecha colaboración con el Museo Nacional del Prado con veintiocho obras actualmente cedidas en depósito.

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Cuadros de Sorolla (Fiesta valenciana, una de las estrellas de la muestra) / HÉCTOR FUENTES Y ÁLEX DOMÍNGUEZ

El tiempo de Sorolla

En nuestro recorrido, atraído principalmente por el reclamo del último proyecto expositivo temporal del museo titulado: Joaquín Sorolla y la pintura valenciana de su tiempo. Diálogos y contrastes, ascendemos a la segunda planta para contemplar, por tercera ocasión, dicha muestra. Esta exposición programada por el MUBAG con motivo del centenario de la muerte de este gran pintor valenciano, comisariada por el historiador Francisco Javier Pérez Rojas, abre la celebración del año Sorolla en la Comunitat Valenciana. En ella se establecen las relaciones y preocupaciones de un tiempo artístico, en un variado debate pictórico compartido o de contraste, entre destacados artistas valencianos y españoles.

Atraído inicialmente, con el pensamiento, por las conocidísimas obras pictóricas impresionistas de Sorolla, con sus figuras femeninas elegantemente ataviadas con blancos y suaves vestidos, de sus niños con brillantes cuerpos desnudos junto a la orilla del mar, o de sus luminosas marinas y escenas con embarcaciones de velas acariciadas por el viento (observamos que con esta última iconografía del maestro, aparte de la marina con Dos barcas varadas a la orilla del mar o de Playa de Valencia / Pescadoras (c.1910), escasamente se puede contemplar y apreciar en la exposición la obra Barcas en la playa de Tomás Murillo Ramos, de una evidente influencia sorollesca).

Al contemplar esta rica y amplia exposición, compuesta por ciento quince piezas, en donde se advierte que únicamente se muestran dieciséis pinturas de Joaquín Sorolla (y dos preciosas obras de su hija María Clotilde Sorolla García), uno se percata que estamos ante un proyecto en el que, aparte de exponer el trabajo del afamado maestro valenciano, se muestran muchas obras de otros importantes artistas de su tiempo. También nos encontramos ante un proyecto que se aleja de presentar los típicos temas de Sorolla, se trata de una exposición que expone otros registros del artista. Nos damos cuenta que Sorolla fue un pintor creativo de gran versatilidad, que aparte de realizar sus magníficos paisajes en plein air como nadie, también dominó con gran maestría otros asuntos, en los que hay que destacar el género pictórico del retrato, como el expuesto de Don Cristino Martos (1893). Género artístico que por aquel entonces los pintores solían hacerlo por encargo, para las altas clases sociales.

En esta muestra se establece una reflexión, análisis y diálogo sobre el significado de las obras de iniciales aportaciones de artistas como el oriolano Joaquín Agrasot, el orientalista Muñoz Degrain, Ignacio Pinazo y el alcoyano Emilio Sala, que influyeron de manera decisiva en Sorolla. También, junto a Sorolla, se incluyen otros artistas de su generación como Cecilio Pla, José Benlliure Gil, Mariano García Mas o Constantino Gómez. Estableciéndose un diálogo con la aportación de los creadores valencianos y de otras destacadas escuelas como la catalana, con importantes figuras como Ramón Casas y el gran pintor e influyente artista Mariano Fortuny. Asímismo, la muestra recoge pintores discípulos de Sorolla como Manuel Benedito, José Mongrell, Pons Arnau y de nuestro Emilio Varela con su sensible y genuina aportación. En definitiva, estamos ante una exposición que en su complejidad no se estructura con una mera secuenciación cronológica, sino que en su diversidad busca entrelazar los distintos relatos, procesos iconográficos y visiones de los artistas en aquel contexto y tiempo pasado.

Contemplar el arte

Obra de un artista contemporáneo / HÉCTOR FUENTES Y ÁLEX DOMÍNGUEZ

Diseños de Sara Navarro

Para ultimar el recorrido, nos trasladamos a la época actual en la planta baja del museo. De este modo nos situamos ante la propia realidad y objetividad del arte contemporáneo con la novedosa y sorprendente muestra: El Arte como Inspiración. La Colección de Sara Navarro, una exposición inteligentemente planteada y comisariada por Begoña Deltell, en torno a la protagonista del relato del Mago de Oz. Combina una cincuentena de obras de interesantes artistas nacionales e internacionales, con las creaciones más reconocidas de la diseñadora alicantina del sector del calzado. En este genuino proyecto expositivo, de una decidida empresaria de nuestra tierra, podemos aludir al concepto de empoderamiento que tiene su origen en el pensamiento del marxista Antonio Gramsci y del posmodernista Michel Foucault. Y en particular, al empoderamiento femenino en relación con el alcance de igualdad de género y con las conquistas de la mujer en el tiempo actual. Frente a la situación de sometimiento y desigualdad de las féminas en tiempos pasados, la mujer actual ha adquirido por méritos propios, poder y control en su vida personal e influencia social. Es el caso de Sara Navarro que aunando inteligencia, decisión y sensibilidad, ha sabido combinar con gran talento su actividad empresarial con su exquisitez como diseñadora de creativos zapatos, retroalimentada con el coleccionismo hacia el arte de nuestro tiempo. Todo ello presentado como un proyecto empresarial y artístico, vinculado a un escenario con proyección internacional. La exposición muestra la realidad de la sociedad y del arte actual, con sus variados contrastes y gran multiplicidad conceptual y formal.

Como bien comenta mi compañero y amigo Diumenge Boronat, presente conmigo en este escenario expositivo, el MUBAG evidentemente es un museo de Bellas Artes que dirige su investigación y mirada hacia la tradición artística del pasado, pero al mismo tiempo es un museo que se nos revela como una institución viva y abierta hacia el presente. Un museo que está mostrando en los últimos tiempos proyectos significativos de gran calado e interés para los amantes del arte.