El Ayuntamiento de Santa Pola asegura que ha llevado a cabo todas las medidas ecológicas necesarias para luchar contra la procesionaria de los pinos y evitar daños a personas, flora y fauna. En su apuesta por controlar la plaga de la forma más natural y ecológica, no entra la fumigación con productos químicos.

El concejal de Sostenibilidad de la villa marinera, Alejandro Escalada, explicó que «dentro de los plazos que marca el calendario de crecimiento de la procesionaria, se está siguiendo un protocolo de actuación que consiste en controlar la plaga del modo más natural y ecológico posible, y no recurrir al uso de productos químicos ni fumigaciones masivas no selectivas, nocivos para la flora y el resto de la fauna».

Hasta la fecha, se han realizado varias actuaciones. Durante el verano, se colocaron trampas de feromonas (hormonas que las atraen) en la sierra para controlar el insecto en fase de polilla. El pasado mes de octubre, cuando la procesionaria estaba en fase larvaria, se efectuaron tratamientos selectivos con bacilus (inocuo para animales) en colegios, parques, jardines y caminos principales de la sierra, así como en todo el perímetro de Gran Alacant. En noviembre y diciembre se procedió a mantener el tratamiento con bacilus en parques y jardines, y se practicó un control exhaustivo del entorno de centros escolares.

En estos momentos, donde ha aparecido, se ha iniciado ya el corte manual de bolsones en parques públicos y zonas de la sierra más transitadas, con los equipos necesarios para la salvaguarda de la salud y seguridad de los trabajadores que la realizan.

Menor incidencia

Según el edil de Sostenibilidad, este año la incidencia de la plaga es menor, pero sigue estando muy presente en la sierra. Asegura que la única opción científica ecológicamente sostenible, y por tanto no dañina, es convivir con ella, ya que la siguiente fase de tratamiento sería con piretroides (pesticidas e insecticidas químicos no selectivos), que acabarían con otro tipo de insectos y de especies y continuaría degradando la sierra, medida que la actual concejalía de Sostenibilidad no va a poner en práctica, «como sí se ha hecho en años anteriores y con otros concejales de Medio Ambiente al frente de esta responsabilidad», apunta el responsable político.

Alejandro Escalada señaló que «estos productos químicos no sólo afectan a las personas, también afectan a las especies depredadoras naturales, entre ellas las de algunas aves que cada vez se ven menos en nuestro entorno natural, como las abubillas o los carboneros». Por esta razón (la desaparición paulatina de algunas especies), la concejalía de Medio Ambiente va a iniciar una campaña de instalación de nidos que favorezcan la reproducción de aves en la sierra de la villa.

Por último, Escalada indicó que «unos años, dependiendo de múltiples razones naturales, la procesionaria tendrá más afección en el entorno, y otros años disminuirá su incidencia, pero esta plaga de los pinos ha estado en el pasado, está actualmente y seguirá estando en nuestro medio natural, y hay que considerarla como parte del mismo y de su equilibrio», concluyó.