Su madre la define como «artistilla» y, desde luego, desparpajo no le falta a esta niña crevillentina de 9 años. Gala Bichir Gil supo desde siempre que quería ser actriz, aunque a su madre se lo dijo cuando tenía tres años. No es de extrañar, lleva la interpretación en la sangre. Su progenitora, Adriana Gil, lleva toda la vida dedicándose a este mundo y su padre es el actor mexicano afincado en Hollywood, Demián Bichir, con quien ya trabajó cuando tenía cuatro años en la película 7:19, donde hizo una pequeña aparición.

Ahora está interpretando a la hija de Virginia en la serie Señoras del (h)AMPA. Para esta producción hizo un casting cuando tenía seis años y aún vivía en Crevillent. Por «amor al arte» se mudaron a Madrid y, aunque les da mucha pena, «esta ciudad nos da las oportunidades que necesitábamos si queremos seguir en este mundo y aprovecharlas».

La joven actriz, en uno de los momentos del rodaje de Señoras del (h)AMPA. | INFORMACIÓN

Esta pícara actriz confiesa que le gusta mucho la serie pero «como las cosas que pasan en el guión son más de adultos tampoco aparezco tanto como me gustaría y no me dejan rodar muchos días al ser niña». Tras esta frase, su madre explica que en la Comunidad de Madrid se protege mucho a los niños. Una vez seleccionada, Gala debe presentar de su puño y letra un documento diciendo que quiere realizar ese proyecto y personaje por voluntad propia. «Pueden rodar dos días a la semana con un máximo de 4 horas». En este tiempo llega, la visten, la peinan, pasa texto y graba, siempre con la compañía de su madre.

A sus 9 años, cuenta con una forma de expresarse que bien podría utilizar una persona de mayor edad. Así, describe que «ser actriz me hace sentir especial. Me encanta ponerme ropa que no es mía y pensar que soy otra persona. Que me expliquen la vida de ese personaje e intentar sentir lo que le pasa». Eso es interpretar, meterte en la piel de otra persona y darle tu toque personal al grito de «grabando» en un rodaje.

Con mucha responsabilidad, indica como compagina su obligación y su pasión: los estudios y la interpretación. «Cuando me cogen para un papel, mi madre me explica cómo va a ser todo para saber si estoy de acuerdo o no, porque en una peli o serie trabajan muchísimas personas y no es un juego. Pero supongo que si compites en gimnasia, haces ballet o cualquier cosa así también tienes que ser muy responsable. Yo solo ruedo a veces y suele ser por las tardes para no perder cole».

Su madre aclara que Gala es una niña muy inteligente, con una media de sobresaliente aún con cambios de vida. Como anécdota curiosa destaca que «se aprende antes seis folios de un personaje que uno de sociales». Aunque no llega a la decena, motivación y compromiso no le falta.

Las pruebas y castings son una parte importante de la industria pero la preparación constante «es algo fundamental. Gala va a una escuela de jóvenes actores que está más enfocada al audiovisual y casi todos sus compañeros están en activo como ella. Si quiere seguir en esto tiene que tener herramientas», especifica su madre.

Recuerdo especial

Otra de las producciones más televisadas en las que participó es El Secreto de Puente Viejo, interpretando a Esperanza Castañeda. Una serie de la que guarda el mejor recuerdo «porque era la favorita de mi abuelita». Entonces ella ya estaba enferma y Gala quería llevarla a Madrid para enseñarle los platós y presentarle a los actores, pero por su estado ya no podía. Su nieta buscó rápidamente la solución: «hablé con los actores y todos me firmaron una foto dedicada para ella y algunos hasta le hablaron por teléfono. ¡Ella ni se lo creía! Le dio tiempo a verme en la tele antes de irse al cielo».

Ahora, madre e hija forman un buen tándem. Ambas se retroalimentan y dan consejos en un mundo donde lo importante es «seguir intentándolo y ser feliz».

Pese a su corta edad, Gala sabe que de mayor será «actriz, por supuesto. También me gustaría estudiar dirección o animación, ahora estoy aprendiendo diseño 3D y me encanta». No la pierdan de vista, ya apunta maneras.