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Ruta de la Albufereta- Lucentum

Ruta de la Albufereta- LucentumJOSE NAVARRO

Hoy vamos a iniciar una ruta muy interesante donde se mezcla historia con urbanismo, naturaleza y algo de gastronomía. El barrio de la Albufereta debe su nombre a una antigua zona pantanosa que fue desecada a principios del siglo XX. Poco a poco esta zona se fue poblando, por lo que se construyó una carretera de acceso a la zona, aún visible en el Monte San Julián. El boom urbanístico se iniciaría en la Albufereta en las décadas de los años 60 y 70 como lugar de vacaciones estivales, pero con el tiempo y con el boom del ladrillo de los 90 y principios del siglo XXI se ha convertido en un barrio residencial de gran importancia de la ciudad de Alicante.

Restos de piletas donde los romanos conservaban el pescado en sal.

Nuestro punto de encuentro será el Centro Comercial Venecia construido en la década de los 90 y situado en la avenida Costa Blanca, haciendo ésta referencia al nombre turístico de la costa de la provincia de Alicante. Cruzamos la avenida pasando por delante del Hotel Calas de Alicante, antiguo Hotel Mio Cid para entrar en la zona de la bahía del Cabo de las Huertas. De frente vemos prácticamente toda la Bahía de Alicante que se forma entre el Cabo de Santa Pola y el Cabo de las Huertas. De fondo podemos observar la Serra Grossa, el Castillo de Santa Bárbara y prácticamente todo el litoral hasta el centro urbano. Hacia el sur geográfico se sitúa una cala conocida como la de los Judíos, popularmente «La Calita» y se iniciaría un camino senderista hacia el faro del Cabo. Justo de frente y caminando hacia ellos, encontramos los espigones de lo que pretendía ser un puerto deportivo en la década de los 80 conocido como Puerto Amor.

Conjunto arqueológico de la ciudad íbero-romana de Lucentum.

Continuamos nuestro paseo disfrutando de las vistas y de la brisa del mar para ver una pequeña arbolada compuesta por eucaliptos y palmeras que formaban parte del desaparecido y conocido Camping Bahía. Este camping se situaba en el centro de la Playa de la Almadraba, cuyo nombre viene dado por las artes tradicionales de pesca del atún. En esta zona y detrás de la caseta de socorro, se encuentran vallados unos pocos restos romanos, vestigios de lo que fue en tiempos un asentamiento industrial de la época de los césares. Seguimos con nuestro paseo disfrutando de las vistas marineras hasta pasar las instalaciones del Club Náutico Costa Blanca construido en la década de los 70 con una clara vocación deportiva para el disfrute de las actividades marítimas. En este punto podemos parar y relajarnos en la terraza del restaurante To-Bar para degustar una tapa típicamente mediterránea.

Tras pasar las instalaciones portuarias, ya empezamos a ver una de las partes más importantes de esta ruta que son los restos de antiguas piscifactorías de la época romana, piletas construidas en la roca a la vez que restos de mampostería que serían las construcciones donde albergaban el pescado en sal para su conservación.

Seguimos la ruta y llegamos hasta la Playa de la Albufereta, que tiene una extensión de 423 metros de arena y de aguas tranquilas, donde posiblemente se ubicara el puerto de la ciudad íbero-romana de Lucentum. Tras dar un tranquilo paseo por la arena, cruzamos por debajo del puente, donde vemos las obras de la desembocadura de aguas pluviales del Barranco del Juncaret, que tantos problemas da en tiempos de riadas. Continuamos por la calle Colonia Romana, vial donde comenzó la transformación de este barrio, con sus casitas bajas, ahora rodeadas de grandes edificios y que podría ser la calle tradicional de este barrio, que da acceso a su zona antigua, la Colonia Romana. Hoy en día, esta calle está llena de bares y restaurantes como lo estuvo en otros tiempos. Podemos pasar por delante de la fachada de lo que fue el mítico Cine Bahía, que durante años funcionó como un cine de verano, y antes de seguir con nuestro recorrido podemos hacer un descanso en la Cervecería Jesús para degustar de otra tapa de nuestra tierra. Paseando por esta calle llegamos a la zona conocida como la Colonia Romana nombre dado por su cercanía a los yacimientos romanos ubicados en el Tossal de Manises conocidos actualmente como Lucentum. La Colonia Romana parece un pueblo pequeño, con casas bajas, patios ajardinados, calles peatonales y, como curiosidad, todos los nombres de sus calles hacen referencia a la mitología griega, quizás en relación a la anterior ciudad griega conocida como Akra Leuka. Esta zona se construyó en la década de los 50 debido a que la clase pudiente de Alicante y otras provincias tenían su propia caseta de baño en la playa. Cuando se prohibió el uso de estas casetas, se dio la opción de comprar una casa en esta zona para su uso vacacional. La pequeña colonia no ha perdido su encanto pese al fragor de la nueva construcción y mantiene ese sabor de barrio tradicional de la ciudad de Alicante.

Dejamos esta curiosa zona para subir por el parque de Solveig Nordstron que está dedicado a esta mujer de origen sueco que salvó el yacimiento arqueológico del Tossal de Manises de su destrucción ante la especulación inmobiliaria surgida del boom urbanístico de los años 60, dónde se pretendía ubicar un complejo hotelero. Ella se tendió ante las máquinas excavadoras y avisó a la prensa internacional por lo que las autoridades echaron marcha atrás ante este proyecto. Tras la subida de este parque nos encontramos con el conjunto arqueológico de la ciudad íbero-romana de Lucentum que se remonta en sus primeros pobladores al siglo IV A.C. y que anteriormente fue ocupada por griegos dándole el nombre de Akra Leuka. Podemos hacer una visita antes de finalizar a este conjunto arqueológico para descubrir en su interior los restos de su muralla fortificada, parte de las torres defensivas anteriores a los romanos, las termas, el foro, las casas, etc. Cabe decir que todavía está en fase de excavación y aún quedan muchos misterios y riquezas por descubrir. Tras la visita a este importante conjunto, finalizaremos nuestra ruta donde habremos disfrutado de un interesante paseo entre naturaleza e historia que forman parte de la ciudad de Alicante.

Vamos a iniciar una ruta muy interesante donde se mezcla historia con urbanismo, naturaleza y algo de gastronomía. El Barrio de la Albufereta debe su nombre a una antigua zona pantanosa que fue desecada a principios del siglo XX. Poco a poco esta zona se fue poblando por lo que se construyó una carretera de acceso a la zona, aún visible en el Monte San Julián. El boom urbanístico se iniciaría en la Albufereta en las décadas de los años 60 y 70 como lugar de vacaciones estivales, pero con el tiempo y con el boom del ladrillo de los años 90 y principios del siglo XXI se ha convertido en un barrio residencial de gran importancia de la ciudad de Alicante.

Nuestro punto de encuentro será el Centro Comercial Venecia construido en la década de los 90 y situado en la Avenida Costa Blanca, haciendo ésta referencia al nombre turístico de la costa de nuestra provincia de Alicante. Cruzamos la avenida pasando por delante del Hotel Calas de Alicante, antiguo Hotel Mio Cid para entrar en la zona de la bahía del Cabo de las Huertas. De frente vemos prácticamente toda la Bahía de Alicante que se forma entre el Cabo de Santa Pola y el Cabo de las Huertas. De fondo podemos observar la Serra Grossa, el Castillo de Santa Bárbara y prácticamente todo el litoral hasta el centro urbano. Hacia el sur geográfico se sitúa una cala conocida como la de los Judíos, popularmente “La Calita” y se iniciaría un camino senderista hacia el faro del Cabo. Justo de frente y caminando hacia ellos, encontramos los espigones de lo que pretendía ser un puerto deportivo en la década de los 80 conocido como Puerto Amor.

Continuamos nuestro paseo disfrutando de las vistas y de la brisa del mar para ver una pequeña arbolada compuesta por eucaliptos y palmeras que formaban parte del desaparecido y conocido Camping Bahía. Este camping se situaba en el centro de la Playa de la Almadraba, cuyo nombre viene dado por las artes tradicionales de pesca del atún. En esta zona y detrás de la caseta de socorro, se encuentran vallados unos pocos restos romanos, vestigios de lo que fue en tiempos un asentamiento industrial de la época de los césares. Seguimos con nuestro paseo disfrutando de las vistas marineras hasta pasar las instalaciones del Club Náutico Costa Blanca construido en la década de los 70 con una clara vocación deportiva para el disfrute de las actividades marítimas. En este punto podemos parar y relajarnos en la terraza del restaurante To-Bar para degustar una tapa típicamente mediterránea.

Tras pasar las instalaciones portuarias, ya empezamos a ver una de las partes más importantes de esta ruta que son los restos de antiguas piscifactorías de la época romana, piletas construidas en la roca a la vez que restos de mampostería que serían las construcciones donde albergaban el pescado en sal para su conservación.

Seguimos la ruta y llegamos hasta la Playa de la Albufereta, que tiene una extensión de 423 metros de arena y de aguas tranquilas, donde posiblemente se ubicara el puerto de la ciudad íbero-romana de Lucentum. Tras dar un tranquilo paseo por la arena, cruzamos por debajo del puente, donde vemos las obras de la desembocadura de aguas pluviales del Barranco del Joncaret que tantos problemas da en tiempos de riadas. Continuamos por la calle Colonia Romana, vial donde comenzó la transformación de este barrio, con sus casitas bajas, ahora rodeadas de grandes edificios y que podría ser la calle tradicional de este barrio, que da acceso a su zona antigua, la Colonia Romana. Hoy en día, esta calle está llena de bares y restaurantes como lo estuvo en otros tiempos. Podemos pasar por delante de la fachada de lo que fue el mítico Cine Bahía, que durante años funcionó como un cine de verano, y antes de seguir con nuestro recorrido podemos hacer un descanso en la Cervecería Jesús para degustar de otra tapa de nuestra tierra. Paseando por esta calle llegamos a la zona conocida como la Colonia Romana nombre dado por su cercanía a los yacimientos romanos ubicados en el Tossal de Manises conocidos actualmente como Lucentum. La Colonia Romana parece un pueblo pequeño, con casas bajas, patios ajardinados, calles peatonales y, como curiosidad, todos los nombres de sus calles hacen referencia a la mitología griega, quizás en relación a la anterior ciudad griega conocida como Akra Leuka. Esta zona se construyó en la década de los 50 debido a que la clase pudiente de Alicante y otras provincias tenían su propia caseta de baño en la playa. Cuando se prohibió el uso de estas casetas, se dio la opción de comprar una casa en esta zona para su uso vacacional. La pequeña colonia no ha perdido su encanto pese al fragor de la nueva construcción y mantiene ese sabor de barrio tradicional de la ciudad de Alicante.

Dejamos esta curiosa zona para subir por el parque de Solveig Nordstron que está dedicado a esta mujer de origen sueco que salvó el yacimiento arqueológico del Tossal de Manises de su destrucción ante la especulación inmobiliaria surgida del boom urbanístico de los años 60, dónde se pretendía ubicar un complejo hotelero. Ella se tendió ante las máquinas excavadoras y avisó a la prensa internacional por lo que las autoridades echaron marcha atrás ante este proyecto. Tras la subida de este parque nos encontramos con el conjunto arqueológico de la ciudad íbero-romana de Lucentum que se remonta en sus primeros pobladores al siglo IV A.C. y que anteriormente fue ocupada por griegos dándole el nombre de Akra Leuka. Podemos hacer una visita antes de finalizar a este conjunto arqueológico para descubrir en su interior los restos de su muralla fortificada, parte de las torres defensivas anteriores a los romanos, las termas, el foro, las casas, etc. Cabe decir que todavía está en fase de excavación y aún quedan muchos misterios y riquezas por descubrir. Tras la visita a este importante conjunto, finalizaremos nuestra ruta donde habremos disfrutado de un interesante paseo entre naturaleza e historia que forman parte de la ciudad de Alicante.

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