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La finca de Villa Adelaida de Santa Pola, de mansión a museo

Santa Pola

La finca de Villa Adelaida de Santa Pola, de mansión a museo

Una santapolera cede al Ayuntamiento la finca Villa Adelaida para que sea un espacio cultural

Villa Adelaida, una imponente finca ubicada en Santa Pola con un «coqueto» caserón de 1912, se convertirá en un gran centro para la investigación de artistas, y en sede de múltiples eventos culturales. Por expreso deseo de la que fuera su propietaria, Maribel López Pérez-Ojeda -ya fallecida-, está finca pasará a manos del Ayuntamiento -a primeros del próximo año- para ser reconvertida en casa-museo, y acogerá exposiciones, conferencias, proyecciones o conciertos. Esta fue la condición manifestada por Maribel para ceder al Consistorio el uso de su propiedad. Además, la finca cuenta con unos bonitos jardines en los que se podría programar, por ejemplo, conciertos o cine de verano.

Pero para valorar en su justa medida lo que supone Villa Adelaida, habría que conocer un poco a la que fue su propietaria. María Isabel López Pérez-Ojeda nació en Cartagena en 1931, pero pasó su infancia y juventud en Santa Pola. Cursó estudios de bachillerato en el colegio Jesús María de Alicante, donde ya despuntaba por sus buenas calificaciones y sus dotes para la poesía. En 1952 se casó con el suizo Edgar Werner Hopf, y juntos se trasladaron a vivir a California. Tan sólo un año y medio después de su matrimonio, el joven murió en un accidente de esquí. Entonces Maribel decidió quedarse en Estados Unidos y estudiar Lenguas Románicas y Literatura en la Universidad de Berkeley, periodo durante el cual, conoció al que sería su segundo marido, el profesor de origen alemán Hans Bremermann. Después de pasar un año en Alemania, se instalaron definitivamente en Berkeley, donde Hans consiguió plaza de profesor asociado. Por su parte, Maribel López se convirtió en la primera santapolera en obtener una licenciatura en una universidad extranjera, la de Arte y Filosofía y Letras en 1960. Desde ese momento y hasta su jubilación, en 1990, ejerce de profesora en la Universidad Estatal de San Francisco. En 1996 fallece Hans, y tres años después, contrae matrimonio con el que sería su último marido, el galerista y pintor hindú Shami Mendiratta. Poco después se trasladaron a vivir a Santa Pola, donde esta profesora y poeta pasó sus últimos años.

En vida de Maribel López, Villa Adelaida constituyó su lazo más fuerte con la localidad marinera. Con frecuencia visitaba Santa Pola, rememorando el tiempo que vivió aquí siendo niña y adolescente. El gran caserón era el legado de su familia, la memoria viva de sus antepasados y consideraba que debía «conservarla y preservarla para las futuras generaciones». En un artículo de Antoni Mas y Rafael Pla para la revista de Moros y Cristianos de Santa Pola 2015, se dice que Maribel transforma Villa Adelaida, que «pasa de ser esa gran propiedad de espacios abiertos con terrazas escalonadas y almendros, que se extiende desde la sierra hasta la misma orilla del mar, a ese jardín cercado donde crecen hibiscos, adelfas, algarrobos e higueras».

Ahora, la finca se convertirá en un nuevo espacio cultural gracias a la cesión realizada por esta mujer brillante y apasionada, adelantada a su época, con estudios universitarios, que llegó a hablar hasta ocho idiomas. Toda una proeza, incluso, para los tiempos que corren.

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