La revista del Mubag

Portada del número dos de cuadernos  del Mubag

Portada del número dos de cuadernos del Mubag / poremiliosoler

Emilio Soler

Cuando el año pasado cayó en mis manos el número uno de Cuadernos del Museo de Bellas Artes de Gravina me pareció una revista muy bien confeccionada y con algunos interesantes artículos del profesor José Ramón Giner (sobre el pintor Javier Lorenzo) o del arquitecto Santiago Varela (sobre el aspecto arquitectónico en la obra de su familiar Emilio Varela). También, trabajos de dos conocedoras del arte alicantino, como María José Gadea y María Gazabat, donde dejaban interesantes retazos sobre el arte alicantino.

Pero la pregunta era inmediata, ¿hacía falta una revista de estas características en Alicante? La respuesta ha sido contestada de manera afirmativa cuando hemos manejado el segundo número recientemente aparecido. El Cuadernos del MUBAG número dos sigue con la magnífica presentación de que hacía gala el primer ejemplar: continúa con la novedad de que los textos de los expertos en cada tema vienen traducidos al inglés, lo que supone un acicate para los investigadores; se encuentra espléndidamente ilustrado y mantiene un excelente equipo de colaboradores en los asuntos de los que trata. Esta es la manera de mantener una excelente categoría en este tipo de publicación que fronteriza entre la alta divulgación y el ensayo universitario.

Cuadros de Emilio Varela
en el museo.

Tras los primeros pasos, obra del pintor alcoyano Lorenzo Casanova. / INFORMACIÓN

En el número que nos ocupamos, el segundo aparecido también en el mes de diciembre y presentado en el propio Museo, el índice nos presenta un marco muy atractivo en tanto que los temas a tratar y los expertos que han trabajado sobre ellos son atractivos. Destacan dos figuras especiales debido a las actividades que el Museo de la calle Gravina ha tenido en este año 2023, la presencia de Joaquín Sorolla y la de Emilio Varela. Diversos autores, normalmente especialistas en ambos pintores, pergeñan las características y el impacto que tiene sobre el espectador las coloristas pinturas de los dos artistas, el valenciano y el alicantino.

Obra de Joaquín Sorolla
expuesta en el Mubag
este año.

Desmaterialización de la escultura contemporánea de Alicante / Emilio Soler

De esta manera firmas reconocidas como Pérez Rojas, Pons Moreno, Gadea o Gazabat se unen a Sánchez Monllor o Balsalobre para introducirnos en la vida, obra y época que les tocó vivir a esos dos pintores. De Varela los alicantinos tenemos poco ya que decir porque han sido múltiples las veces que nos hemos encontrado frente a su interesante producción pictórica, incluso lamentándonos de los sufrimientos económicos que padeció durante su carera artística. De Sorolla, solamente inclinarnos ante su obra, tantas veces mostrada y no menos alabada. Del pintor valenciano recuerdo una anécdota curiosa cuando un servidor era responsable del Programa Música’92 de la Generalitat Valenciana. Un día, también de un lejano diciembre, recibí una llamada del embajador español en Estocolmo, Antonio Serrano de Haro, al que había conocido unos años antes como embajador en La Habana, lugar donde la Consellería de Cultura había llevado una muestra sobre Miguel Hernández al Palacio de los Virreyes españoles y pude sentarme en la silla en la que ningún rey español lo había hecho en 500 años de dominio colonial...

La exposición interesó al gobierno antillano no tan solo por la excelsa categoría del poeta oriolano sino también porque Hernández era amigo del periodista cubano Pablo de la Torriente Brau, que se vino, y murió, a ver al pueblo español en lucha. Miguel Hernández le dedicó a su amigo combatiente la Elegía segunda de Vientos del pueblo: «Pablo de la Torriente, has quedado en España y en mi alma caído: nunca se pondrá el sol sobre tu frente, heredará tu altura la montaña y tu valor el toro del bramido».

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Obra de Joaquín Sorolla expuesta en el Mubag este año. / INFORMACIÓN

Volviendo a la conversación telefónica con Serrano de Haro, trató de la inauguración en Estocolmo de una exposición de dos pintores amigos y de características paisajísticas similares, el español Joaquín Sorolla y el sueco Anders Zorn, «los pintores, señalaban los expertos, del agua en movimiento». El embajador español deseaba que un grupo musical valenciano emocionara a los asistentes en la inauguración en el Museo Nacional de Estocolmo como luego se haría en el Museo Sorolla de Madrid, ya que las dos soberanas iban a asistir a los eventos, el primero en Suecia. Lógicamente nos pusimos manos a la obra y el día elegido, el cuarteto de cuerda Martín y Soler, nombre del célebre compositor valenciano dieciochesco, dirigido por la violonchelista María Mircheva y que entusiasmó a los asistentes, entre los cuales se encontraba un servidor.

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Cuadros de Emilio Varela en el museo. / INFORMACIÓN

Bien. Volviendo al número dos de los Cuadernos del MUBAG, destacar un muy excelente artículo del profesor Miguel Ángel Lozano quien, con una sagacidad detectivesca y con su maestría literaria inconfundible, ha seguido el rastro de una obra del alcoyano Lorenzo Casanova, Tras los primeros pasos, que la esposa del pintor regalara a su sobrino Gabriel Miró en el día de su matrimonio con Clemencia Maignon. Ese cuadro, que actualmente forma parte de los fondos del MUBAG, siguió al ilustre escritor alicantino en todas las ciudades en las que residió, Alicante, Barcelona y Madrid, donde fallecería en 1930.

De esta interesante segunda entrega de los Cuadernos anuales del MUBAG, regalo navideño que nos hace el Museo que dirige Jorge Soler, el extra dedicado a la «Desmaterialización de la escultura contemporánea en Alicante» donde artistas como Bañuls, Lastres, Adriano, Gutiérrez Carbonell o Carrillo, entre otros, son diseccionados por excelentes expertos, como Román de la Calle, o por profesores y especialistas: Sánchez Luna, Roche Cárcel (coordinador del monográfico), Díaz Sánchez, Gómez Moreno, Navarro Ferrón, Aramis López, Natalia Molinos, Pilar Escanero o Martín Noguerol, entre otros autores de importantes textos que el espacio concedido por el responsable de Arte y Letras nos tasa con empeño prusiano y nos impide mencionar. Y bien que lo sentimos.

En suma, bienvenida esta nueva publicación institucional que viene a enriquecer nuestro panorama artístico y que ayuda a comprender mucho mejor la intensa y efectiva labor de nuestros trabajadores por la cultura. Por nuestra cultura.