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Los armadores de Santa Pola piden ayuda a Europa por los recortes en el Mediterráneo

La presidenta explicó al comisario Sinkevicius que el sector del arrastre «no puede sobrevivir trabajando la mitad de los días que tiene el año»

Una imagen de archivo de la Lonja de Santa Pola. | ANTONIO AMORÓS

La presidenta de la Asociación de Armadores de Buques de Pesca de Fresco Santa Pola, Remedios Ruso, solicitó al comisario europeo, Virginijus Sinkevicius, ayudas ante el difícil panorama de recortes que les espera en el Mediterráneo durante la reunión que mantuvieron el pasado martes. La Lonja de Santa Pola supone el 25% de las ventas de pescado en la provincia, de ahí su importancia en el contexto del sector.

En la reunión trasladó al comisario el sentimiento de «desilusión, tristeza e impotencia» de la comunidad pesqueray le urgió a reconsiderar las medidas que contempla el Reglamento del Plan de Gestión de las especies demersales (aquellos peces que viven cerca del fondo) ya que «de continuar en esta deriva, vamos a perder todo nuestro patrimonio». La portavoz añadió que «todas estas leyes están matando al sector pesquero, sobre todo a la pesca de arrastre, que está en el punto mira, mientras no se tienen en cuenta otros factores dañinos para los ecosistemas marinos como la contaminación».

Ruso explicó que el sector pesquero del Mediterráneo es el primer interesado en revertir la situación de los stocks, pero entiende que es necesario esperar a conocer los resultados de las medidas tomadas en los últimos años y que han supuesto un gran esfuerzo para el sector -incluida la reducción del 29% de los días de pesca en apenas dos años, paralizaciones temporales de la flota de arrastre de dos meses de duración y vedas espacio temporales para proteger los juveniles- antes de imponer nuevas restricciones y ampliar las ya existentes.

«El Mediterráneo debe tener peces y la gente de la mar también tenemos derecho a trabajar dignamente y a no sentirnos perseguidos como si fuésemos delincuentes. El sector del arrastre no puede sobrevivir trabajando menos de la mitad de los días que tiene un año», explicó la presidenta.

«Sin ilusión»

Ruso añadió que los tripulantes salen a trabajar sin ilusión, cuentan los días para jubilarse o buscan otras salidas profesionales. La pesca ha sido el motor económico de los pueblos costeros. Igualmente a las ayudas europeas al sector pesquero para poner sobre la mesa los obstáculos y dificultades para hacer uso de ellas. «El nuevo FEMPA plantea un montante importante en ayudas al sector pesquero, unas ayudas que el sector necesita, pero que no llegan y cuando lo hacen hay que esperar una eternidad y cumplir unos requisitos que en muchas ocasiones son imposibles de cumplir».

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