El Ayuntamiento ha decidido reparar el tejado del popular Molí de la Calera, después de sufrir un gran agujero en el tejado desde hace ya unos cinco meses.

Sin embargo, la fecha de la restauración de la construcción datada en 1771 es todavía una incógnita para el equipo de gobierno. «Hemos realizado un estudio sobre las necesidades del molino y vamos a poner una solución.

Pero el concejal de Hacienda tiene que sacar una partida específica para ello, ya que no estaba prevista y no sabemos cuando se arreglará», explicó la edil de Cultura, Feli Bailador.

En este sentido, el Ayuntamiento estima que el coste de la restauración del monumento girará en torno a los 4.000 euros.

Así, Bailador ha señalado que «el Molí de la Calera tendrá una nueva cubierta de madera, pero la dificultad de su reparación hace necesaria una actuación y un andamio específico, por lo que su reconstrucción es más compleja de lo que parece».

Y es que, esta infraestructura, considerada como una de las más antiguas de la villa marinera, no había sido expuesta a ninguna labor de mantenimiento desde el año 1990, según afirmaron desde el Ayuntamiento.

Ahora, el interior de la construcción está a la interperie a la espera de un saneamiento que ya han exigido vecinos y grupos de la oposición, como Compromís, al ser uno de los parajes de referencia en el municipio por su pasado histórico y por sus vistas a la bahía de Santa Pola.

Por su parte, la concejal de Cultura ha asegurado que «el molino no corre peligro, ni nada de lo que hay en su interior se verá afectado por el agujero del techo. Únicamente hay piedra dentro».

Pasado y futuro

El Molí de la Calera está ubicado junto a la carretera nacional 332 y es un monumento que forma parte de las señas de identidad de la villa marinera, desde el siglo XVIII que fue edificado para abastecer de harina a los hogares del municipio costero.

Además, se trata de una de las construcciones civiles más antiguas de la localidad pesquera después del Castillo Fortaleza y las torres de vigilancia medievales.

Sin embargo, después del Plan de Urbanismo, aprobado por el PP en solitario en 2006, el paraje dejará de ser lo que es ahora.

Y es que, en el sector de Calera está proyectada la construcción de varios bloques de viviendas protegidas, por lo que el desarrollo urbanístico de la zona impedirá mantener las mismas vistas a la bahía santapolera que hay en la actualidad.