Santa Pola difundirá su cultura marinera con la apertura definitiva del barco museo Esteban González, ubicado en la plaza de la Constitución, después de tres años de restauración del casco del buque arrastrero de los años ochenta y el proceso de musealización.

De esta manera, el Ayuntamiento inaugurará mañaña a las doce del mediodía la embarcación, a la que están invitados todos los ciudadanos para realizar las primeras visitas guiadas. Durante el acto, se izará la bandera del "Esteban González" y se bendecirá la imagen de la Virgen del Carmen.

Posteriormente, habrá un mes de puertas abiertas hasta el 23 de abril. Para ello, según ha apuntado la concejal de Cultura, Feli Bailador, los interesados deberán hacer su reserva en el Acuario Municipal, ya que por la complicada fisonomía de la embarcación los grupos no pueden ser superiores a diez personas.

Bailador destacó que "a pesar de que el barco museo estaba acabado hace meses, no lo hemos abierto al público hasta que hemos tenido todas las medidas de seguridad y vigilancia preparadas, además de que ahora tenemos el grupo de diez guías del Taller de Empleo". Así, la villa marinera hará realidad la difusión de un navío de pesca de arrastre de tamaño mediano, que fue donado por sus propietarios al Ayuntamiento de Santa Pola en 2006.

La recuperación de este pesquero ha sido posible gracias al trabajo de una Escuela Taller y dos talleres de Empleo, promovidos por el Ayuntamiento de Santa Pola y cofinanciados por la Consellería de Economía, Hacienda y Empleo. Con ello, han sido 150 personas las que se han formado en distintos oficios y a la vez han podido poner a punto un barco que ha tenido para el Ayuntamiento un coste de 150.000 euros, ya que el resto lo ha financiado la conselleria, según apuntó la concejal de Turismo, Loreto Serrano.

Exposición

En tierra firme, el "Esteban González", exhibirá todos los elementos que, ahora rehabilitados, hicieron funcionar el barco desde los años 80.

La cubierta, el rampero, la sala de máquinas, el radar, las cartas de navegación, los libros de mantenimiento, los camerinos con la vestimenta real de trabajo, las ollas, la cocina... Todos y cada uno de los vestigios que formaron parte del buque arrastrero se han conservado.

Para recrear aún más la vida en el mar, el pesquero cuenta con sonidos reales como la bocina y el ruido de la sala de máquinas.