El mes pasado visitamos de refilón el actual barrio de la Albufereta gracias al fantástico (por ilusorio) proyecto de construcción de un teleférico que uniera Alfonso el Sabio con esta barriada, pasando por lo alto de los montes Benacantil y San Julián. Terminábamos aquel artículo con una cita extraída del libro de Martín Sanz La gran olvidada. Postales desde la Albufereta.

Una de las tareas que me propuse cuando empecé con esta sección de Miradas Alicantinas, centrada en los barrios y pedanías de Alicante, fue dar a conocer aquellas publicaciones, periódicas o no, que tratan sobre la vida e historia de estos núcleos urbanos de Alicante. Las tres publicaciones de tres autores diferentes de las que hablaré hoy van, curiosamente, enlazadas una con otra.

Voy a empezar por la última publicación relativa a la Albufereta que ha visto la luz, que no es otra que el libro de Martín Sanz que citábamos al principio y que fue publicado en 2017. Se inicia con una dedicatoria al inolvidable escritor e investigador Francisco G. Seijo Alonso y el prólogo de Juan Ramón Gil, director general de Contenidos de INFORMACIÓN. El autor realiza un recorrido a modo de cartas por diferentes etapas de la historia de este barrio. En sus postales aparece el pintor Pancho Cossío o el enigmático Carlos Pradel así como los dos escritores de la Albufereta de los que hablaré más adelante: Isidro Buades y Vicente Seva. También aparecen en sus páginas instituciones como la Caja de Ahorros (q.e.p.d.), Casa Filo, el faraónico teleférico del que hablábamos el mes pasado, los bloques de apartamentos y sus arquitectos responsables, la colonia extranjera presente en la Albufereta (deseados o no) y la crónica negra del barrio, entre otros temas. Un libro ameno que se lee con gusto y que te deja con ganas de más postales.

Curiosamente esta obra vio la luz casi a la vez que otra publicación de similar temática. Se trata del libro José Buades Terol. Mon pare, última obra escrita por su autor Isidro Buades Ripoll, cronista de Sant Joan d’Alacant, que nos dejó en febrero de 2019. Este libro fue publicado en octubre de 2018 y fue repartido gratuitamente por el Ayuntamiento santjoaner con motivo de la festividad del 9 d’Octubre. El libro de Buades, el cual tuve el honor de estructurar y maquetar a petición del propio Isidro, recoge momentos de la vida de su padre, que residió en las fincas de Vignau y de Santiago. José Buades fue alcalde pedáneo de la Abufereta durante regímenes políticos tan diferentes como el reinado de Alfonso XIII, la dictadura de Primo de Rivera, la II República, la Guerra Civil y los primeros momentos de la dictadura de Franco. La obra nos da una visión de la entonces partida rural desde la segunda mitad del siglo XIX hasta los años 40, narrando los problemas de los labradores de antaño, la actuación de los políticos del momento en la zona o la importancia del riego y «dels costums», hoy ya perdidos. Se describen también episodios como la visita de un matrimonio francés en busca de unos terrenos de sus antepasados en los primeros días de la Guerra Civil, la visita del temible Coche de la Calavera que realizaba los llamados «paseos» al principio de la contienda o la valentía que había que tener para dar un salto en el peligroso desfiladero del Malpàs. A día de hoy, José Buades Terol da nombre a un parque en la calle del Tridente justo en el límite de lo que fueron sus tierras, a petición de la Asociación Cultural Alicante Vivo.

Isidro Buades nos sirve de nexo de unión con otra publicación, en este caso periódica, que vio la luz en 1984. Crónica de la Albufereta fue una revista de corta vida –sólo publicó cuatro números- impulsada por Vicente Seva Villaplana, autor además de varios libros de temática alicantina, todos ellos de gran nivel y muy buscados a día de hoy. En esta revista, Seva y Buades, en muchos casos con seudónimos, publicaron artículos de actualidad, informativos, históricos, deportivos y culturales. Así como entrevistas, pasatiempos, poesía y fotografía antigua. Por desgracia la revista resultó una sangría de dinero para su autor y lamentablemente dejó de publicarse tras su cuarto número. Vicente Seva fue un enamorado de Alicante y de su Albufereta natal y lo demostró en cada publicación que llevó a imprenta y en cada artículo que escribió. Su repentina muerte privó a la Albufereta de uno de sus grandes defensores.

Al contrario que José Buades, ningún espacio público recuerda hoy ni a Vicente Seva ni a Seijo Alonso a día de hoy. Es para hacérselo mirar.