Santa Pola destinará 140.000 euros anualmente durante cuatro años para retirar los más de 14.000 colchones, maderas, podas, y enseres del ecoparque. La inversión total alcanzará por tanto los 560.000 euros (sin contar IVA) en este tiempo si el Ayuntamiento hace uso de las tres prórrogas que contempla el contrato.
La administración local ha publicado ya la licitación de este servicio con el objetivo de vaciar un espacio que ha llegado al colapso en los últimos tiempos. Tal y como se desprende del perfil del contratante, las empresas interesadas, gestores sobre todo, tienen hasta el 27 de mayo para presentar sus ofertas.
Desde el equipo de gobierno, del PP, culpabilizan de alguna manera al anterior gobierno local (PSOE, Compromís, Izquierda Unida y Podemos) de no haber puesto solución en su momento al problema. Tal y como indica Encarni Ramírez, edil de Limpieza, «en junio de 2019 nos encontramos el problema de que el Ecoparque estaba totalmente desbordado de colchones y de todo tipo de restos, también comprobamos que se debía desde 2018 a la empresa a la que se llevaba los enseres y restos de podas, e incluso la licitación del servicio estaba sin realizar», por lo que la edil reprueba la gestión del anterior gobierno.
Al hilo, explica que esta licitación es esencial para aliviar el recinto y resaltan desde el ejecutivo local que han pedido ayuda a la Generalitat desde 2019 para resolver la situación «y finalmente lo hemos tenido que hacer desde el Ayuntamiento».
La gestión se realizará a través de cinco lotes dependiendo del tipo de residuo. Ya en enero el Ayuntamiento informó que se estaba preparando un contrato por 50.000 euros para retirar los colchones. Si bien, la contratación será más ambiciosa ya que no sólo se retirarán residuos no peligrosos, maderas, restos de poda, enseres y escombros.
Tal y como indica la memoria de necesidades, la urgencia de este contrato viene para cumplir con la normativa vigente en materia de residuos, que exige disponer de un gestor autorizado para cada una de las tipologías de residuos que se recogen en Santa Pola a través de la empresa de recogida de residuos y de los puntos limpios. La pretensión es facilitar la evacuación para que no se produzca una acumulación descontrolada, como está ocurriendo, «para poder prestar el servicio al ciudadano y mantener la vía pública y los puntos limpios municipales en condiciones de operatividad».
El pliego técnico detalla, además, que en el caso de empresas que incluyan en su oferta el transporte de los residuos desde el punto municipal, en la calle Calafates, la empresa adjudicataria será responsable de todos los residuos una vez que estos sean recogidos en el punto limpio, por lo que deberá disponer de medios técnicos y humanos para la carga, descarga, clasificación y transporte hasta la planta del adjudicatario, en su caso.
La nueva contrata de limpieza y basura, aún en el aire
El último dato que trascendió sobre la nueva contrata de limpieza y basura fue hace tres meses, cuando el equipo de gobierno aseguró que estaba a la espera de un permiso del Consell para iniciar la licitación de este servicio, el más importante para Santa Pola. Desde 2018 los operarios de Urbaser están trabajando en la villa marinera con el contrato caducado.
