Un plan nacional perseguirá perfeccionar las artes de pesca artesanales en la reserva marina de Tabarca. La Federación Nacional de Cofradías presentó este viernes en Santa Pola la segunda edición de su programa «Mardevidas» que, en colaboración con el Ministerio de Transición Ecológica a través de la fundación Biodiversidad, trata de sensibilizar a la población sobre las buenas prácticas que deben tenerse en el medio marino.
Otra de sus patas será afianzar la comunicación entre científicos y el sector pesquero para poner en valor la actividad tradicional y asegurar que todas las prácticas son sostenibles, es decir, que hay buen mantenimiento de barcos y que se cumplen todos los parámetros de vedas o tallas.
Las renovadas instalaciones de la Cofradía de Pescadores de Santa Pola acogieron la presentación de este programa. Se ha elegido la villa marinera para centrar buena parte de la programación anual debido a la cercanía con la reserva marina de Tabarca, la primera que se creó en España y, por tanto, «la madre de todas las reservas, ya que de sus aciertos y errores aprendieron el resto» resaltó Basilio Otero, presidente de la federación nacional de cofradías, que a modo resumido especificó que esta reserva es un modelo a seguir por su protección a la pesca artesanal que puso en marcha después otras 11 reservas más, que conforman la Red de Reservas Marinas, creada en el marco de la Ley de Pesca Marítima del Estado de 2001.
Por ello entiende que sobre lo que se aprenda de ella servirá para llenar «un libro en blanco» a la hora de protegerse otros enclaves naturales.
Al hilo, apuntó, también, que la labor de la cofradía de Santa Pola es un ejemplo para otras porque ha sabido invertir para revalorizar el producto y tener un sello que los diferencia.
Programación
Lo cierto es que este programa traerá hasta septiembre varias actividades por todo el litoral español como conferencias de biólogos, visitas y campamentos con futuros gestores de pesca. Se pondrán en marcha también tres aulas del mar para realizar talleres con material divulgativo que ofrecerán personas representativas de la sociedad pesquera y el sector.
Alfonso Ramos, catedrático de la Universidad de Alicante, y uno de los investigadores del entorno de la isla desde el CIMAR de Santa Pola, también dio claves este viernes de todas las fases por las que ha pasado la reserva desde que se tuvo la primera idea de ella en 1972 hasta que termina consolidándose casi tres lustros después.
«Tabarca no sólo ha servido como reserva de pesca si no para ordenar el turismo. Ha funcionado porque hemos llegado a un acuerdo entre todos pero a parte hay corredores para que los peces salgan, la reserva actúa de refugio», incidía el investigador para reseñar que hay especies como los meros y el dentón que se crían en este sistema natural y después pueden pescarse a 7 o 12 kilómetros.
La alcaldesa, Loreto Serrano, también enfatizó que ser pescador es una profesión «muy bonita pero también muy dura por lo que es muy positivo que se empiece a dar buena imagen del sector y que no se les vea como lo peor del mar como se ve en Europa».
