El pleno municipal ha dado luz verde a la reapertura de la estación de autobuses tras la aprobación de la valoración del técnico del Ayuntamiento y de todos los informes de subsanación que la empresa se ha visto obligada a realizar durante el verano, después de haber tenido que cerrar la instalación por decreto de alcaldía.

La infraestructura obtuvo ayer el visto bueno de todos los grupos políticos del Ayuntamiento para abrir de nuevo, pero en periodo de pruebas, ya que tendrá que realizar una auditoría acústica en un plazo de 45 días. Estas mediciones se realizarán sobre la estación, la gasolinera y el lavadero, con el objetivo de comprobar que cumplen con la normativa y que no exceden el límite de ruido, que ya fue denunciado por los vecinos en los primeros días de su apertura.

No obstante, las instalaciones para la limpieza de los vehículos funcionarán exclusivamente en el momento en el que se realicen las evaluaciones acústicas.

Esta decisión aprobada ayer por unanimidad en una convocatoria extraordinaria y urgente se produce después de que las actuaciones de mejora en los accesos, señalización y vallado se hayan hecho efectivas. Este acondicionamiento se ha producido a lo largo de todo el verano y una de las subsanaciones claves fue mejorar el radio de giro de los autocares que tuvieron dificultades en los primeros días de actividad.

Con ello, el Ayuntamiento ha dado el visto bueno a otorgar la licencia de apertura a la empresa Autobuses Playa de San Juan, del grupo Vectalia, encargada de construir la obra y concesionaria de la infraestructura en los próximos cuarenta años.

Por su parte, el portavoz del PP, Miguel Zaragoza aprovechó para recordar que «las obras de la estación estaban en su finalización cuando cambió el equipo de gobierno. Se trata de una infraestructura que no ha costado ningún euro a las arcas municipales y que, además, van a beneficiar al Ayuntamiento porque la constructora va a tener que abonar un canon anual durante la concesión».

Instalación deportiva

Por otra parte, el pleno aprobó también ayer la liquidación del expediente de la piscina municipal a favor del Ayuntamiento, con un total de 541.410 euros. Con este paso adelante, y después de que las instalaciones pasaran a tener titularidad municipal en mayo, el Ayuntamiento tendrá ahora que salvar las dificultades que presenta al estar abandonada desde 2008.

En esta línea, según el concejal de Infraestructuras, Paco Soler, el objetivo es redactar un proyecto nuevo sobre lo que haya que subsanar y volverlo a sacar a licitación.

Frente a ello, el edil del área precisó que «todo esto se pudo hacer en 2010 y no haber tenido que esperar tantos años».

Sin embargo, desde el PP, su portavoz, Miguel Zaragoza, defendió que «todo estaba en manos del juzgado de lo Concursal y los tiempos han sido inamovibles, por lo que no se pudo tener antes la piscina cubierta». Asimismo, el concejal popular instó al equipo de gobierno a «avanzar de forma rápida para aprobar el pliego de condiciones lo antes posible y ver si se saca a licitación la obra o el Ayuntamiento decide asumir el coste e incluirla en los presupuestos».